Palestinos e israelíes retoman las negociaciones de paz

Al fin una buena noticia. Israel y Palestina retomarán las negociaciones de paz, según anunció ayer el secreto de Estado de Estados Unidos, John Kerry. Hay que recibir la noticia con la cautela a la que obligan los fallidos intentos anteriores de este conflicto de varias décadas que siempre ansiamos ver resuelto. Hay que ir paso a paso. Es un primer peldaño en el escalón hacia la convivencia pacífica de estos dos pueblos, si bien es verdad que ese primer peldaño ha sido pisado ya en anteriores ocasiones. Lo más complicado es ir ascendiendo más en la escalera que conduce hacia la paz. 

Las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos llevan tres años estancadas, por lo que el mero hecho de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente palestino, Abu Mazen, se vayan a sentar en una misma mesa es ya una gran noticia. Un logro destacable para Kerry. Había pocas esperanzas de que el canciller estadounidense lograra reanudar un proceso de diálogo en vía muerta, pero al final sí ha conseguido que se retomen las negociaciones. En su sexta gira por Oriente Medio en los últimos cinco meses, el responsable de la política exterior del gobierno estadounidense ha logrado su objetivo. "Sabemos que los retos exigen decisiones muy difíciles en las dos partes", explicó Kerry queriendo así reconocer el mérito de los representantes israelíes y palestinos que al fin han accedido a regresar a la mesa de diálogo.

Según fuentes palestinas, las negociaciones comenzarán en los próximos días. Al frente del proceso estará por parte israelí la centrista Tzipi Livni, ministra de Justicia, y por parte palestina el jefe negociador de la OLP Saeb Erekat. Se verán las caras la próxima semana en Washington. No ha sido fácil lograr esta reanudación de las negociaciones de paz. Resultó decisiva una reunión en Ramala entre el secretario de Estado estadounidense y el propio Abu Mazen. Pero las complicaciones y los obstáculos al buen desarrollo de estas negociaciones no han hecho más que empezar. Los mismos puntos de roce, con la cuestión territorial en el centro del debate, que en anteriores ocasiones y además la división en el seno de los palestinos.

En realidad, cuando Kerry afirma que es consciente de lo complicado que resulta para las dos partes tomar esta decisión está diciendo la pura verdad. Del lado palestino, Al Fatah es quien lleva estas negociaciones con Israel, pero el grupo está enfrentado a Hamas, organización que controla la franja de Gaza y que se opone al diálogo con los iraelíes. La división interna entre los palestinos es un obstáculo muy serio para que las negociaciones puedan triunfar y ser asumidos los posibles acuerdos por todos los palestinos. "Es una pérdida de tiempo y los palestinos no conseguirán nada de la ocupación israelí", declaró ayer el líder del grupo islamista, Ismail Haniya. Las fricciones entre estas dos corrientes palestinas son constantes. Desde 2007, Al Fatah controla Cisjordania y Hamas tiene el poder en Gaza. Hamas no reconoce a Abu Mazen como presidente palestino y se niega a cualquier tipo de diálogo con las autoridades israelíes. Es más, no reconoce el derecho de Israel a tener un Estado propio. Pero Abu Mazen es el único interlocutor de Israel en las negociaciones. Un problema no menor, una rémora con la que parte este proceso de diálogo. 

Del lado israelí, como de costumbre, las corrientes más derechistas de su gobierno de coalición se opondrán a cesiones en relación a las fronteras. Parece que Netanyahu sí está decidido a apostar por estas negociaciones de paz y varios medios apuntan a la más que probable liberación de presos palestinos en cárceles israelíes como gesto de buena voluntad y de disposición al diálogo. Además, la construcción de las colonias parece que ha aflojado el ritmo, según critican precisamente los miembros más a la derecha del gobierno israelí. Si difícil ha resultado devolver la vida al proceso de paz, moribundo desde 2010, qué decir  de la complejidad de llevar a buen puerto las negociaciones. De todos modos, el primer paso se ha dado. Será muy complicado, pero hoy estamos mejor que hace dos días en el conflicto palestino-israelí. Hoy la esperanza es algo mayor. 

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