La ventana alta

Nueva lectura del verano que comparto en el blog. En este caso, una novela negra: La ventana alta, de Rymond Chandler. El género negro tiene una serie de cánones clásicos y uno de los más importantes es el personaje central, el detective. En este libro, Philip Marlowe, que así se llama, cumple todos los requisitos que se suelen esperar del protagonista de una novela de este tipo. Es cínico, con un punto irónico, bastante aficionado a la bebida y que se mueve como pez en el agua en los bajos fondos. Un tipo que prefiere actuar al margen de la ley, con una relación no del todo buena con la policía y que siempre da al contestación adecuada, con una mezcla de ironía y autosuficiencia. Un tipo adorable, vaya.

El detective es el eje central de toda novela negra que se precie. En este caso, la historia está narrada en primera persona por Marlowe, un personaje francamente interesante en una obra con muy notables descripciones de personajes y escenarios de la historia. El punto de partida de La ventana alta es el robo de una valiosa moneda de oro de la colección personal de una mujer de clase alta, la señora Murdock. Ella sospecha de su nuera y encarga los trabajos del detective Marlowe para solventar ese asunto con la mayor discreción posible. Pronto descubriremos dos cosas: que el detective y su clienta no se soportan y que detrás de ese hurto hay mucha más tela que cortar.

Tirando del hilo, Marlowe se irá haciendo una idea de lo que se esconde detrás del robo. Se ve envuelto en un caso complejo, con muertes de por medio. La novela va creciendo. El detective trabaja para cumplir el encargo pero, como digo, en poco tiempo la investigación sencilla sobre un robo, del que se conoce, o se cree conocer, la culpable, se ve desbordada por un par de crímenes y por una serie de historias mucho más peligrosas y complicadas. Ahí va tomando cuerpo la historia. El narrador nos guía por el caso y los derivados. Lo más destacado, como digo, el personaje protagonista. Tiene todos los rasgos que se esperan de un detective privado. A todo lo antes referido, por supuesto, Marlowe también cuenta con una gran sagacidad que le hace mostrar interés por la sirvienta de la señora Murdock, muy mal tratada por aquella, y quien jugará un papel central en la resolución de la trama. 

El título de la novela hace alusión a un hecho del pasado del que no conviene hablar demasiado y que es el causante de muchos de los hechos que vienen después. En resumen, una novela clásica del género negro que no defraudará las expectativas de los aficionados a este tipo de obras y que es una recomendable lectura veraniega para pasar un rato entretenido, examinando a los personajes que van apareciendo por las páginas, porque ahí está la gracia, al menos para mí, de estas novelas: acompañar al detective en la investigación, sospechar de este o aquel personaje, interpreta el sentido de cada acto, las conversaciones o las verdaderas intenciones de cada persona que aparece en la novela. En ese sentido, La ventana alta es una grata lectura, veraniega o no, para disfrutar de una novela negra bien construida, de una historia interesante y bien narrada con un detective de los de toda la vida. 

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