El Madrid vuelve a una final de la Euroliga 18 años después


El Real Madrid es uno de los grandes del baloncesto europeo, no obstante tiene ocho Euroligas. Pero hay una generación de aficionados que no han visto a un capitán blanco alzar el trofeo que acredite a su equipo como el mejor de Europa. 18 años después, el Real Madrid vuelve por sus fueros y disputará la gran final de la Euroliga. Londres es el escenario. Este domingo, a las 21 horas. Una cita con la historia en la que los blancos se verán las caras, guiño del destino, con el Olympiacos, su rival en la última final de la máxima competición europea que disputaron (y ganaron).

La semifinal de ayer que enfrentaba al Real Madrid con el Barcelona en un duelo fratricida entre dos equipos españoles fue extraña, realmente extraña. Los azulgranas dominaron con claridad el primer y el tercer cuarto, mientras que los blancos se adjudicaron con holgura el segundo y el cuarto. Sergio Rodríguez (12 puntos y 9 asistencias) y Felipe Reyes (17 puntos y 5 rebotes) fueron los dos pilares del Madrid para lograr su pase a la final. Desaparecidos durante gran parte del encuentro Carrol (2 puntos), Rudy Fernández (8) y Mirotic (6). Notable, como siempre, Sergio Llull (13). En el Barcelona hizo un partido prodigioso, demostración  de la gran calidad que atesora, el ex jugador blanco Ante Tomic (18 puntos y 12 rebotes) con un magistral Marcelinho Huertas en la dirección (19 puntos, 6 rebotes y 2 asistencias) y un modesto Juan Carlos Navarro (9 puntos).

El Real Madrid pasó por varios momentos realmente delicados durante el partido. Probablemente el más duro fue cuando a falta de siete minutos caía de 9 (61-52). Aparecieron entonces el Chacho y Felipón para darle la vuelta al luminoso y poner patas arriba el encuentro. El base canario está haciendo una temporada excepcional y, en cuanto al pívot cordobés, hace ya tiempo que se acabaron  los calificativos para resaltar su coraje, su espíritu competitivo, su capacidad de liderazgo, su valentía. Es un ejemplo de profesionalidad. En 19 minutos anotó17 puntos. Sin duda, fue el gran revulsivo del conjunto blanco. Se echó el equipo a la espalda. En el momento decisivo del encuentro, el Madrid resurgió gracias a su capitán y al base que se divierte en la cancha. Los dos tuvieron gran parte de culpa de ese 2-15 de parcial a favor de los blancos que sentenció el encuentro. El Barcelona, por su parte, se apagó. 

67-74 terminó el encuentro. El Real Madrid vuelve a una final de la Euroliga 18 años después. Tanto ha llovido que entonces no se llamaba así, sino Copa de Europa. No se puede echar en cara nada al Barcelona. Lo dio todo, pero al final fue superado por los blancos. Hicieron un gran partido. Sobre Tomic, muchos no necesitábamos ver un partido como el de ayer para decir que el Madrid se equivocó dejándolo marchar. Es verdad que aquí su rendimiento, y sobre todo su actitud, dejó bastante que desear, pero no hace falta ser ningún sabio del baloncesto para percatarse del enorme potencial de este jugador. Puede ser un pívot dominador, determinante en el baloncesto europeo, sin ningún género de dudas. El partidazo que se marcó ayer lo demuestra. En el Madrid no creyeron en él y están en su derecho, pero parece claro que se equivocaron. 

El partido de ayer tuvo una audiencia media de 1.879.000 espectadores con un 12,3% de share en La 1 de TVE. Gran noticia para el deporte de la canasta. Ahora los blancos se enfrentarán al Olympiacos, viejo conocido, en la finalísima de la Euroliga. Griegos y españoles han protagonizado algunos de los partidos más memorables del continente. Contra todo pronóstico, el Olympiacos arrolló al CSKA de Moscú, gran favorito en su semifinal y, probablemente, también en la Final Four en su conjunto. Pero esto es el baloncesto. Se dio la sorpesa y ahora el título de campeón de Europa de 2013 se lo jugarán dos grandes del baloncesto del viejo continente. El Real Madrid quiere volver a la élite y conquistar la novena Euroliga. La historia les espera el domingo en el 02 de Londres. 

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