Atentado terrorista en Londres

Las imágenes son estremecedoras. Dos jóvenes asesinaron a machetazos a un soldado en el barrio londinense de Woolwich. Al parecer, podría tratarse de un atentado terrorista islamista. Al menos esa es la hipótesis que manejan los investigadores y eso se deduce del mensaje de uno de los presuntos asesinos del soldado: "Queremos empezar una guerra en Londres esta noche. Juramos por Alá que nunca que nunca dejaremos de combatiros". Los presuntos terroristas responderían a un perfil visto en los últimos meses en otros países como el asesino fundamentalista Mohamed Merah, que asesinó a tres niños y un profesor en una escuela judía en Francia; o el más reciente caso de los hermanos Tsarnaev que atentaron en el maratón de Boston el pasado febrero. Un perfil de radical anónimo, no necesariamente subordinado a una red terrorista, que emprende la yihad por su cuenta y de forma individual. Es pronto para sacar conclusiones sobre el atentado en Londres, en cualquier caso.

Hay otro rasgo común a estos fanáticos y es la exposición pública de sus atentados terroristas. Quieren público, quieren exhibir lo que hacen. Fue evidente en el atentado contra la maratón de Boston, en el lugar con más cámaras de televisión de la ciudad en aquel momento debido a este centenario evento deportivo que reúne cada año a miles de personas. Lo ha sido también en este caso. En plena calle, los dos presuntos terroristas asesinaron con sendos machetes a un soldado e intentaron después decapitarlo. El vídeo grabado por un testigo del asesinato es impactante. Se ve a un joven con las manos ensangrentadas explicando las razones por las que habían cometido esa ejecución pública: "las únicas razones por las que hemos hecho esto es porque los musulmanes están muriendo cada día. Este soldado británico no es más que ojo por ojo, diente por diente". 

Los dos atacantes fueron abatidos por la policía y hospitalizados en distintos centros médicos. Uno de ellos se encuentra en estado grave y tuvo que ser evacuado en helicóptero. El atentado ha conmocionado al Reino Unido, provocando una reacción minoritaria pero muy alarmante de rechazo y ataques a la comunidad musulmana en aquel país. El primer ministro británico, David Cameron, se encontraba en París para asistir a la cumbre europea en Bruselas y decidió regresar a Londres. En una breve declaración en la capital francesa, aseguró que "hemos sufrido estos ataques antes. Siempre hemos contestado mostrando el indomable espíritu británico". También señaló que hay "grandes indicios" de que este brutal asesinato se trate de un atentado terrorista. 

Como decía, al presunto atentado le ha seguido una reacción fanática e igualmente odiosa de grupos de extrema derecha que han atacado mezquitas en Londres. Detrás de estos ataques contra la comunidad musulmana se encuentra, al parecer, la "Liga de Defensa inglesa", cuyo líder declaró ayer tras conocer el asesinato: "están cortando las cabezas de nuestros soldados. Esto es el Islam". Decenas de simpatizantes de este movimiento ultra se enfrentaron con la policía durante menos de una hora y corearon consignas racistas contra los musulmanes. Dos hombres fueron detenidos por ataques a mezquitas en el barrio londinense donde se produjo el asesinato. El responsable de una de esas mezquitas declaró que "la policía nos ha dicho que es demasiado pronto para vincularlo con lo que ha sucedido en Woolwich, pero los que estábamos aquí sentimos que se trata de algún tipo de venganza".

La comunidad islámica residente en el Reino Unido condenó de inmediato el atentado. Esta reacción de radicales minoritarios y no representativos de la sociedad británica es preocupante. Las autoridades llamaron a la calma desde el principio y es lo que deben seguir haciendo. El fanatismo religioso, el odio racial y esta clase de sentimientos deben ser combatidos. En situaciones como ésta se debe trabajar por mantener la convivencia entre las distintas comunidades religiosas del país. Porque ni los dos presuntos terroristas representan en absoluto a los musulmanes, ni los radicales extremistas que atacaron anoche mezquitas representan a los demás ciudadanos británicos. 

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