Intrahistoria de la renuncia papal


La periodista Giovanna Chirri, de la agencia italiana ANSA, fue la primera en informar de la marcha de Benedicto XVI


“Papa Lascia Pontificato Dal 28/2” (El Papa deja el Pontificado el 28/2). Con esta escueta frase un teletipo de la agencia italiana de noticias ANSA sacudió el mundo a las 11:46 de mañana. Giovanna Chirri, vaticanista de la  agencia, fue la primera persona en dar la noticia. La primera persona, de hecho, en publicar la renuncia de un Papa. Hay que remontarse al año 1294 para encontrar un antecedente, cuando Celestino V abandonó el Pontificado. La imprenta se inventó en el año 1440, así que ningún periodista había tenido antes la ocasión de contar una renuncia papal.

La intrahistoria de esta noticia de alcance mundial supone una cierta reivindicación del latín, lengua muerta que es, sin embargo, la oficial de la Curia romana. Fue la elegida por Benedicto XVI para anunciar su abandono. Un inesperado scoop, que es el término anglosajón con el que se conoce en la jerga periodística a las noticias exclusivas.

 El 11 de febrero es día festivo en El Vaticano. Se conmemora el Tratado de Letrán, firmado entre la Santa Sede e Italia, por el que nació oficialmente el Estado vaticano. Desde ayer, habrá que añadir una nueva efeméride, y no menor, a esta fecha. La Historia con mayúsculas hablará de la renuncia de Benedicto XVI a sus 85 años. Contará las explicaciones ofrecidas por Joseph Ratzinger o las posibles causas ocultas del abandono tras el escándalo de la revelación de documentos secretos de El Vaticano en los que se reflejan encarnizadas luchas internas de poder.

Pero detrás de este gran acontecimiento histórico está la experiencia de una periodista de 54 años que cubría, junto a otros tres reporteros, una reunión ordinaria del consistorio de cardenales. En el orden del día, la canonización de los mártires de Otratto. Nada destacable. Un día anodino, y además festivo, en el que seguía el transcurso de la reunión a través de una pantalla. Al final del consistorio, el Papa lee un texto en latín. Breve. 15 líneas. Giovanna Chirri no puede creer lo que escucha, pero no duda de su conocimiento de la lengua muerta. Irónico guiño del destino. La periodista  está escuchando por boca del Papa que abandonará el Pontificado a finales de mes.

Palpitación agitada. Nerviosismo. Incredulidad. Mil sensaciones a la vez. Sabe que el Papa abrió una puerta a una posible renuncia en sus charlas con el periodista alemán Peter Seewalt recogidas en el libro Luz del mundo. Pero Chirri no esperaba algo así. A la conmoción que provoca estar asistiendo a un hecho histórico, se une la particularidad de que quien lo hace es una periodista. Su oficio es contar noticias y tiene entre manos una que justifica toda una carrera.

Sin dudarlo y con la premura innata a su profesión, llama a la sede central de la agencia ANSA, para la que trabaja. Busca comprobar la información. Confía en lo que ha oído y en su conocimiento del latín. Tiene el valor necesario para insistir en la publicación de la noticia. “Papa Lascia Pontificato Dal 28/2”. Detrás de esas cinco palabras está la historia de una reportera que anuncia al mundo un hecho trascendental, inédito en la Edad Moderna. Y lo hace la primera. El día menos pensado, cuando todo invitaba a pensar en una jornada anodina de trabajo, como si eso existiera en su profesión. Periodismo con el  latín como inesperado aliado. Los muertos que vos matáis…  

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