En tiempos convulsos para el periodismo y el cine, la creación de unos premios por parte de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España es una osadía de gran valor. Surgidos de la nada, los Premios Feroz celebraron ayer su primera edición en los cines Callao de Madrid. Una iniciativa magnífica que lleva a dar la enhorabuena, antes que a los premiados, a quienes han puesto en marcha estos nuevos galardones que, estoy convencido, se convertirán en una nueva referencia en la temporada de premios cinematográficos en España de ahora en adelante. Tan dados como somos a poner etiquetas y buscar paralelismos, se ha llamado a los Premios Feroz "los Globos de oro españoles". No es forzada la comparación, porque al igual que aquellos premios, los Feroz los entregan críticos cinematográficos y porque la gala se celebre en un ambiente mucho más distendido que la de los premios grandes (los Goya, en nuestro caso). Felicidades, pues, a la Asociación de Informadores Cinematográficos de España por poner en marcha esta iniciativa. También a Paco Cabezas, director y guionista de una gala ágil y muy divertida, y a Alexandra Jiménez, impecable y natural maestra de ceremonias.
El patio de butacas de los cines Callao de Madrid se transformó por completo y acogió mesas redondas donde actores, actrices, directores y demás gente del cine se reunió de manera distendida para disfrutar de la gala (y de las copas). Ese ambiente más cercano ayudó a que el tono de la ceremonia fuera mucho más ameno y divertido, también más irónico y sarcástico en varios momentos de la noche, que otras ceremonias de entrega de premios. A diferencia de aquellas, en esta uno no se aburrió Hubo momentos cómicos memorables, como el inicio de la gala con Alexandra Jiménez bromeando con los nominados ("una industria que sabe reírse de sí misma es una industria sana", se dijo anoche con gran razón), o la forma en la que se presentó el premio de honor para José Sacristán. Cada premio lo entregaba alguien del mundo del cine junto a un personaje cómico con mayor o menor gracia (con o sin gracia, por mejor decir). Simpático, por ejemplo, el personaje de la señora que dice que todos los del cine son un subvencionados sin oficio ni beneficio interpretado por la propia presentadora de la gala.
En lo que a los premios se refiere, fueron trece las categorías. Destacan las nuevas categorías que han introducido los Feroz en relación a otros galardones cinematográficos, en lo que considero un acierto. Han incluido el premio al mejor tráiler, que compartieron el teaser de Los amantes pasajeros y el tráiler de Gente en sitios. También se entregó el Premio Feroz al mejor cartel, que fue para la ingeniosa serie "10 razones" de 3 bodas de más. La otra gran novedad ha sido el Feroz a la película que, en opinión de la crítica, hubiera merecido haber tenido una carrera comercial más larga. El reconocimiento fue para Ilusión, de Daniel Castro.
En relación a los Goya, hay bastantes diferencias entre los nominados. Diferencias de criterio comprensibles. En este caso, son los críticos quienes votan. Así, 15 años y un día, película con siete nominaciones a los Goya, no tuvo ninguna candidatura en los Feroz. Y a la inversa, varias cintas con las que no contaron los académicos sí estuvieron ayer nominadas. Por ejemplo, Mario Casas no está nominado a los Goya, pero ayer ganó el Feroz a mejor actor de reparto por Las brujas de Zugarramurdi está nominado a los Goya. Quien sí está nominada para los Goya es Terele Pávez, premiada por su interpretación en la cinta de Álex de la Iglesia. Dos premios muy especiales. En el caso de Mario Casas, que nunca ha sido particularmente elogiado por sus dotes interpretativas, este galardón reconoce un cambio en su carrera, una madurez que las críticas de sus últimos trabajos vienen resaltando, frente a la falta de expresión de actuaciones anteriores. Debe de ser un premio importante para él.
En la categoría de mejor guión el ganador fue David Trueba por Vivir es fácil con los ojos cerrados, quien también se llevó otro de los premios gordos de la noche: el de mejor dirección. Dos Feroz para su cinta sobre un profesor de inglés que enseñaba a sus alumnos con canciones de los Beatles. Por su parte Gran Piano consiguió el Feroz a la mejor música original. En las interpretaciones protagonistas, Marian Álvarez continúa cosechando triunfos por su papel en La herida. Ya se llevó la Concha de Plata del Festival de Cine de San Sebastián y el Forqué. Ahora suma el Feroz y parte, sin duda, como favorita para los Goya que se entregarán el 9 de febrero. Otro actor que arrasa es Antonio de la Torre. Tiene un talento excepcional que le permite bordar cada personaje, sea protagonista o no, de comedia o de drama, sea como sea. En este caso, es su papel en Caníbal el que le valió ayer el Feroz a mejor actor protagonista. En los Goya, el actor está nominado en dos categorías.
Al igual que sucede también en los Globos de oro, por cierto, los Premios Feroz dividieron la categoría de mejor película en dos premios: mejor drama y mejor comedia. Stockholm, la perturbadora y talentosa película de Rodrigo Sorogoyen interpretada por Javier Pereira y Aura Garrido, recibió el Premio Feroz a la mejor película dramática del año. En el apartado de la comedia, la triunfadora fue 3 bodas de más, la muy entretenida y fresca cinta de Javier Ruiz Caldera en la que una treinteañera brillante en su trabajo recibe tres invitaciones a las bodas de sendos ex, a las que decidirá acudir en la compañía del becario de su laboratorio. Una película ingeniosa y muy divertida. Me apena que se quedará sin ningún reconocimiento La gran familia española, para mí una de las grandes películas de este año en España, pero no pueden ganar todos. Como dijo ayer una de las presentes en la gala, ¡larga vida a los Feroz!
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