El Real Madrid gana la Liga ACB

En el quinto y definitivo partido de la disputada final frente al Barcelona y ante su público, con un Palacio de los Deportes abarrotado, el Real Madrid conquistó la Liga ACB (ahora llamada Liga Endesa, por aquello del dinero que da el patrocinio de esta compañía). Los blancos hicieron un partido sensacional. Lo comenzaron arrollando con un parcial de salida de 10-0. El Barça, que nunca se da por vencido, al que jamás se puede minusvalorar, luchó por meterse en el partido y lo logró, de tal forma que se puso por delante entrado el segundo cuarto. Pero la superioridad de los locales ayer era bastante clara y, hecha la salvedad sobre el carácter y la garra de los azulgranas, lo cierto es que el encuentro no pasó por ninguna fase en la que el Madrid llegara a inquietarse en exceso. 

Al final, victoria de 79-71 para los blancos. Un triunfo cimentado sobre el gran rendimiento de Felipe Reyes (MVP de la final y admirable ejemplo de profesionalidad y entrega), que anotó 14 puntos  capturó cinco rebotes; la resurrección de Rudy Fernández, desaparecido durante toda la serie de la final, pero que ayer fue el máximo anotador de su equipo con 15 puntos) y también el magnífico partido que se marcó Tremmell Darden (13 puntos, 7 rebotes y dos asistencias). Probablemente, el mejor partido desde que está en el Madrid de un jugador que cada día que pasa gusta más a la afición blanca. 

En el Barcelona, quienes se echaron el equipo a la espalda fueron Sarunas Jasikevicius (23 puntos, 1 rebote, 2 asistencias) y un extraordinario Joe Ingles (25 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias). Juan Carlos Navarro forzó para intentar ayudar a su equipo a vencer el quinto partido y ganar una nueva ACB, pero no estaba en condiciones. Salió al comienzo del encuentro y se vio pronto que no se había recuperado, que no podía por mucho que su personalidad de campeón indomable le llevará a probarlo. Fue una mala noticia para los visitantes, que sin su jugador franquicia sufren mucho frente al Madrid, un equipo al que han plantado cara durante toda la final y junto al que han protagonizado una serie preciosa, el mejor final posible a la liga. 

Han sido partidos muy disputados, en los que los dos equipos han puesto toda la carne en el asador. Comenzó ganando en casa el Madrid para ver cómo el Barça se llevaba el segundo partido. La final viajó al Barcelona y allí el conjunto blanco se llevó el tercer partido, por lo que ponía al equipo azulgrana contra las cuerdas. Superó el match ball en el cuarto partido y todo quedó abierto para el quinto, disputado ayer. El Real Madrid podía lograr algo que llevaba 20 años sin conseguir: ganar un título en su cancha ante su afición. El Palacio de los Deportes vistió sus mejores galas y los aficionados madridistas, quienes este año han disfrutado con un equipo que, carencias puntuales al margen, juega muy bien al baloncesto, no olvidarán la noche gloriosa en la que vieron a los suyos alzar el título de Liga. 

Es el broche de oro a una temporada de baloncesto en la que los blancos también llegaron a la Final Four de la Euroliga, aunque no pudieron conseguir conquistar el título europeo. Barcelona y Madrid se dedicarán a partir de ahora a planificar la plantilla para la próxima temporada. Presumiblemente habrá más cambios en las filas culés, por una cuestión de renovación generacional. En todo caso, nada se puede reprochar a los de Xavi Pascual. Absolutamente nada. En el Madrid, sus aficionados han estado toda la temporada repitiendo un lamento que tiene un fondo de verdad: ay si tuviéramos un pívot dominante en la zona, de esos que marcan la diferencia (Felipe Reyes queda al margen de ésta y todas las demás críticas, por supuesto, porque lo suyo es estratosférico). Más poderío en la pintura es lo que muchos han echado en falta en un año que, por lo demás, ha sido realmente positivo para los blancos.

El club tiene la convicción de que el grueso de la plantilla está hecho, que no hay que volverse loco con fichajes o ventas. Las justas han de hacer, porque de lo que se trata tan sólo es de encontrar un par de refuerzos que apuntalen un equipo joven con estilo propio y grandes aspiraciones futuras.  Acabo con una alegría para los aficionados al baloncesto en forma de dato. La final tuvo una audiencia media de 2.803.000 con un 14,7% de share. Es un dato muy bueno, similar al obtenido por el Brasil-Méjico de fútbol en Cuatro (2.806.000, 16,4%). Una satisfacción para los seguidores de deporte de la canasta que ahora pensamos ya en el Eurobasket, donde son esperables varias renuncias de jugadores de primer nivel como los Gasol, Ibaka o Navarro. Veremos.  

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