Esta noche ha comenzado oficialmente la campaña para las elecciones autonómicas gallegas y vascas que se celebrarán el próximo día 21 de octubre. Dos citas con las urnas importantes, cada una con su particularidad, que anteceden a los comicios en la otra comunidad histórica: Cataluña, el 25 de noviembre. Empezando por Euskadi, no serán unas elecciones más porque se trata de las primeras elecciones autonómicas sin la amenaza de ETA. Además, por primera vez después de varios años, la izquierda abertzale estará en las papeletas bajo las siglas de EH Bildu. Las encuestas hablan de un aumento del voto nacionalista con un PNV vencedor seguido muy de cerca por EH Bildu. El PSE se hundiría y tampoco saldría bien parado de esta legislatura el PP vasco.
Las elecciones el 2009 dejaron un panorama que daba la opción de formar un gobierno no nacionalista en el País Vasco por primera vez en su historia democrática. El PP de Antonio Basagoiti dio su apoyo al PSE para que Patxi López fuera lehendakari. Durante este tiempo, el responsable socialista gobernó en Euskadi con el apoyo de los populares en una especie de oasis de entendimiento y diálogo inimaginable en el resto de España, hasta que los enfrentamientos por las políticas de recortes del gobierno central rompieron el consenso. Los sondeos dicen que estos dos partidos serán castigados por los electores. Veremos. Patxi López buscará poner en valor los logros de su mandato y en primer lugar señalara el final de la violencia etarra. En ese sentido, no sería acertado atribuirse el final de la banda en exclusiva. También se presentará como dique de contención ante los recortes del gobierno central. El líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, prefiere hablar más bien poco de las impopulares medidas económicas adoptadas por Rajoy y parece querer centrar su campaña en la amenaza del soberanismo. Su eslogan electoral "si tú no votas, ellos ganan" no deja lugar a dudas. También defenderá una postura antinacionalista UPyD, con un diputado en esta legislatura en la Cámara vasca, pero que lo perdería en estas elecciones según las encuestas.
Y en ese frente nacionalista estarán PNV y EH Bildu, de entrada, los dos grandes favoritos a la victoria en estas elecciones. Iñigo Urkullu busca devolver al PNV al poder después de estos tres años en la oposición, algo insólito para esta formación política que casi es sinónimo de gobierno en Euskadi. Está por ver cómo influye en la campaña electoral vasca el tema único que llega desde Cataluña: la independencia. Urkullu, a priori, no habla de independencia pero sí de buscar un nuevo estatus del País Vasco dentro de España antes de 2015. EH Bildu, con su candidata Laura Mintegi a la cabeza, sí entrará de lleno en esta cuestión. La presencia de la izquierda abertzale en las elecciones es sin duda uno de los elementos diferenciadores de esta campaña en relación a anteriores citas autonómicas. Las encuestas presentan a la formación en una situación sobresaliente con un gran apoyo electoral.
En Galicia, por otro lado, los partidos políticos se centrarán en otras preocupaciones. La de los partidos de la oposición será centrar el debate en la crisis económica y los recortes, mientras que Feijóo está haciendo denodados esfuerzos por distanciarse del PP nacional y del desgaste del gobierno central. Cuanto menos aparezca Rajoy en campaña y cuanto más autonómica y menos nacional sea la campaña, mejor. Eso parecen pensar en el PP gallego porque son conscientes de que les puede pasar factura el acelerado desgaste del PP desde que llegó al gobierno central. El Partido Socialista Gallego, con Pachi Vázquez a la cabeza, intentará todo lo contrario. No es que lleguen los socialistas gallegos en su mejor momento a esta cita con las urnas. Sin duda buscarán que las elecciones sean un plebiscito sobre la gestión del gobierno de Rajoy. En cuanto al resto de formaciones, el BNG llega dividido y la gran incógnita será saber cuántos votos puede conseguir arañar al PP la nueva formación creada por Mario Conde (esto es harina de otro costal y requiere comentario aparte) y qué tal se le da la cita al UPyD.
El 21 de octubre será un día muy importante para todos los partidos políticos que concurren a las elecciones, por supuesto, pero sin duda será trascendental para el PP y el PSOE, mirando estas elecciones desde el punto de vista de los dos grandes partidos nacionales. La victoria de Feijóo en Galicia en 2009 fue el comienzo del cambio para Rajoy, un momento crucial en su carrera hacia La Moncloa. Entonces fueron muy importantes las elecciones en su tierra y ahora volverán a serlo, porque si Feijóo no lograra la mayoría absoluta sería inevitable achacar el fracaso al desgaste del gobierno central. En Euskadi el PP aspira a mantener posiciones y seguir siendo una fuerza política con algo que decir en el futuro.
Respecto al PSOE, estas elecciones también serán muy importantes. En las encuestas de voto a nivel nacional los socialistas prácticamente no remontan y eso en un escenario en el que el PP pierde apoyos a pasos agigantados es muy preocupante para el partido liderado por Rubalcaba. Las dos citas electorales posteriores a las generales (Asturias y Andalucía) terminaron dando lugar a sendos gobiernos liderados por el PSOE, aunque en coalición con otras fuerzas políticas. Desde las fila socialistas se repite una y otra vez cuando se pregunta por los sondeos que las única encuestas con valor real son las elecciones. Por eso también se juegan mucho en esta doble cita del 21 de octubre. Los sondeos indican que podría perder el gobierno en Euskadi y no lograrían una mejora sustancial de apoyos en Galicia.
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