Nueva masacre en Siria

 
Ante la vergonzosa pasividad de la comunidad internacional, que sigue mirando para otro lado, Siria continúa desangrándose en una guerra que ha costado la vida a decenas de miles de personas. Masacre tras masacre, el régimen de Al Assad y los rebeldes sirios que se levantaron en armas contra el dictador hace dos años se enfrentan por todo el país. El tirano ha dado muestras de que está dispuesto a cualquier cosa en su huida hacia adelante para conservar el poder. Hace tiempo que demostró que exterminar a una buena parte de la población siria no era un obstáculo para él. Es lo que lleva haciendo todo este tiempo. Como el mundo ha mirado otro lado, sobre todo por el impresentable apoyo que siguen ofreciendo Rusia y China al sanguinario régimen de Al Assad, pero no solo, el conflicto se ha ido recrudeciendo y, como es natural, han surgido sectores radicales y extremistas en las filas de la oposición. ¿Acaso se podía esperar otra cosa de esa actitud de dejar pudrirse el conflicto que ha adoptado el mundo?

La oposición siria denunció ayer un ataque con armas químicas cerca de Damasco, en el suburbio de Ghuta. Las estremecedoras imágenes ofrecidas por los opositores, que no se pueden contrastar, reflejan filas de cadáveres y heridos afectados por convulsiones y otros efectos que causa el gas nervioso. Hay fuentes que hablan de que el ataque dejó 1.420 muertes. El régimen sirio reconoce que atacó a ese núcleo de población, por ser foco de los rebeldes, pero con armamento tradicional. Estos días, precisamente, hay una misión de Naciones Unidas encargada de estudiar si se está utilizando armamento químico contra la población. Eso sí, ya han dejado claro que no se pasaran por el barrio donde ocurrió la tragedia. La ONU lo tiene que negociar con el tirano y Rusia y China vetaron anoche cualquier resolución de condena contra Siria en una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.  El hotel donde se hospedan los enviados de la ONU está a un cuarto de hora del suburbio donde presuntamente ocurrió el ataque químico. Una muestra más de la poca efectividad de este organismo mundial a la hora de prevenir y resolver conflictos.

Rusia y China deben ser señaladas como lo que son: cómplices de las matanzas que está perpetrando el régimen de Al Assad. Por interés geoestratégico y económico, estos dos países han apoyado sin fisuras a la dictadura siria todos estos meses y nada indica que vayan a dejar de hacerlo. La cifra de muertes que cargarán sobre su conciencia ha ido aumentando de manera brutal, pero ellos no han hecho otra cosa que decir que la violencia es por las dos partes y proteger a su querido dictador. Los dos países tienen asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por lo que cuentan con derecho de veto. Esto quiere decir, y es lo que ha significado todo este tiempo, que los dos aliados de Al Assad no permitirán ninguna condena seria al régimen sirio en ese órgano de la ONU. Ayer, todo quedó en un lamento y honda preocupación por lo sucedido. Fuentes rusas, de hecho, señalaron a los rebeldes como causantes de este ataque. Eso, a pesar de que no existe el menor indicio de que las tropas opositoras cuenten con armas químicas. 

Ante la actitud de Rusia y China, a los que no les importa seguir manchándose las manos de sangre en Siria, una actuación bajo el paraguas de Naciones Unidas resulta muy complicada. Prácticamente imposible. Pero, ¿qué se puede hacer para frenar la masacre? Estados Unidos ha puesto siempre como línea roja para dar un paso al frente en Siria el uso de armas químicas. La denuncia de ayer no es la primera de utilización de este tipo de armamento contra la población siria, recordemos que la inteligencia británica y la israelí alertaron de otros ataques químicos hace meses. Veremos si sus palabras siguen cayendo en saco roto o de verdad se deciden a impulsar alguna intervención que busque frenar la masacre constante en la que se han convertido aquel país. 

Se debe investigar el ataque denunciado ayer por la oposición siria pero, independientemente de las conclusiones que se saquen, lo más importante es que Siria continúa en una situación terrible de violencia y degradación ante la que la reacción de la comunidad internacional no puede seguir siendo ni un minuto más esta indecente pasividad e indecisión. Mientras en las reuniones de Naciones Unidas se debaten pamplinas y se discute sobre introducir este o aquel término en la resolución, cientos de sirios están muriendo cada día. No hay tiempo para seguir así. Es una urgencia humanitaria y social. Es una obligación moral. 

Termino con el llamamiento de la oposición siria en España para protestar contra estos hechos. Esta es la nota de prensa enviada ayer por la noche: 
"Ante las confirmaciones que nos llegan desde Siria de la que es la
peor de las masacres realizadas por parte del régimen sirio de Bachar
al Assad, la oposición siria en España llama a todo el mundo a
rebelarse contra la pasividad internacional. Asociaciones de sirios y
particulares no agrupados llaman a la protesta masiva en todas las
ciudades del estado.

En Madrid se convoca manifestación para este mismo sábado a las 12h en
frente de la embajada de Siria, en la plaza Platerias de Martínez
esquina Paseo del Prado."

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