Nosotrxs somos

"Nosotros no tenemos miedo, nosotros somos", fue uno de los lemas de la primera marcha del Orgullo LGTBI celebrada en España, que tuvo lugar en Barcelona en 1977. Personas valientes que salieron a la calle a clamar en público el amor que no se atreve a decir su nombre. Ese lema da nombre a Nosotrxs somos, la serie de documentales de TVE sobre la historia del activismo en España, que comenzó en Playz, la plataforma digital de la cadena pública, y que hace un tiempo dio el salto a La 2. De momento se han emitido tres episodios de la serie documental. Los capítulos de la serie adoptan los colores de la bandera arcoíris como nombre. El primero, Amarillo, aborda el tiempo en el que no ser heterosexual era un delito. Y el segundo, Verde, se acerca al estallido de libertad tras el final del franquismo, pero también a las primeras divisiones en el mundo del activismo y al surgimiento del VIH, que centra el tercer capítulo, Rojo


El primer capítulo de la serie documental es muy impactante. Sinceramente, sabía que la ley de vagos y maleantes, primero, y la ley de peligrosidad social, después, penalizaba la homosexualidad. Pero confieso que no sabía que el franquismo creó dos cárceles expresamente para enviar a los homosexuales. Ni tampoco que las lesbianas ni siquiera estaban contempladas en la ley, porque los legisladores no concebían que dos mujeres se amaran. No es que estuvieran perseguidas, es que no existían para la ley. Es estremecedor escuchar a las víctimas del franquismo, condenadas sólo por amar diferente. La serie muestra lo importante que es recordar la labor de aquellos valientes, de aquellos héroes de la libertad. Viendo ese primer episodio, recordé la letra de la maravillosa Vuela, de Andrés Lewin, en la que canta "bravo por los que sufrieron lo que no he sufrido y por todos los que hicieron el camino". Hay que rendir homenaje a quienes abrieron camino, a quienes sufrieron lo que hoy no sufrimos, a los que tuvieron tanta valentía abrazando el arcoíris, a quienes alzaron la voz cuando se jugaban su libertad y hasta su vida por ello. 

En ese primer capítulo de la serie documental se junta una de las personas que fueron encarceladas por ser homosexual con un joven transexual de hoy. Él le pregunta lo vivido, cómo pudo soportarlo. En ese diálogo se refleja lo necesario que es recordar de donde venimos. Porque no hace tanto tiempo. Algunos activistas de aquella época gris a la que querían pintar de arcoíris cuentan, por ejemplo, que su primer logro ante el franquismo fue lograr que en la ley de peligrosidad social se eliminará la mención inicial a que sólo el hecho de ser homosexual era un delito, para que ya sólo fuera tipificado como delito cometer actos homosexuales. O sea, que se podía ser gay, pero si uno se lo aguantaba. Y así, mil cosas. Y muchos años más allá del franquismo. 

En el segundo capítulo, por ejemplo, se cuenta la historia de dos mujeres que se dieron un beso frente a la sede de la Dirección General de Seguridad, en Sol, en un edificio del que cada año cuelga la bandera arcoíris en la semana del Orgullo, años después. En 1986 (¡once años después de la muerte de Franco!), estas dos dos jóvenes fueron encarceladas por ese beso. Afortunadamente, salieron absueltas, y su caso dio lugar a una besada de protesta y a una movilización de mujeres lesbianas por su igualdad. Se tardó mucho en eliminar la condena a la homosexualidad. Y más aún en que se reconociera la legalidad de las asociaciones LGTBI. Después, las uniones civiles. Y después, mucho después, el matrimonio igualitario. Hay casos espantosos. Por ejemplo, un hombre que cuenta que hasta el año 2000 no consiguió que se le retirara de los antecedentes penales su encarcelamiento por ser homosexual bajo el franquismo. 

El impulso del feminismo en el movimiento LGTBI, los debates internos sobre cómo luchar por la visibilidad, la necesidad de que existan referentes, el cambio de la sociedad y la reflexión sobre el papel que juegan barrios como Chueca hoy en día son otras de las cuestiones interesantes que plantea esta serie de documentales. Es muy enriquecedora, por ejemplo, la presencia de youtubers que están ayudando muchísimo a la hora de normalizar lo que es normal, de ofrecer referentes a los jóvenes de hoy. Y también impacta ver preguntas a los ciudadanos por las calles o en programas de TVE de hace años en los que se preguntaba a la gente por la homosexualidad. Se aprecian los avances en la sociedad, sin que eso nos lleve a caer en la complacencia. Nosotrxos somos es un proyecto necesario, porque dicen que quien olvida el pasado está condenado a repetirlo y porque es de justicia poner caras a algunas de las personas a las que debemos el grado de libertad del que disfrutamos hoy, todas las personas que abrieron el camino. 

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