Premios Príncipe de Asturias 2012

Un año más Oviedo ha sido por un día capital mundial del conocimiento, la solidaridad, las artes y la ciencia. La ciudad asturiana ha acogido la entrega de los más prestigiosos galardones de nuestro país, los Premios Príncipe de Asturias. La ejemplaridad de los premiados ha sido glosada por el Príncipe Don Felipe en su discurso más importante del año, en el que también ha hablado sobre la actual situación en España desde un punto de vista económico, ante la grave crisis que padecemos, pero también resaltando el valor de la convivencia el diálogo para resolver diferencias.
 
Esta parte del discurso ha sido una clara alusión a la cuestión nacionalista que llega desde Cataluña. El heredero de la Corona ha dicho que es hora también de pensar en qué España queremos para el siglo XXI. Ha señalado que les corresponde "legítimamente" a los responsables políticos y a las distintas instituciones trabajar para hacer frente a los problema actuales, en clara referencia al descrédito de la clase política y el conjunto de las instituciones del Estado en una parte de la población. Ha insistido Don Felipe en pedir diálogo, en destacar la importancia de la convivencia y en buscar juntos los objetivos comunes entre todos los españoles. Todo ello, ha dicho, dentro del Estado de Derecho y desde el máximo respeto a las leyes.
 
No hay duda de que las tensiones territoriales estaban detrás de esta intervención. Ha defendido una postur de moderación, llamando al respeto a las opiniones de los demás y recordando el marco de convivencia más largo y fructífero de la historia de nuestro país con el regreso de la democracia bajo el marco de la Constitución de 1978. No han faltado referencias a la crisis económica y a los que más sufren esta lamentable situación que ayer nos dejó un nuevo dato nefasto en cuanto al desempleo se refiere (la tasa supera por primera vez en nuestra historia el 25%) que esconde dramas personales muy duros a los que se ha de hacer frente. El Príncipe ha hablado también brevemente del Bicentenario de la Constitución de 1812, La Pepa, destacando su importancia histórica.
 
Don Felipe mostró su admiración hacia los premiados, admiración sin duda compartida. Daba gusto ver a esas personas tan relevantes en sus distintos ámbitos, presenciar tantas mentes ilustres reunidas en el Teatro Campoamor de Oviedo. La Cruz Roja y la Media Luna Roja, galardonada por su excepcional labor humanitaria en todos los países del mundo donde se necesita la acción de la red solidaria más grande del mundo. Se ha resaltado su papel en conflictos como el de Siria y en catástrofes naturales. Siempre están ahí sus voluntarios, jugándose la vida y mostrando lo mejor de la condición humana. Igual que hacen los voluntarios de los Bancos de Alimentos, también reconocidos por su formidable ejemplo de entrega y solidaridad con quienes más sufren la crisis en España.
 
Interesantes palabras en el discurso de la filósofa Martha C.Nusbaum, así como las del arquitecto español Rafael Moneo, premiado en la categoría de las Artes, defendiendo el aspecto artístico de su profesión y alentando a los nuevos arquitectos. No pudo acudir a la entrega de los premios el ganador del Príncipe de Asturias de las Letras, Philip Roth. El embajador de Estados Unidos en España leyó en su nombre unas palabras de agradecimiento donde el escritor celebraba que este galardón suponga un entendimiento de la complejidad de la sociedad norteamericana por parte de los lectores españoles. Los científicos Gregory Winter y Richard A. Lerner, merecen toda nuestra admiración y gratitud por su formidable trabajo que les ha valido el Premio a la Investigación Científica y Técnica. Por último, los futbolistas Iker Casillas y Xavi Hérnandez recogieron el galardón en la categoría de deportes. Un año más, ha sido un placer presenciar por televisión la entrega de los Príncipe de Asturias. Una cita cultural de primer orden que se celebra en Oviedo y reúne a personas ejemplares y admirables en su ámbito. 

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