Madrid 2020

Dos días quedan para saber si Madrid será sede olímpica en 2020. Tras dos intentos anteriores, la capital española busca ver cumplido su sueño. Conoceremos si se convierte en realidad el sábado a eso de las 22:30, hora española. La delegación de Madrid 2020 se encuentra ya en Buenos Aires para defender las bondades de nuestra candidatura ante los miembros del Comité Olímpico Internacional con derecho a voto. Nuestros rivales son Tokio y Estambul. Si algo hemos aprendido de los dos intentos anteriores es que es muy complicado, casi una tarea inútil, hacer pronósticos sobre la elección del COI. Al final se trata de un grupo muy reducido de personas que votarán a saber en base a qué criterios o intereses. No es sencillo, ya digo, hacer previsiones. Es imposible hacerlas desde fuera sin conocer esa labor de lobby que están haciendo las tres ciudades candidatas, y muy complicado hacerlas estando dentro, ya que bien sabemos también que muchos delegados que prometen dar su apoyo a una candidatura al final cambian el sentido de su sufragio. Cautela, pues. 

Hay cierto entusiasmo en la delegación española. Se dice que el COI valora que Madrid haya seguido intentándolo tras sus sueños olímpicos de 2012 y 2016. Se cuenta que la candidatura turca es la más débil de las tres y que podría afectarle la inestabilidad política del país. También que Tokio es la más sólida desde un punto de vista económico, pero que los últimos sucesos en la central nuclear de Fukushima pueden jugar en su contra. También hemos oído estos días que el hecho de que Madrid tenga el 80% de las infraestructuras construidas es un punto a su favor, ya que le confiere la condición de candidatura real y no sobre plano, digamos, más ficticia. Los Juegos de 2016 serán en Río, por lo que no tendríamos el problema de la rotación de continentes para que se celebraran en Europa. Por cierto, hay quien asegura que los miembros franceses del COI harán campaña en favor de alguna de nuestras dos adversarias para trabajar así en pro de las hipotéticas aspiraciones olímpicas de París en 2024. Veremos. 

Lo que más temor me genera desde el principio de la candidatura de Estambul es la idea original y de esas que tanto gustan al COI que supondría hacer unos Juegos a caballo entre Europa y Asia. Una idea magnífica que, creo, es el gran valor de la ciudad turca. Recordemos que pesó mucho para la elección de Río como ciudad organizadora de los Juegos de 2016 ese mapa que enseñó la delegación carioca en su presentación donde mostraba todo el mundo y cómo la única región del globo donde no se habían celebrado unos Juegos Olímpicos era Sudamérica. De Tokio, me preocupa el poderío económico de la candidatura. Pondrán toda la carne en el asador para que los Juegos regresen a Asia tras los Juegos de Pekín en 2008. 

Madrid cuenta con opciones reales de ganar y lograr al fin ser sede olímpica. Sería la culminación de un sueño colectivo que comenzamos aspirando a organizar los Juegos de 2012, que proseguimos luchando por hacernos con los de 2016 y que ahora intentamos lograr con la mirada puesta en 2020. De aquellos años en los que Madrid vibraba por la pasión olímpica con un apoyo popular abrumador, con un absoluto consenso político y con escasas voces críticas a la candidatura, al momento actual han pasado muchas cosas. Fundamentalmente, una: la crisis. Muchos ciudadanos estiman, con una parte innegable de razón, que no es coherente que se gasten millonadas de dinero en organizar un gran evento internacional como los Juegos cuando se están realizando severos recortes en servicios sociales de primera necesidad en nuestro país o cuando, hablando sólo de la parcela deportiva, se está olvidando al deporte de base. No estamos para Juegos es un eslogan compartido por los críticos ante Madrid 2020, que son muchos más que los que tenía Madrid 2016 e infinitamente muchísimos más que con los que contaba Madrid 2012. Es una postura entendible, máxime cuando existen informes económicos de ciudades que han organizado los Juegos donde se pone muy en entredicho que organizar este evento mundial suponga un retorno económico abrumador para la ciudad que los acoge. Es más, hay estudios que dicen que los Juegos son siempre deficitarios. 

Yo apoyo a Madrid 2020, aún compartiendo y entendiendo parte de esas críticas. ¿Por qué? No negaré que hay razones sentimentales, irracionales, detrás de mi posición. Creo que Madrid merece unos Juegos, estoy enamorado de mi ciudad y su gente y pienso que un evento mundial de tales magnitudes brillaría en Madrid como en ningún otro sitio. Además, viví desde el comienzo el sueño de ver a Madrid convertida en ciudad olímpica y puede decir que nunca he visto una alegría colectiva, un proyecto ilusionante común que uniera tanto a los madrileños como la candidatura de Madrid 2012. La ciudad era un torbellino de pasión desbordada por los Juegos. Una alegría que nunca más tarde he visto en mi ciudad asociada a nada (si excluimos los grandes logros deportivos de la selección española). Me maravilló ese sentimiento y sé que muchos lo han ido abandonando a lo largo de estos años. Razones sobradas hay para ello. Pero yo lo conservo y creo que Madrid y el esfuerzo de todos por organizar unos Juegos merece ser culminado con éxito. 

Pienso también que la organización de unos Juegos Olímpicos sería una alegría colectiva de esas que tanta falta nos hacen para todo el país. Ahí está Barcelona 92 como gran referente de lo que digo. Y creo que para 2020 quién sabe cómo y dónde estaremos, pero muy posiblemente el ciclo económico será otro. Los Juegos pueden ser un impulso económico directo (empleo, turismo, proyección mundial...) para Madrid y para toda España, así lo creo. También pienso que un gran evento mundial como este transforma a una ciudad y le da un gran impulso mundial a nivel de imagen difícil de calibrar con datos objetivos. Ese empujón a Madrid en el mundo sería, pienso, muy positivo para todos. Por último, ciñéndome al deporte, creo que la organización de los Juegos supondría una inyección de moral y también de recursos económicos para cuidar y relanzar el deporte de base, que tan necesitado está de apoyos. Quizá me equivoque, pero creo que si el sábado escuchamos el nombre de Madrid tras las palabras "a la ciudad de..." y nos convertimos en organizadores de los Juegos de 2020, esta alegría podría llenarnos de moral y autoestima, podría reforzar nuestra confianza como país. Juntos podemos lograr cosas, poder convencer al mundo de nuestra capacidad. 

Una encuesta realizada en agosto y encargada por el comité organizador de Madrid 2020 revela que el 91% de los españoles apoya la candidatura. Es curioso que esta cifra es menos entre los habitantes de la ciudad de Madrid (83%) y los de al Comunidad (91%) que entre los ciudadanos del resto de España (96%). Igual ocurre cuando los encuestados son preguntados sobre si Madrid 2020 sería beneficioso para la economía española. Un 88% cree que sí, frente a un 12% que opina lo contrario. En Madrid quienes creen en esos beneficios de los Juegos son un 83%, en la Comunidad un 87% y en el resto de España ¡un 99%! Por último, los encuestados también creen que los Juegos supondrán una mejora de la imagen y la percepción de la marca España. Un 89% así lo piensa. Este porcentaje es del 87% en Madrid, del 89% en la Comunidad y del 94% en el resto de España. ¡Vamos, Madrid!

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