Cuando la política sirve para algo

A veces, la política sirve para algo. El Congreso aprobó esta semana una moción presentada por el PSOE para ampliar la pensión de orfandad para quienes pierden a su madre tras un crimen machista. Según las estadísticas oficiales, en los últimos cinco años los asesinatos machistas han dejado 169 huérfanos. Algunos de ellos no cobran pensión de orfandad porque su madre no cotizaba (o no cotizó lo suficiente, porque fue asesinada) a la Seguridad Social. Fue unánime el respaldo del Congreso a esta propuesta, que no abrió telediarios ni portadas de periódicos, pero que sin embargo es lo más importante de lo debatido en la Cámara esta semana, entre tanto barullo, tanto hedor de corrupción, tantas batallitas intrascendentes y tantas polémicas de bajos vuelos. 


En el PSOE se vive una guerra de poder bochornosa, al borde de la ruptura interna. El PP no puede estar ya más cercado por constantes escándalos de corrupción. Podemos parece haberse entregado a la política de los gestos (Bonobús, han llamado su autobús de "la trama" en Castilla La Mancha, muy sutil, muy útil para los ciudadanos). Y Ciudadanos pierde credibilidad a chorros cada vez que pide, de cara a la galería, regeneración política al mismo PP al que apoya sistemáticamente en las votaciones importantes. El panorama es desolador pero, sin embargo, a veces la política sirve. Y se me ocurren pocas injusticias más devastadoras que la que ayudará a enmendar, al menos en parte, la moción presentada esta semana sobre la pensión de orfandad para los hijos de mujeres asesinadas

Hace dos años ya se consiguió un avance, aunque insuficiente, en el trato a estos menores, cuando el PP aprobó que se les pudiera considerar huérfanos absolutos (de padre y madre), porque su madre ha sido asesinada por su padre, muerto civilmente para sus hijos, un asesino en la cárcel, nada más. Esto implicaba que los huérfanos podrían cobrar más de pensión, pero seguía persistiendo una injusticia flagrante: sólo podrían cobrar la pensión si su madre asesinada había cotizado lo suficiente. Ahora, como mínimo cobrarán una pensión de 677 euros

Es un ejemplo de cómo la política puede influir de verdad en la vida de la gente. Hay mucho trabajo por delante en la prevención de la violencia machista, donde todos los recursos que se destinen serán pocos y donde un solo asesinato será insufrible e intolerable, una mancha para toda la sociedad. Esta medida, al menos, ayuda a no complicar aún más la vida de quien ha perdido a su madre por la ira asesina de su padre. En el proceso de debate sobre esta cuestión en el Congreso se han abordado ejemplos muy dolorosos, como el de los tíos de un niño cuya madre fue asesinada por su padre que tuvieron que renunciar a cuidar de su sobrino porque no tenían recursos. Su madre no había cotizado lo suficiente a la Seguridad Social. Ahora, tendrán una ayuda, como mínimo de 677 euros, hasta los 25 años. Puede ser insuficiente y, sin duda, queda mucho por hacer en la lucha contra la violencia machista, sobre todo, para evitar que sucedan asesinatos como estos. Pero todo avance es bienvenido y demuestra que, a veces, la política sirve para algo. 

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