El personaje del año 2012 para la revista Time, el presidente estadounidense Barack Obama, anunció ayer varias propuestas para reforzar el control del acceso a las armas en su país. En su intervención dejó claro que el proceso de debate que se abre no será una comisión burocrática de seis meses, sino que espera que se tomen medidas para el control de armas de forma inmediata. Entre las propuestas están la prohibición de fusiles de asalto, la revisión de los antecedentes de los compradores de armas, la reducción del número de balas y reformas en la atención de la salud mental y en la educación. La propuesta llega tras la conmoción nacional que provocó la terrible matanza en una escuela infantil de Newtown que costó la vida de 27 personas, 20 de ellas, niños.
La gran duda es si esta vez sí se lograrán cambios o las propuestas para intentar evitar tragedias como esta quedará, como en ocasiones anteriores, en nada. Obama parece decidido a que no sea así y se logren cambios reales. Ha nombrado al vicepresidente Joe Biden como responsable del grupo de trabajo que presentará medidas en el final del mes de enero. Toda una declaración de intenciones. El presidente dijo ayer que "esta vez hay que pasar de las palabras a la acción. Tenemos que ser serios en intentar que algo como lo de Newtown no vuelva a ocurrir".
El vicepresidente Biden buscará acuerdos con el Partido Republicano, pero Obama dejó caer ayer que, en caso de no lograr el consenso, tomará alguna de esas medidas para el control de armas de forma unilateral a través de decretos. "Utilizaré todos los recursos de mi cargo para hacerlo", avisó. La intención del presidente parece clara: no dejar pasar el tiempo para que se borre de la memoria de los legisladores la terrible matanza de Newtown. Es lo que ha pasado otras veces y ha terminado abortando cualquier intención de limitar la venta de armas o al menos reforzar el control.
La poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) ha tardado unos días en hablar y finalmente se ha pronunciado a través de un comunicado para expresar su tristeza por lo ocurrido y para ofrecerse a debatir "propuestas significativas" para evitar estos actos de violencia. Mañana lo concretarán más en una rueda de prensa. La reacción de mucho estadounidenses ante esta matanza ha sido la de cuestionarse su histórica vinculación al derecho constitucional de poseer armas, pero otros siguen en sus trece e incluso refuerzan su posición al considerar que si algún profesor o el director del centro donde se perpetró la masacre estuvieran armados, podría haber acabado con el asesino y haber evitado la tragedia. Así, tal cual, lo defienden. Incluso hemos visto estos días posteriores a la tragedia de Newtown algunos profesores acudiendo a clases con armas y a algunos alumnos con chalecos antibalas.
Algo se está moviendo en Estados Unidos, pero es muy pronto para saber si esta disposición a reformar la ley para evitar este tipo de matanzas se materializa o no en medidas concretas. Las propuestas que esboza Obama pueden ser un muy buen punto de partido, mas habrá que ver en qué queda todo y hasta dónde es capaz de llegar esa intención presidencial de reforzar el control de armas. Sí pienso que Obama debe aprovechar este segundo mandato para dejar un legado para la posteridad. Para ganarse el Nobel de la Paz, para pasar a la historia como algo más que esa ilusión desbordante y ese hito histórico que representó en 2008.
Comentarios