Parlamentarios alemanes se reúnen con el 15-M

Hoy es el Día de la Fiesta Nacional y llega con la cuestión independentista en Cataluña en el centro del debate político. Un grupo de ciudadanos catalanes ha convocado una manifestación españolista en Barcelona. Mientras, en Madrid se celebrará el tradicional desfile militar, el más austero de los últimos años. En fin, que hoy se hablará mucho de España, de identidades, de naciones y todas estas cuestiones que, sin embargo, dejaré para mejor ocasión. Hoy voy a escribir sobre una noticia ciertamente no trascendente, pero sí interesante. Representantes del Parlamento alemán se reunieron ayer con miembros del movimiento 15-M, de Democracia Real Ya (DRY) y de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Nada salió de ese encuentro, pero desde mi punto de vista la noticia es el encuentro en sí mismo.
 
En concreto, diputados de la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Bundestag (el Parlamento alemán) se reunieron con representantes de estos grupos sociales. Había parlamentarios de todos los principales partidos políticos alemanes: la CDU de Merkel, los socialdemócratas del SPD, los liberales del FDP y Los Verdes. En esa reunión, los miembros del 15-M, DRY y la PAH entregaron a los parlamentarios alemanes un documento de 48 páginas en el que se muestran muy críticos con la política que está adoptando Alemania. En él señalan que "los bancos alemanes son los beneficiarios de las miserias españolas" y piden que no se lleven a cabo más recortes para la gente, que no es responsable de la crisis. También les expusieron realidades concretas de esta mala situación económica en nuestro país como el elevado número de desahucios, 500 al día, según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Dato que impresionó a los parlamentarios germanos.
 
Una de las diputadas alemanas que participó en el encuentro, Beate Müller-Gemmeke (Los Verdes) aseguró que "nos han impresionado los sólidos conocimientos de los temas que nos han planteado". Naturalmente, a la hora de valorar esta declaración hay que contar con el hecho de que la hace una responsable de una formación política, digamos, más próxima a este tipo de movimientos. No sé si los diputados de la CDU salieron con la misma impresión. Pero, en todo caso, eso no es lo más importante. Para los miembros de estos movimientos sociales lo verdaderamente relevante del encuentro es que el Parlamento alemán, con representantes  de todos los partidos, consideran a los movimientos sociales como sujeto político. Ésa es la clave y ése es el gran valor de la cita de ayer.
 
Fueron los propios miembros de la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Bundestag los que se pusieron en contacto con Democracia Real Ya para concertar esta reunión. "Hemos venido fundalmentalmente a escuchar", dijeron ayer los parlamentarios alemanes. Están de visita oficial en España y en los últimos días se han reunido con diputados españoles, sindicatos, empresarios, Cáritas y el Consejo Económico y Social. Han considerado relevante reunirse con representantes de los movimientos sociales para completar una visión real y ajustada a lo que de verdad está ocurriendo en nuestro país. Veremos si lo consiguen. Es importante que los diputados alemanes consideren que estos movimientos sociales son actores que han de ser tenidos en cuenta. Lo es para estos movimientos, pero lo es fundamentalmente como toque de atención para los políticos aquí en España.
 
Estaba claro que el principal argumento empleado por el 15-M y el resto de movimientos sociales presentes en el encuentro sería aquello de mostrar que los parlamentarios alemanes sí muestran interés por reunirse con ellos para conocer sus ideas y reclamaciones, mientras que los políticos españoles no les escuchan e incluso reprimen sus manifestaciones. Era de cajón que iban a emplear esta idea. Pero es que es un argumento difícilmente rebatible. ¿Acaso alguna comisión del Congreso de los Diputados español ha tenido alguna iniciativa como ésta en los últimos tiempos? No sólo no la han tenido, sino que una inmensa mayoría de los partidos políticos, excluyendo a los que ha querido sacar réditos electorales mostrando su simpatía por estos movimientos, han ignorado al 15-M o a los distintos actores sociales que han surgido en los últimos tiempos. No han mostrado el menor interés por entenderles, por acercarse a ellos, por escucharles.
 
¿De qué sirvió la reunión de ayer? ¿De qué servirá en el futuro? Muy probablemente de nada. Pero no es ésa la cuestión. La cuestión es que los diputados alemanes estiman que deben escuchar a los movimientos sociales para conocer la realidad en España. Y eso deberían pensar los políticos españoles. El descrédito creciente de la clase política es muy peligroso, pero en gran medida está en manos de la propia clase política revertir esta situación. Deben empezar por reconocer la situación actual, en la que cada vez interesan a menos ciudadanos sus batallistas dialécticas y cada vez hay más españoles que les señalan como un problema para el país. La distancia entre los ciudadanos y sus representantes es cada vez mayor y los políticos deben hacer un esfuerzo por reducirla. Eso para por escuchar a los ciudadanos. Sin demagogias ni movimientos electoralistas, pero también dejando de lado esa actitud ciega de ignorar lo que está ocurriendo en la sociedad española estos últimos tiempos. Porque algo se está moviendo, de eso no pueden tener duda los políticas, y en sus manos está afrontar el problema de cara.
 
No se trata de apoyar el 15-M o cualquier otro movimiento social de este tipo. No es eso de lo que estoy hablando. Hablo de unos políticos que cada día están más distanciados de la sociedad. De unos ciudadanos que están sufriendo los golpes de la crisis y no comprenden por qué son ellos los que tienen que pagar los platos que otros rompieron. Hablo de una corriente peligrosa de menosprecio de la clase política y ataques frontales al sistema democrático. Se debe coger el toro por los cuernos. Asumir que esto no funciona y hacer reformas. Llegar a acuerdos entre los partidos políticos, pero sobre todo escuchar siempre a los ciudadanos, abriendo más a ellos las instituciones y no rehuyendo reclamaciones justas como la reforma de la Ley Electoral o las listas abiertas.
 
 Por eso celebraría ver una imagen similar a la de ayer en la que, en lugar de diputados alemanes, fueran políticos españoles de todas las formaciones los que se sentaran en la mesa a escuchar a los movimientos sociales. Igual saldrían de allí con los pies fríos y la cabeza caliente, o igual saldrían "impresionados" como los diputados alemanes. Quién sabe. Lo que está claro es cómo deberían entrar: con ánimo de escucharles y de dialogar. Como un actor más, porque tampoco se puede caer en el error de pensar que el 15-M representa a toda la sociedad o a todo el pueblo español, porque naturalmente no es así y nadie les ha otorgado esa representatividad. Una última cuestión, los movimientos sociales aceptarían esta hipotética reunión porque no les resultaría más cómoda la postura actual de criticar a los políticos y despreciarles, ¿verdad? ¿Todos celebrarían que se diera un encuentro de este tipo?


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