Crisis en el Real Madrid

Hace tiempo que no escribo de deporte, y más aún que no lo hago de fútbol, así que hoy no es mal día para volver a ello. La Liga ha empezado hace nada, pero ya refleja en la clasificación una situación alarmante para el Real Madrid con ocho puntos de ventaja sobre los blancos para el Barcelona de Tito Vilanova. Parece que hay una crisis seria en el equipo de José Mourinho, pese a que el Madrid ganó al Barcelona la Supercopa de España disputada este verano. El equipo blaugran ha ganado los cuatro partidos disputados en lo que va de Liga y es líder, mientras que los blancos han conseguido cuatro puntos en estos cuatro partidos: dos derrotas, una victoria y un empate. Muy pobre balance para el vigente campeón de Liga.
 
Ayer el Barça ganó con solvencia al Getafe en el Coliseo Alfonso Pérez por cuatro goles a uno. Después de este partido se disputó el Sevilla-Real Madrid en el Sánchez Pizjuan. En la cuarta jornada hablar de partido decisivo suena bastante raro y, sobre todo, provoca una enorme pereza en los que no somos muy aficionados, que pensamos que si ya empezamos así en el mes de septiembre, qué será de nosotros hasta mayo. Pero hay algo incuestionable: el Barcelona saca ocho puntos al Madrid después de la cuarta jornada y ésa es una distancia inmensa que, si no he leído mal, nunca se ha remontado. Por lo tanto, es muy pronto pero parece que al Madrid le toca remar desde ya en una larga travesía que se le ha puesto complicada en los primeros compases de la competicion. Además, el equipo de Mourinho ha mostrado una muy mala imagen en lo que lleva de Liga.
 
Que la Liga española se reduzca sólo al duelo Madrid-Barça es algo que desagrada también a muchas personas y que otras vemos muy injusto. Por ejemplo, del partido de ayer en Sevilla quizás habría que destacar más cómo planteó el encuentro el equipo local y los méritos que hizo para conseguir la victoria y no centrarse sólo en la crisis del Madrid o la rajada de Mourinho. Tal vez habría que mirar a esos otros equipos que, como el Barcelona, han empezado la Liga muy sólidos y dando muy buena imagen. Pero al final la desigualdad en la Liga es abismal, y la distancia entre Madrid y Barcelona sobre el reste es demasiado grande. Eso es algo dañino para el fútbol español, para la competición de Liga, y además no se hace nada por romper ese desequilibrio.
 
Tras esta queja de seguidor de club modesto, sigo con lo que iba (que ciertamente no hace sino ahondar en ese binomio olvidándome del resto de equipos). El Real Madrid ha empezado la Liga de forma desastrosa. No le acompañan los resultados ni el juego. Tampoco debe de ayudar mucho que durante varios días todos los debates del club se centren en cuestiones menores y rabietas de su estrella. Será inevitable que salgan mil y un rumores sobre la falta de sintonía o el mal rollo en el vestuario. Algo raro debe de pasar ahí dentro, pensarán muchos. No sé si es cierto o no. Desde luego las palabras de ayer de Mourinho no reflejan paz interna ni despejan dudas, más bien todo lo contrario. El entrenador luso se mostró muy descontento con sus jugadores y no es la primera vez en lo que va de temporada que se despacha a gusto con ellos en la sala de prensa.
 
"Hemos estado mal desde el primer al último minuto. La victoria del Sevilla ha sido merecidísima, como nuestra derrota", empezaba el técnico portugués. Pero tenía más que decir: "esto tiene que ver con un estado de ánimo colectivo. Hay pocas cabezas comprometidas y centradas en el fútbol. Hay otras cosas prioritarias en sus vidas, pero si eso es así también es responsabilidad mía. Tengo que luchar contra ello". Y seguía: "he hecho dos cambios al descanso, pero me hubiera gustado hacer siete". Para rematar con el titular de su rueda de prensa de ayer: "mientras los jugadores del Sevilla se jugaban la vida en cada balón, nosotros no tuvimos concentración ni mentalidad para sufrir. Es lo que hay, ahora no tengo equipo, solo estuvo ante el Barcelona".
 
El palo del entrenador a sus jugadores es notable, pero tratándose de Mourinho extraña menos. Además, al margen de que lo se pueda estar cociendo en ese vestuario, no le falta razón en sus palabras al técnico del Madrid. Se podrá discutir si es lo más acertado ventilar de este modo los reproches a tus jugadores y hasta decir que algunos tienen la cabeza en otra cosa y no están centrados en el fútbol, pero la imagen que da el Madrid es exactamente la que retrató ayer Mourinho: la de un equipo sin mentalidad ni concentración. El entrenador blanco también dijo ayer que "este partido no ha sido diferente al partido del Getafe, ni siquiera del encuentro ante el Granada, donde ganamos pero jugamos muy mal". Naturalmente, como él mismo reconoció a su manera, parte de culpa de lo que sucede es suya.
 
Como digo, supongo que la prensa no tardará en contar posibles malos rollos internos y en buscar explicaciones a lo que sucede en el Real Madrid. Siempre es posible que sencillamente no les estén saliendo las cosas, que no se encuentren aún a tope físicamente o que les falte concentración sin más, sin necesidad de que haya una guerra civil en el vestuario o suceden cosas extrañas. Lo que resulta indudable es que el conjunto blanco ha empezado la temporada muy mal. Y no en comparación al Barcelona, sino analizando al Madrid sin mirar a los demás: cuatro puntos en cuatro partidos. Dos derrotas, un empate y una victoria. Mal juego. Cinco goles a favor y cuatro en contra. El martes debuta el Madrid en Champions ante el Manchester City con todas las luces de alarma encendidas (de lo cual tampoco debería alegrarse en exceso el club inglés, porque el Madrid saldrá herido al campo).

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