Nuevas revelaciones sobre el caso Bárcenas

Hoy conocemos nuevos datos sobre el caso Bárcenas que acorralan aún más al gobierno de Mariano Rajoy. En este caso es el diario El País quien aporta jugosas novedades en la información que lleva hoy a portada. Bajo el titular "Los papeles secretos de Bárcenas", el periódico del grupo Prisa saca a la luz la contabilidad manuscrita del ex tesorero del PP entre los años 1990 y 2008. Se sabía que Bárcenas llevaba anotaciones a mano de las cuentas del partido, de las cuentas, presuntamente, irregulares, ajenas a lo que declaraba la formación. Esa información que los dirigentes del partido temían ver publicada y por la que Bárcenas habría estado amenazando a la cúpula del PP durante años, ha salido a la luz. Hoy podemos leer en el diario El País, en un gran acierto periodístico para este medio, esas cuentas, esos papeles de Bárcenas que eran los más buscados de la política española y que sin lugar a dudar centrarán el día de hoy y los sucesivos. 

La información aporta ingresos del PP, vía donaciones privadas de empresarios, y también pagos por retribuciones extraordinarias a dirigentes de la formación. Cada año, parte de esas aportaciones recibidas por el PP se ingresaban en una cuenta bancaria (del Banco de Vitoria, que después pasó a formar parte del Banesto) bajo el concepto de "donaciones". La ley sobre las donaciones privadas a los partidos políticos es clara. Hasta el año 2007 se permitían donaciones anónimas y desde entonces sólo se permiten donaciones que no sobrepasen los 100.000 euros. De lo publicado por El País no podemos deducir que las aportaciones de empresarios que menciona la información constituyan una prueba irrefutable de financiación irregular del partido, pero sí hay sombras de duda que el PP debe aclarar. Hoy mejor que mañana. Entre los empresarios que aportaron estas donaciones al partido, según el diario de Prisa, están Luis del Rivero, Juan Miguel Villar Mir o los tres empresarios imputados en el Caso Gürtel Pablo Crespo, Alfonso García Pozuelo y Juan Cotino. 

Interesante es la parte de la información que da cuenta de esos ingresos del partido, cuya legalidad deberá ser demostrada de forma convincente por el partido, como interesante es también lo relativo a los pagos a miembros de la cúpula del PP. Por primera vez se ponen nombres y apellidos. Desde el año 1997 se registran en los papeles de Bárcenas hechos públicos pagos a los secretarios generales y vicesecretarios generales del PP. Entre ellos figuran Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja, Francisco Álvarez-Cascos, Javier Arenas, Ángel Acebes, María Dolores de Cospedal y el actual presidente del gobierno, Mariano Rajoy. En efecto, Rajoy aparece mencionado en las cuentas de Bárcenas por primera vez en el 1997 con pagos semestrales de 2.100.000 pesetas o trimestrales de 1.050.000 pesetas. En 2002, pasa a su equivalente en euros sin verse beneficiado por el redondeo que imperó en aquel tiempo, por cierto: 12.600 euros semestrales o 6.300 euros cada tres meses. En total, 25.200 euros al año. Aparece mencionado hasta el 2008. 

La clave aquí está en saber si los receptores de esos pagos declararon las retribuciones a Hacienda. Si no, estaríamos hablando de que existe la sospecha de que el presidente del gobierno cometió una infracción fiscal, defraudó a Hacienda. Eso, éticamente más que legalmente, debería suponer su dimisión. Es urgente, pues, saber si esos presuntos sobrecogedores declararon el dinero y también conocer la procedencia del mismo. Si la llegada era escrupulosamente legal y no hay ningún motivo para pensar en financiación irregular, ya está tardando la dirección del PP en salir a anunciarlo. Si piensan que, tras esta información, van a poder seguir manejando los tiempos (tienen previsto esperar a conocer los datos de la auditoría interna que han encargado a la actual gestora del PP) han perdido la noción de la realidad. Uno de los dos grandes del país, el partido que da sostén al gobierno, no puede seguir con esta sombra de la duda sobre su cabeza. Máxime cuando entre las personas que deben dar explicaciones se encuentra el mismísimo presidente del gobierno.

No sólo se incluyen en las cuentas de Bárcenas pagos a la cúpula del partido, también entregas esporádicas de dinero a ministras (una entrega a Ana Palacio, dos a Pilar del Castillo) así como gastos ordinarios del partido entre los que se incluye un pago de 9.100 euros en el año 2006 bajo el concepto de "trajes Mariano". Lo del PP con los trajes resulta muy inspirador para dibujantes gráficos o guionistas de comedias. En todo caso, al margen de las bromas, la información es de una gravedad enorme. 

Ciertamente, las noticias que hoy nos cuenta El País, de por sí, no demuestran que se hayan cometidos delitos. Las donaciones podrían ser todas escrupulosamente legales y todos los receptores de los pagos de Bárcenas podrían haber declarado el dinero. Sí, por poder, podría. Pero no es menos cierto que la noticia es alarmante y provoca muchas dudas y sospechas. Sobre si declararon o no el dinero, sería sorprendente que ahora salieran quienes negaron haber recibido sobres a decir que en realidad sí los recibieron, pero que los declararon. En todo caso, si no hay nada de lo que temer ni nada que esconder, el PP debe salir al paso de estas informaciones de manera urgente. La mera intuición de que no puede hacerlo porque algo hay detrás es terrible. Llegó la hora de las explicaciones convincentes. Con todo lo que está cayendo, lo último que nos faltaba era la sospecha de que el presidente del gobierno podría haber cometido una infracción fiscal y que uno de los grandes partidos del país, el partido en el gobierno,  ha estado financiándose de forma ilegal durante años. 

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