Israel ataca al régimen sirio

Ayer escribíamos sobre el recelo de Barack Obama ante una intervención sobre el terreno de las tropas estadounidenses en Siria. El presidente estadounidense declaró en una rueda de prensa en Costa Rica que estudian otras opciones militares, entre las que podrían estar armar a la oposición o hacer bombardeos selectivos. Bien, pues parece que esta última opción es por la que ha optado Israel. Según distintos medios, el ejército israelí habría bombardeado contra un cargamento de misiles enviados por Irán a Damasco para ser entregados al grupo chií libanés Hizbolá. Según la televisión oficial siria, Israel también habría atacado un centro de investigación militar del régimen

Esta intervención de Israel en el conflicto sirio supone un cambio significativo. Las autoridades de Tel Aviv llevan tiempo advirtiendo de que no permitirían que se siguieran entregando armas en territorio sirio al grupo libanés Hizbolá, considerado terrorista por Israel, Estados Unidos y la UE. Aunque las autoridades israelíes no han confirmado el bombardeo de hace un par de días contra los misiles Fateh enviados por Irán, fuentes de servicios de inteligencia de países occidentales citados por distintos medios confirman este extremo. El ataque de esta pasada madrugada contra el centro de investigación militar de Jamraya del régimen de Al Assad habría tenido la misma finalidad.

Medios israelíes citan a fuentes del gobierno judío que recalcan su mensaje de que no permitirán la transferencia de armas a grupos terroristas. El envío de armamento sofisticado a su enemigo Hizbolá o incluso la posibilidad de que armas químicas caigan en manos de grupos islamistas radicales tras una hipotética caída descontrolada del régimen de Al Assad.  son dos líneas rojas que Israel se han marcado. No es la primera vez que Israel ataca en territorio sirio para evistar que lleguen nuevas armas a Hizbolá. El pasado mes de enero ya bombardeó un convoy que se dirigía hacia Líbano presuntamente cargado de misiles con destino a este grupo chií. 

El escenario sirio, como comentábamos ayer, no para de empeorar. La guerra civil entre el régimen de Al Assad, que emplea armas químicas contra sus ciudadanos, y los rebeldes, donde están ganando posiciones grupos yihadistas radicales, amenaza ahora con extenderse a toda la región y hacerla saltar por los aires. No se puede estudiar este conflicto de una manera aislada. Israel tiene mucho que decir en todo esto y se siente amenazado ante cualquier escenario posible. El régimen de Al Assad es aliado de Hisbolá e Irán, dos enemigos íntimos de Tel Aviv. Pero dentro de los rebeldes hay facciones islamistas radicales que impiden completamente que Israel pueda ver en ellos una alternativa viable y positiva para su seguridad en el futuro. Entre medias, Estados Unidos, que no quiere dar la impresión de estar parado ante una guerra tan sangrienta como ésta, pero que anda con pies de plomo y descarta una intervención directa.

Bombardeos selectivos como los que ha hecho Israel parecen ser la forma de actuar en el conflicto mejor vista por la Administración Obama, que ha dicho que no opinará sobre estos ataques de Israel hasta que el gobierno de aquel país los confirme y que, en cualquier caso, siempre defenderá el derecho de su aliado en la zona a defenderse ante posibles amenazas a su seguridad. Veremos cuál es la reacción del régimen de Damasco ante estos ataques de Israel en territorio sirio. Lo que está claro es que este movimiento de Israel añade una complejidad mayor al problema y aporta otro elemento a tener en cuenta que en realidad nunca se ha olvidado, pues Israel es un actor clave en la zona. El polvorín sirio se presenta cada vez más incierto. 

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