Una semana para las elecciones en Estados Unidos



Dentro de una semana el mundo entero mirará a Estados Unidos. No lo hará por una tormenta tropical como sucede hoy con Sandy, sino por las elecciones presidenciales donde se enfrentarán el demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Romney. El gran día está a punto de llegar. El primer martes después del primer de noviembre, día de las elecciones. No sólo se elige presidente el próximo 6 de noviembre, sino que también  se votan muchas otras cuestiones como gobernadores de varios Estados, parte del Congreso federal y muchas consultas populares en referéndum. La campaña electoral en Estados Unidoses muy extensa y si a eso sumamos los meses y meses que fueron noticia las primarias en el Partido Republicano para elegir al rival de Obama podemos decir que estamos cerca del momento en torno al cual gira todo en aquel país desde hace más de un año.
 
Sandy también ha tenido efectos en esta parte final de la campaña. No sé si tendrá algún tipo de influencia en el voto pero sí ha obligado a suspender muchos actos de campaña. Obama, eso sí, ha apartado el perfil de candidato para asumir las funciones que corresponden a un presidente del gobierno en situaciones como ésta. El presidente está siguiendo las evoluciones de la tormenta tropical. Por su parte, Romney ha modificado también parte de sus actividades del final de campaña. Insisto, considero muy difícil determinar si este fenómeno meteorológico influirá de algún modo en el voto de los electores. Sucede que las fuerzas llegan tan igualadas que cualquier factor es tenido en cuenta y se seguirá de cerca la respuesta del presidente a este fenómeno sobrevenido.
 
Las últimas encuestas señalan una máxima igualdad entre Obama y Romney, con el candidato republicano ligeramente por encima. La cercanía entre los dos es tal que se habla con fuerza de la posibilidad de que ocurra algo similar a las elecciones del año 2000 entre Al Gore y George W. Bush en las que un candidato obtuvo más votos en el conjunto del país, pero el otro ganó en los Estados clave y logró por ello hacerse con la presidencia. Esa posibilidad se plantea en este caso debido a la igualdad que reflejan todas las encuestas. Los analistas coindicen en señalar desde hace mucho cuáles serán los Estado clave en estas elecciones: Florida, Virginia y Ohio. En este último Estado mantuvo de hecho un mitin Mitt Romney a pesar del huracán Sandy. Concretamente, Florida parece que será determinante en estas elecciones.

También se habla mucho de los sectores de la población que pueden resultar decisivos en estas elecciones. Así, se destaca la necesidad del Partido Demócrata de movilizar a aquellas minorías que apoyaron masivamente a Obama en las elecciones de 2008. No se trata tanto de evitar que voten por Romney, sino de evitar su abstención. Los afroamericanos y los latinos están entre estos sectores sociales que apoyan de forma mayoritaria a los demócratas. Las mujeres también prefieren a Obama, mientras que los hombres se muestran más partidarios de Romney.

Sobre las últimas encuestas, que como digo reflejan una situación de máxima igualdad, es interesante profundizar algo más porque, a pesar de que están tan cerca y desde luego es imposible deducir de ellas un resultado en las elecciones, sí nos hablan de una tendencia y hacen una fotografía del estado de la cuestión a pocos días de la cita con las urnas. En muchas de  las últimas encuestas que hemos conocido Mitt Romney está ligeramente por encima de Obama. Cuando comenzó la campaña Obama tenía una ventaja relativamrnte holgada sobre su rival. Es indudable que el candidaro republicano ha logrado hacer una buena campaña y mejorar sus expectativas de voto. En gran medida influyó el mal papel que jugó Obama en el primer debate, lo que le ha llevado a remolque durante el resto de la campaña. Teniendo en cuenta que no ha sido una campaña fácil para Romney (ahí está el vídeo en el que hablaba en privado despectivamente de un 47% de la población estadounidense que según él vive exclusivamente de ayudas estatales) es justo reconocer su mérito por lograr no sólo que haya partido hasta el final, sino incluso colocarse por delante de su rival.

Las encuestas, en todo caso, no aclaran mucho la situación porque esa igualdad máxima (no más de dos puntos de ventaja para Romney) se define como de empate técnico. Hay algunas, como el último sondeo de Gallup, que otorgan un punto de ventaja a Obama.  Pero, ¿qué decidirá estas elecciones? Como están tan igualdados, se cuentan todos los detalles. No es menor el aspecto del voto anticipado, al que los partidos, sobre todo el demócrata, han concedido mucha importancia. Tanto es así que Obama se convirtió en el primer presidente de la historia de Estados Unidos que vota a través de este sistema. Después de tantos días de intensa campaña, de tantos meses de debates políticos en Estados Unidos, ¿cuál será el aspecto clave en las elecciones del 6 de noviembre? Se ha hablado de la economía, siempre factor destacable en toda cita electoral. Los republicanos acusan a Obama de una mala gestión de la economía y presentan a Romney precisamente como una alternativa seria y un buen gestor frente a los errores del presidente. La tasa de paro está en una situación similar a la del 2008, cuando Obama llegó a la presidencia, y sus defensores argumentan que el presidente ha sabido plantar cara de forma acertada a la peor crisis económica desde el crack del 29.

¿Política exterior? La crisis provocada tras el asalto a la embajada de Estados Unidos en Libia irrumpió con fuerza en la campaña y la cuestión de Irán ha estado siempre presente, pero en absoluto la política exterior ha capitalizado el debate político. Las diferencias entre los dos candidatos no son excesivas y no parece que este factor determine un elevado porcentaje de votos. Es decir, son pocos los ciudadanos estadounidenses que sitúan esta cuestión en primer lugar a la hora de optar por uno u otro candidato. Las polémicas declaraciones de un gobernador republicano sobre el aborto tras violaciones ("Dios lo ha querido") tampoco parecen jugar un papel clave. Los debates éticos o sociales sobre cuestiones como el aborto, la sanidad o los derechos sociales de las minorías han entrado en la campaña, pero con menos peso del que tal vez se esperaba. Supongo que la pregunta más difícil que se puede formular ahora a un experto analista sobre el panorama político estadounidense es ¿qué decidirá las elecciones del próximo martes? Lo que muestran las encuestas y la sensación general es que Obama y Romney llegan muy cerca el uno del otro y que podemos estar ante una de las elecciones presidenciales más igualadas de los últimos tiempos.

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