Corrupción: orden del día

Sobran informaciones de corrupción, o mejor dicho, sobra la corrupción. Últimamente llenan medio informativo de radio o televisión, ocupan páginas y páginas en los diarios, ríos de tinta sobre irregularidades, corruptelas y engaños. Hoy, el orden del día es muy amplio y variado. Luis Bárcenas, el hombre del mes, comparece ante la Fiscalía Anticorrupción que le preguntará por la presunta contabilidad en B del PP, del que fue tesosero y gerente durante años. Él ha negado en una entrevista televisiva que los papeles publicados  por El País estén escritos por él, ha negado que hubiera pagos en negro en el PP y ha dicho que todo es una manipulación para atacar al PP y a Rajoy. El escenario judicial de Bárcenas no acaba aquí, ya que también le ha llamado a declarar el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que le preguntará por la cuenta en Suiza en la que llegó a acumular 22 millones de euros. Por cierto, que ayer el juez halló ayer otra cuenta suiza de Bárcenas. Suma y sigue.

Hoy también declarará ante el fiscal anticorrupción, como testigo, el ex diputado del PP Jorge Trías Sagnier, que reconoció en un artículo en el diario El País haber presenciado pagos en B en el partido. Y mientras todo esto pasa, el argumento de defensa del PP está ya claramente definido: los papeles son una manipulación, son falsos. Se inclinan a pensar que Bárcenas escribió los papeles de seguido, cuando le echaron del partido. Se inventó todo como venganza, vienen a decir. Es asombroso, por cierto, lo dispuestos que están algunos en los medios de comunicación por defender al PP y desacreditar cualquier prueba sobre presuntas irregularidades. Con qué afán se han apresurado en sembrar dudas sobre la veracidad de los documentos. No dudo que haya gente que esté loca por hundir al gobierno del PP y atacar al partido, pero estos últimos días está quedando clarísimo que no le faltan hooligans a la formación de Rajoy dispuestos a asumir sus tesis y hasta su lenguaje (lo de apócrifo, acuñado por Rajoy, ha triunfado en algunos medios). Si todos tuvieran el mismo afán en destapar irregularidades al margen del partido que las cometa, cuánto mejor nos iría. Es decir, si todos los medios cumplieran siempre su labor de servicio público que deben desarrollar. 

De momento, el PP ha vetado cualquier comparecencia sobre el caso Bárcenas en el Congreso de los Diputados. Hacienda negó ayer a Bárcenas el derecho a acogerse a la amnistía fiscal. Eso contaron. Muy bien. Sucede que antes nos dijeron que Bárcenas no se había acogido a la amnistía fiscal y que, cuando lanzaron esta vergonzosa medida, aseguraron muy firmes que no se podría acoger a ella quien tuviera un proceso judicial abierto. Es decir, que poniéndonos en el mejor de los casos, a Hacienda se le ha colado Bárcenas. Bárcenas y quizás alguno más, porque el juez Ruz sospecha que hasta 21 imputados en el caso Gürtel podrían haberse acogido a la amnistía fiscal. Ha pedido datos a Hacienda. A estas alturas, no nos va a sorprender que la amnistía fiscal haya beneficiado a lo peor de cada casa, pero sí pone esto en una situación más delicada a Montoro, por mucho que se aferre a su actitud prepotente para mostrarse superior a todo el mundo que, con razones y argumentos claros, se muestra indignado por el coladero de la amnistía fiscal para presuntos delincuentes. 

Pero hay más eventos en el orden del día de la corrupción. Siempre pueden surgir, además, nuevos escándalos que sumar a los conocidos. Aquí todo es posible. En la agenda está marcado en rojo el día de hoy como el fin del plazo para Iñaki Urdangarin y Diego Torres para pagar la fianza de 8,2 millones de euros que les impuso el juez del caso Nóos. Si no pagan, el juez procedería a embargarles los bienes. Ayer se vio al duque de Palma entrando en el palacete de Pedralbes, quizás a recoger cosas, por lo que pudiera pasar. De entrada, no parece fácil que los ex socios lleguen a un acuerdo y paguen esta elevada cantidad de fianza de responsabilidad civil por las posibles responsabilidades que pudieran atribuirse a ambos en el caso Nóos. Los dos han recurrido la fianza, pero eso no modifica el plazo en el que deben pagarla: antes de las doce de la noche de hoy.

En Cataluña, mientras tanto, Artur Mas ha organizado una cumbre contra la corrupción a la que no ha invitado a ningún partido político. Sólo irán, digamos, las cabezas visibles de las instituciones catalanas que se asemejan a las de un Estado, el gran objetivo ideal del president. Estarán él, el defensor del Pueblo catalán y a otras instituciones judiciales y de control en Cataluña como el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña o el fiscal general de Cataluña, al que Mas podrá preguntar por la situación de Oriol Pujol, secretario general de su partido (CDC) para el que la fiscalía pide la imputación en el caso de corrupción de la concesión de puestos de las ITV. Según el fiscal, buscaba "lucrarse personalmente" en esta trama irregular. Un hermano de Oriol, en este caso Jordi Pujol Ferrusola, también está en el centro de mira de la justicia porque el juez Ruz ha preguntado a Hacienda si se acogió a la amnistía fiscal. Su ex pareja declaró ante el juez que le vio llevar dinero en billetes de 500 euros al país helvético. 

Una última reflexión sobre esta pestilente situación en la que vive España. Descrédito de la clase política, todas las instituciones del Estado bajo sospecha o salpicadas por algún escándalo, nuevos casos de corrupción que salen cada día, enfado colérico de los ciudadanos por esta podredumbre... Ante estos síntomas nefastos, un gran punto de apoyo, no sé si incluso una especie de tabla de salvación, sería la Justicia. Que los jueces actúen con total independencia y pongan luz sobre todos estos escándalos de corrupción, sería una luz de esperanza de las que tanta falta hacen en estos tiempos grises en nuestro país. En este sentido, hoy miramos al juez Ruz, como miramos también al juez Castro que investiga el caso Nóos y a tantos otros magistrados, con cierta esperanza en que nos demuestren que no todo está perdido, que la ley es igual para todos y que, de verdad, quien la hace la paga. La justicia es necesaria siempre, pero ante el grado de decadencia actual, se presenta como una pieza imprescindible, un pilar del tambaleante sistema español. 

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