Desolador, asfixiante, insoportable. Muchos adjetivos de este clase podemos utilizar para calificar los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2012. Adiós al respiro dado por las cifras de paro registrado en diciembre, seguimos en el páramo más absoluto, en el peor escenario imaginable, en la peor cifra de paro de nuestra historia. Hay en España 5.965.400 personas que quieren trabajar y no pueden, lo que supone una tasa de paro del 26,02%. Lamentablemente, nada hace indicar que la tendencia se vaya a revertir. Más bien todo lo contrario, porque no hay más que ver las amenazantes intenciones en grandes empresas como las cajas intervenidas, Telemadrid o Iberia (por nombrar sólo tres que se me vienen ahora a la cabeza) sumado a ese incesante goteo de aumento del desempleo en las pequeñas y medianas empresas. ¿Hasta dónde vamos a llegar? No hemos tocado la cifra de 6 millones de parados, por muy poquito. No hay duda de que los alcanzaremos.
363.300 personas se quedaron sin empleo en el último trimestre del 2012. Esto significa que aproximadamente 3.000 personas se quedaron en el paro al día en nuestro país. Una situación terrible que lleva la cifra de ocupación a 16.957.100, el nivel más bajo desde 2003. Nada puede ir peor en cuanto al empleo se refiere, pero lamentablemente, insisto, no tenemos ningún elemento para estimar que hemos tocado fondo.
Ha disminuido también la cifra de población activa, 176.000 personas menos en el último trimestre del año anterior. No es un asunto baladí y este aumento se debe, especialmente, a la fuga de jóvenes menores de 25 años que huyen del país más bien de la ausencia de oportunidades laborales, hacia el extranjero. Un capital humano, un talento y unas ganas de demostrar todo lo que se sabe que el país está perdiendo. Un drama más añadido a estas cifras del paro, que tiene muchas caras, todas ellas tristes. La de los jóvenes que se encuentran con una tasa de paro superior al 50%; la de tantos y tantos trabajadores que llevan muchos años aportando al país y que ahora, con más de 50 años, se ven en el paro y con una situación muy alarmante; la de tantos padres y madres que están en el desempleo y no tienen para dar las más elementales necesidades a sus hijos.
Esto es lo que nos preocupa. Esto es lo que está sangrando a España. Esto es lo que está hundiendo al país. Esto es lo que está situando a los españoles en una situación asfixiante. Esto es a lo que los políticos deberían dedicarse casi en exclusiva. Esto es de lo que los ciudadanos esperan que hablen sus representantes. Esto es lo que refleja la peor cara la crisis. Esto es lo que a cualquier gobernante con una mínima sensibilidad social le ocuparía las 24 horas del días. Esto es la imagen más clara de lo que es nuestro país en esto momento, la mejor foto de la situación actual. Una situación dramática. Tantas y tantas vidas arruinadas, tantos y tantos sueños pospuestos, tantas y tantas angustias, tanto y tanto talento saliendo de España sin billete de vuelta. Los políticos que se dedican a otras cosas reflejan su irresponsabilidad e indecencia en estos momentos. Una situación que invita a intensos y multitudinarios movimientos sociales, porque no hay pueblo que resista algo así.
Comentarios