España reina en Europa

Esta vez sin sufrir, sin pasar apuros, sin escenas de nervios e histeria como en la semifinal ante Francia. España ganó ayer con enorme autoridad (80-63) a Lituania en la final del Eurobasket, lo que le dio a la selección su tercer oro en este torneo. Una legendaria generación de jugadores de baloncesto escaló ayer un poco más en su brillante trayectoria. Comenzó fría la selección en este torneo. Fría y con muchas dudas. Ayer lo recordaron los propios miembros de la selección. Dolidos, en parte. "Nadie daba un duro por nosotros", repetían. Y es cierto. El decepcionante comienzo del Eurobasket, con derrotas y malas sensaciones, no hacía pensar con un desenlace tan triunfal como el de ayer. Pero, es verdad, olvidamos la garra de este equipo, la ambición con la que se aferran a los torneos, la fuerza con la que afrontan cada nuevo reto. 

Lo han ganado todo estos jugadores, absolutamente todo. Pienso, por ejemplo, en los jugadores del Real Madrid de baloncesto, que vienen de conquistar todos los títulos posibles con su equipo. Qué decir de Gasol, que ha vencido con la selección incontables veces, que sabe lo que es proclamarse campeón de Europa y del mundo con España, que hasta ganó el anillo de la NBA. Sólo faltan los Juego Olímpicos como única espina clavada en un grupo de leyenda. Lo han ganado todo y sin embargo mantienen intacta su ambición, su capacidad de motivarse con nuevos retos, su hambre de victorias. Ninguna necesidad tenía Gasol, 35 años, una carrera impoluta, de volver a afrontar un Eurobasket y todo lo que eso implica, algo que además tampoco está bien visto al otro lado del Atlántico, porque los equipos de la NBA tienen más que perder, por las posibles lesiones y el cansancio de sus jugadores, en estos torneos. Pero Gasol quiso volver a compartir un verano más con sus amigos. Y comandar a la selección hacia un nuevo triunfo. No podía quedar la sensación amarga de la eliminación temprana del pasado Mundial en casa. 

Ayer España se lució. El comienzo del partido fue arrollador, con una siempre combativa y talentosa Lituania apocada, sin ideas. La selección española desplegó todo su baloncesto ágil y contundente, el que durante buena parte del Eurobasket no habíamos presenciado. Durante varias ocasiones del encuentro se acercaron los lituanos, liderados por un omnipresente Mantas Kalnetis (jugó 38 minutos), que se echó el equipo a la espalda, aunque, cierto es, a costa de tirarse hasta las zapatillas (un pobre 22% de acierto en tiros de dos registró el base de la selección lituana). En un par de arreones, Lituania se acercó a España, pero nunca inquietó a la selección. En ningún momento se vio peligrar el oro en el Eurobasket. Ni siquiera en el catastrófico comienzo del último cuarto, al que la selección llegó con 15 puntos de ventaja y donde costó siglos anotar y volver a jugar con fluidez. Pero cada vez que los lituanos se acercaban, cualquier chispazo de España mantenía la diferencia siempre por encima de los 10 puntos. 

No perturbó Lituania el destino glorioso de esta selección de oro que cuenta casi por medallas cada participación en los grandes torneos: plata en 1999, bronce en 2001, plata en 2003, oro en 2006, plata en 2007, plata en 2008, oro en 2009, oro en 2011, plata en 2012, bronce en 2013 y oro en 2015. Once medallas en los últimos 16 años. La mayoría de ellas, aunque siempre con alguna ausencia puntual con lesión, lograda por una generación sin par que, probablemente, pondrá punto final a su participación en la selección en los Juegos de Río el próximo año, donde la selección llegará como campeona de Europa y como hambrienta y firme candidata a todo. 

La selección española tiene que renovarse, es ley de vida, y en este Eurobasket, en buena medida por las ausencias de Marc Gasol, Juan Carlos Navarro, José Manuel Calderón y Ricky Rubio, ya hemos visto a jugadores jóvenes que tendrán por delante el titánico reto de intentar tomar el relevo de la mejor generación de la historia del baloncesto español y, si dejamos a un lado a las selecciones de la antigua URSS; puede que la mejor de la historia reciente de Europa. Deberán dar un paso adelante Sergi Llull, ya mucho más integrado; Pablo Aguilar, Willy Hernangómez, Pau Ribas o Nikola Mirotic, quien, al ser nacionalizado, sería incompatible con el pivot también muy determinante Serge Ibaka. Pero estos planes de futuro habrán de hacerse a su debido tiempo. A ver quién osa si quiera insinuar algo del final de la generación de Gasol cuando el extraterrestre de Sant Boi, elegido MVP del torneo, ha guiado a la victoria con apabullante dominio sobre sus rivales.  

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