El presidente del gobierno anunció el fin de semana que los datos de paro registrado de mayo que conoceríamos hoy serían "esperanzadores". No sé si ese es el adjetivo más adecuado, por lo que tiene de estacional esta cifra, pero sin duda es una alegría, una muy buena noticia. El paro bajó el pasado mes en 98.265 personas. Es el mejor comportamiento del empleo en un mes de mayo en toda la serie histórica. Además supone el tercer mes consecutivo con reducción del paro. Los afiliados a la Seguridad Social crecen en 134.666 personas con respecto a abril.
La cifra total de desempleados es de 4.890.928 personas. Por sectores, el paro bajó en mayo en todos ellos. Especialmente, en el sector servicios (61.336 parados menos, una reducción del 1,97%), en la construcción (18.637, -2,5%), en la agricultura (9.405, -4,5%), en la industria (8.851, -1,6%) y casi imperceptible fue la caída del paro en el colectivo sin empleo anterior, ya que tan sólo se registraron 36 desempleados menos, un exiguo 0,01% menos que en abril.
Mayo siempre ha sido un mes bueno para el empleo, pero nunca tanto como éste. Estamos ante el mejor mes de mayo desde que existen registros. Hasta ahora, el mejor era el de 2005, cuando el desempleo cayó en 88.552 personas. De los últimos años, el paro sólo creció en este mes en 2008, en plena implosión de la crisis económica, cuando aumentó en 15.000 personas. El año pasado, el paro cayó en este periodo en 30.113 personas, por lo que la bajada de este mayo de 2013 triplica el descenso del ejercicio anterior.
Lo dicho, un buen dato, sin ninguna duda. Un alivio. Un respiro a la asfixiante situación del desempleo en España. Bienvenida es. Muy bienvenida. En primer lugar, para esas cerca de cien mil personas que al fin han encontrado un empleo. Es una gran noticia. ¿Supone un cambio de tendencia? Ahí está la clave, es donde se debe analizar este dato. Son tres meses ya bajando el paro desde marzo. Cierto es que han sido tres meses en los que, Semana Santa de por medio, todo jugaba a favor de la creación de empleo. Un factor estacional como el que tradicionalmente hace que en mayo descienda el paro.
Para saber si este dato, que es magnífico, insisto, es realmente esperanzador, entendido este adjetivo como un síntoma de cambio de tendencia, quizá es demasiado pronto. Las previsiones de todos los organismos internacionales y del propio gobierno es que el paro a final de 2013 será aún mayor que en el ejercicio anterior. Según todas estas previsiones, no habríamos tocado fondo. Por eso miramos con inquietud al futuro. Deseando ardientemente que este buen comportamiento del mercado laboral en mayo no sea un hecho aislado, sino una señal esperanzadora para el futuro. No se puede dejar de reconocer la casi heroicidad que supone que el desempleo caiga en 98.265 personas en una economía en recesión como la española (caemos un 0,5%). Ojalá este dato sea un indicio de la recuperación. Es pronto para echar las campanas al vuelo, pero este alivio del mes de mayo al menos nos hace tener algo más de confianza en el futuro y despertarnos con una alegría, con la satisfacción de ver reducido el desempleo, que mucha falta nos hace.
Para saber si este dato, que es magnífico, insisto, es realmente esperanzador, entendido este adjetivo como un síntoma de cambio de tendencia, quizá es demasiado pronto. Las previsiones de todos los organismos internacionales y del propio gobierno es que el paro a final de 2013 será aún mayor que en el ejercicio anterior. Según todas estas previsiones, no habríamos tocado fondo. Por eso miramos con inquietud al futuro. Deseando ardientemente que este buen comportamiento del mercado laboral en mayo no sea un hecho aislado, sino una señal esperanzadora para el futuro. No se puede dejar de reconocer la casi heroicidad que supone que el desempleo caiga en 98.265 personas en una economía en recesión como la española (caemos un 0,5%). Ojalá este dato sea un indicio de la recuperación. Es pronto para echar las campanas al vuelo, pero este alivio del mes de mayo al menos nos hace tener algo más de confianza en el futuro y despertarnos con una alegría, con la satisfacción de ver reducido el desempleo, que mucha falta nos hace.
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