Quién te cantará

La persona con la que vi Quién te cantará, de Carlos Vermut, salió del cine más bien espantada. Yo salí encantado, rendido a los pies de tanto cine como irradia en cada plano esta extraña, perturbadora y cautivadora película. No es que sea una muestra muy representativa, pero creo que este filme es de los que sólo puede provocar amor muy intenso u odio. No hay término medio. No puede dejar indiferente una historia así. Es imposible. O te fascina o te horroriza. Como dice una amiga, o te encanta o te espanta. Yo soy de los primeros, rendición casi sin condiciones ante esta historia magistral. 

Almodovariana hasta la médula, no hay escena intrascendente en esta película. Todos los planos cuentan algo. Visualmente, la cinta está cuidada al detalle, creando un mundo propio que, de nuevo, o te atrapa o te aleja de ella. Lila Cassen (Najwa Nimri), diva de los noventa que dejó de cantar años atrás, sufre un misterioso accidente en la playa justo cuando está preparando una gira de regreso a los escenarios. La encuentra inconsciente su asistenta y representa, la mujer que la ha acompañado durante años, que ha entregado su vida por ella, a quien interpreta con excelencia Carme Elías. Cuando la cantante se recupera, no recuerda nada, sufre amnesía, así que necesitará de la ayuda de Violeta (Eva Llorach), una mujer que canta en el karakoke en el que trabaja las canciones de Lila, que la adora, que ha hecho girar su vida en torno a esa pasión. 


Es una historia de mujeres frágiles a su manera, una película sobre la identidad. El personaje de Carme Elías ha dejado en un segundo plano cualquier aspiración personal. Todo en su vida ha girado en torno a Lila. Cuidarla. Protegerla. Preparar sus conciertos, sus entrevistas. Todo. Sin hijos. Sin pareja. Todo para Lila. Mientras, Violeta, que vive junto a su conflictiva y autodestructiva hija Marta (Natalia de Molina), también siente una pasión especial por Lila. No es su cantante favorita. No le emocionan y mejoran su vida sus canciones. Es mucho más que eso. "El día en el que nació mi hija fue el primero en el que escuché una canción tuya", le dice a Lila en un momento del filme. "Normal, tener una hija debe de ser especial", responde la diva. Pero en el aire queda la pregunta de qué es lo que de verdad fue vital de aquel día para Violeta. 

Es una cinta, sobre todo, sobre la identidad, sí. Sobre personas que deciden vivir otras vidas, sobre mujeres que renuncian por completo a su personalidad o que canibalizan la de otras personas. Y también es una película sobre pasiones desbordadas, irracionales, desmedidas, destructivas, incendiarias, corrosivas. Es un filme excesivo de principio a fin. El desenlace, naturalmente, es de esos que deja al espectador plantado en la butaca. Brutal. Salvaje. Inmenso. No sé si Carlos Vermut recibe como un elogio que se diga de este filme que es almodovariano, cuando podríamos empezar a acuñar el término vermutiano. Pero, desde luego, creo que es un piropo enorme. Ser capaz de crear historias y atmósferas como las de uno de los mayores genios de la historia reciente del cine son palabras mayores. Puestos a ser almodovariana esta cinta, hasta incluye una muy almodovariana escena de confesión sobre secretos del pasado. Pero, a la vez, Vermut crea su propio universo. Y es fascinante. 

Las interpretación de las actrices del reparto merece mención aparte. Todas deslumbran. Najwa Nimri roza la perfección en su actuación contenida de la diva amnésica, además de aportar su voz y sus canciones. Impecable. Sensacional también Carme Elías, que da una lección interpretativa magistral, llenando de verdad y de intriga a su personaje. Eva Llorach deslumbra en su juego de espejos con Lila, en la piel de esa mujer que sufre por su iracunda y explosiva hija, pero a la que le llenan las canciones de su cantante favorita y que está dispuesta a todo por ella. "Soy Lila. Perdón, quiero decir que soy muy admiradora de Lila", dice en una escena. Cuando actúa interpretando las canciones de Lila, la voz que suena en realidad es la de Eva Amaral, otro de los muchos atractivos de este filme. Natalia de Molina firma otra interpretación colosal dando vida a la hija autodestructiva de Violeta. Si no sonaran a palabras vacías y si no carecieran de sentido e importancia real diríamos que es la mejor actriz de su generación. El reparto de Quién te cantará agranda una historia ya de partida excesiva, maravillosamente extraña, perturbadora, oscura e hipnótica

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