Cádiz: ingenio y libertad en el Falla

El Gran Teatro Falla de Cádiz fue, como cada viernes de carnaval, el epicentro del ingenio y la libertad, con la final de agrupaciones del carnaval gaditano. Este año, personas con la piel muy fina se han sentido ofendidos por algunas de las letras. Se ha hablado de polémica, por ejemplo. Se ha escrito que ha sido el Carnaval de Cádiz más polémico de siempre. Quizá es que ha sido en el que más histéricos han reaccionado con falta de sentido del humor. El Carnaval es exactamente eso: ironía, sátira, crítica a todo el que se mueve. Y así debe ser. Siempre. La comparsa Los prisioneros dedicó una copla de anoche a hablar de lo que cuesta ser libre, libre de verdad, por las ataduras cotidianas. "Cuánta gente encarcelada en los barrotes de su vida, cuánta gente encarcelada buscando la salida", escuchamos. Cuesta ser libre, genuinamente libre, y precisamente si el Carnaval de Cádiz se puede resumir con una palabra es esa: libertad. Absoluta e irrenunciable libertad de expresión. Eso es el Carnaval. Ese es el ingenio de Cádiz, lo que hace único el Carnaval en la tacita de plata. 


En España solemos tener una concepción extraña de la libertad de expresión. Para aclararnos, defender la libertad de expresión de alguien que piensa lo mismo que tú no es exactamente defender la libertad de expresión. No va así. Más bien se trata de defender el derecho incuestionable de otros a decir aquello que te molesta, incluso que te ofende profundamente. Eso es la libertad de expresión y no otra cosa. Personalmente, me divierten más las ácidas letras de las agrupaciones del Carnaval de Cádiz contra el poder que las que ridiculizan a una adolescente por su aspecto físico. Pero jamás osaría cuestionar el derecho a que se hagan bromas sobre cosas que no me hacen gracia. Sólo faltaría. 

También se ha hablado mucho estos días sobre una chirigota que "decapitaba" a Puigdemont por alta traición. Con razón, muchos defendieron la sacrosanta libertad de expresión. Pero, para entendernos, realmente se demostrará si esas personas creen en la libertad de expresión cuando un programa satírico de TV3, por ejemplo, haga algo similar con el rey o con Rajoy. Si entonces también defiende la libertad de expresión, aunque no le haga gracia, aunque ya no le resulte tan divertido cuando se satiriza sobre alguien con quien se siente más afinidad, entonces sí estaremos ante alguien que cree de verdad en el derecho a la libertad de expresión. Vivimos en un país en el que, en pleno siglo XXI, sigue existiendo un delito de ofensa a los sentimientos religiosos, lo que provocó la sanción a un joven que hizo un montaje con la figura de un cristo en Twitter. La única manera de defender un derecho es ejercerlo y defender sin la menor duda a quien lo ejerce, aunque te ofenda

Un año más, el Gran Teatro Falla vivió una noche en vela repleta de ingenio. Quien gana el concurso es casi lo de menos, la verdad. Cualquiera de los participantes lo merece, por sus letras inteligentes, por su ironía, por su capacidad de reírse de todo. Hubo críticas al Ayuntamiento de Cádiz, al servicio de Sanidad de Andalucía, al gobierno central, a las modas de las redes sociales o de los veganos, a la familia real... El ganador en la categoría de chirigotas, por ejemplo, No tenemo el Congo pa farorillo, habla de una familia real congoleña con un rey padre que mata elefantes y una hija de rey que se casa con un delincuente. "En el Congo está la cosa chunga, pero España está peor", escuchamos. También  hubo letras muy críticas con Celia Villalobos y su falta de sensibilidad a la hora de hablar de los jubilados. De eso va el Carnaval, ese es su sentido. 

Otra de las chirigotas, Grupo de guasa, que subió al escenario del Falla a los grandes líderes mundiales en una reunión de las "Naciones Hundidas", también lanza mensajes críticos. "A veces se nos cruzan los cables y podemos formar una juerguecita a la que nosotros llamamos así cariñosamente tercera guerra mundial", cantan, con el dictador norcoreano espetándole a Trump que si el mundo va bien, entonces está "pá tirar cohetes". Los líderes mundiales defienden a Rajoy porque, dicen, tienen la cabeza muy bien amueblada, "lo que pasa es que los muebles son de Ikea"

Los mafiosos han sido elegidas hace un rato (escrito esto por la  mañana del sábado) como mejor comparsa; Vive, sueña, canta, con presencia femenina (la gran área de mejora del Carnaval de Cádiz) fue reconocido como el mejor coro y El equipo A minúscula (Comando Caleti) venció en la categoría de cuartetos. Todos con talento, defendiendo la libertad de expresión ejerciendo ese derecho, criticando al poder, dando voz al pueblo, subiendo a un escenario el colosal ingenio del pueblo gaditano. Una explosión de talento que podemos seguir desde la distancia gracias a Canal Sur y a iniciativas como Carnaval de Cádiz TV, con todas las actuaciones en su cuenta de Twitter y en Youtube. ¡Viva Cádiz y viva su Carnaval siempre! 

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