La guerra civil en Siria continúa dejando decenas de muertos al día, continuas violaciones de los Derechos Humanos y sigue sembrando de dolor todo el país. El ejército del dictador se enfrenta a los opositores, entre los cuales han surgido grupos extremistas que preocupan a la comunidad internacional y a los sectores más moderados de la oposición siria. Los opositores llevan ya tiempo denunciando el uso de armas químicas por parte del régimen de Al Assad. Ahora es Estados Unidos quien asegura que el dictador ha ordenado utilizar este tipo de armamento contra su pueblo. En su día, Barack Obama dijo que el uso de armas químicas era la línea roja que el tirano sirio no debía sobrepasar si no quería una intervención exterior. Tal vez por eso, este anuncio por parte de la Administración estadounidense ha sido muy cauteloso, para evitar que se interprete como el preludio de una actuación de Estados Unidos contra el régimen sirio.
La Casa Blanca ha anunciado que existen indicios para pensar que Al Assad ha empleado armas químicas, pero ha llamado a la cautela. Da la impresión de que lo último que le apetece en estos momentos a la Administración Obama es embarcarse en una nueva intervención militar, ahora que están reduciendo el repliegue de tropas en Irak y Afganistán. Miguel Rodríguez, director de Asuntos Legislativos de la Casa Blanca, ha dicho que "las evaluaciones de inteligencia" sobre el uso de armas químicas en Siria "no son suficientes" y ha asegurado que se necesitan "hechos creíbles y confirmados" para tomar alguna decisión que varíe la, hasta el momento, bastante pasiva actitud de Estados Unidos ante el conflicto sirio.
El portavoz de la Casa Blanca lo ha explicado así en una carta enviada a los dos senadores que están al frente del Cómite de las Fuerzas Armadas del Senado, el demócrata Carl Levin y el republicano John McCain. Puesto que Obama había señalado siempre que la utilización de estas armas era la frontera que no toleraría que el régimen sirio cruzara, el anuncio por parte de la Casa Blanca de que existían indicios de que ya se habían empleado armas químicas invitó en un primer momento a pensar en un cambio de estrategia de Estados Unidos en Siria.
Chuck Hagel, secretario de Defensa, fue quien anunció que sus servicios de inteligencia habían captado el uso de estas armas. Fue en declaraciones a la prensa en un viaje a Abu Dhabi. "No podemos confirmar el origen de esas armas, pero creemos que cualquier uso de armas químicas en Siria habría procedido muy probablemente del régimen de Asad", dijo. Según sus propias palabras, el gobierno sirio habría utilizada gas sarín contra la población, lo que supone "una violación de cualquier convención de guerra". La oposición republicana ha pedido que se intervenga en el conflicto creando un área de seguridad a la oposición para que opere en su lucha contra las fuerzas leales al dictador.
Según datos de la ONU, en la guerra siria han muerto, 70.000 personas desde que estalló la revolución en marzo de 2011. La comunidad internacional ha dado palos de ciego nombrando a mediadores internacionales al conflicto cuyos planes de paz han sido violados sistemáticamente por el régimen. En la actualidad, cunde la alarma en las cancillerías occidentales por la radicalización de un sector de la oposición siria. Se teme que armar a los rebeldes, decisión por la que apuestan varios países, provoque que caigan armas en manos inadecuadas próximas a Al Qaeda, incluso. Lo cierto es que la presión internacional a Al Assad ha sido muy reducida durante estos dos años, siempre frenada por los aliados del tirano en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Rusia y China.
Entre los países amigos de Siria, que es como se denominan a las potencias que buscan soluciones al conflicto, existe una división en torno a cómo articular la ayuda a la oposición. Es por ese temor a que el envío de armas tenga un efecto negativo y caiga en manos de grupos terroristas. Como el conflicto se ha alargado tanto, como se ha dejado pudrir de esta forma, al final han surgido grupos más radicales y violentos. Es lo que ocurre cuando se deja avanzar de esta forma un conflicto brutal como el que está desangrando Siria desde hace más de dos años.
La Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS), emitió un comunicado de prensa el pasado miércoles criticando unas declaraciones del ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo, en su visita al Líbano. En esas manifestaciones, el ministro recomendaba la vía política para resolver el conflicto. Los miembros de esta asociación dicen Margallo "parece olvidar el fracaso de dos mediadores internacionales de la ONU, el fracaso de la Conferencia de Ginebra, de las numerosas reuniones de Amigos del pueblo sirio, de las reuniones de las potencias de la zona y un sinfín más de encuentros que no han concluido en ninguna mejora de la situación".
En esa nota de prensa también denuncian que el régimen de Al Assad ha probado "sus armas químicas sobre su propio pueblo". Y critican la actitud de la comunidad internacional con respecto a Siria, en especial de quienes apuestan por una solución dialogada y política al conflicto, algo que ellos ya no ven factible. "El radicalismo es fruto de su inacción y de su embargo y será la única consecuencia de sus acciones si así lo deciden", afirman en el comunicado. Concluyen asegurando que pedirán al Consejo Nacional Sirio y al CNFORS que "dejen de considerar como amigos del pueblo sirio a España y a todos los países de la UE que voten a favor de mantener el embargo de armas contra el Ejército Sirio Libre". Consideran que "nadie entenderá que se llame amigos a quienes niegan la legítima defensa de nuestro pueblo".
En esta nota de prensa, enviada el martes, se alertaba como digo del uso de armas químicas por parte del régimen del Al Assad, algo que por primera vez constató ayer Estados Unidos. Está por ver en qué se concreta este anuncio por parte de la Administración Obama, que siempre señaló como línea roja el empleo de este tipo de armamento. De momento, se ha rebajado bastante la expectativa de una posible intervención ante este descubrimiento que también han denunciado otras potencias como Israel. Mientras, los ministros de los países miembros de la OTAN se niegan a dar un paso más en el conflicto sirio. Siguen defendiendo esa vía diplomática que, con mucha razón, los miembros de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio en España ven muerta y sin posibilidades de triunfar llegados a este punto. En una información del diario El País, se cuenta que varias fuentes de la Alianza Atlántica asegura que la OTAN "no tiene ninguna intención de intervenir dentro de Siria" y que "es un tema que ni siquiera se discute". Por lo tanto, pese a las evidencias de que el dictador ha usado armas químicas contra su pueblo, la comunidad internacional sigue mirando para otro lado, haciendo como que en realidad confía en el éxito de una solución política al conflicto.
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