Ayer se celebró en Ginebra una reunión del Grupo de Acción para Siria donde se dan cita las principales potencias internacionales que buscan soluciones para el conflicto en aquel país. En Siria continúan los actos de violencia, los bombardeos y las matanzas. La actitud del régimen de Al Assad no ha cambiado y seguimos teniendo informaciones diarias de nuevas muertes por la represión de las fuerzas del tirano. La reunión de ayer en Ginebra debería haber servido para dar un impulso decidido a la búsqueda de una salida a la terrible situación que vive el país. El acuerdo alcanzado por los países participantes en la reunión, buscar un gobierno de transición en Siria con miembros de la oposición y el régimen, no parece nada sencillo de llevarse a cabo.
Si algo caracteriza el comunicado de la reunión del Grupo de Acción para Siria es la imprecisión. Se habla de forma ambigua de la formación de un gobierno "que pueda incluir a miembros del actual gobierno y de la oposición". No creo que contente en absoluto a quienes se están jugando la vida para combatir al dictador y a sus secuaces y no pienso que vaya a servir de mucho si no se precisa mucho más. ¿Dónde está, por ejemplo, la condena de los actos de Al Assas y la necesidad de que sea llevado ante los tribunales internacionales por sus sistemáticas violaciones de los Derechos Humanos? La oposición siria ya ha dicho que jamás aceptará un gobierno de coalición con el dictador en él, aunque sea de forma temporal.
Cada cual interpretó el acuerdo a su modo. Hillary Clinton, secretaria de Estado de Estados Unidos, afirmó que "se abre la vía de la era post-Assad". No piensa lo mismo el ministro de Exteriores ruso, presente en la reunión. Serguéi Lavrov dijo que es "inaceptable" excluir a cualquier grupo del gobierno de transición y criticó que los opositores siguen recibiendo armas del exterior. La postura de Rusia sigue siendo de seguidismo de su aliado Al Assad. Poco les importa que el dictador tenga las manos manchadas de sangre o que esté masacrando a su pueblo. Repiten casi tal cual el discurso oficial del gobierno sirio y se empeñan en equiparar los actos del Ejército Libre Sirio con la represión del régimen de Al Assad del que ellos siguen siendo el principal soporte. También defienden que no es aceptable que desde fuera se intervenga en la política siria o en cuestiones internas de aquel país, pasando por alto que lo que sucede en Siria va mucho más allá de una rebelión interna y es una atroz violación de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional.
Rusia apoya a Al Assad al igual que hace China. Así, el ministro de Exteriores chino, Yang Jiechi, también se encargó de dejar claro que que para que el plan aprobado ayer sea aplicado debe "ser aceptado por todas las partes de Siria". Es decir, chinos y rusos no tienen la menor intención de que el sátrapa Al Assad deje de tener la sartén por el mango. Ni se les pasa por la cabeza exigir su marcha ni aceptan una salida al conflicto instada desde el exterior, porque desean que sea su aliado el que tenga la última palabra. El que ha firmado un plan de paz que luego ha incumplido masacrando a hombres, mujeres y niños.
En la reunión celebrada en Ginebra estaban los cinco países que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia), junto a representantes de Irak, Catar, Kuwait y Turquía. Junto a ellos estaban el Secretario General de Naciones Unidas, el máximo responsable de la Liga Árabe y la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Asthon. En el comunicado final se apoya el plan de paz inicial de Kofi Annan, pese a que ha sido incumplido de forma clara. Mientras en Siria la violencia no cesa, la comunidad internacional no es capaz de dar una respuesta contundente a esta situación. Ojalá me equivoque, pero la reunión de ayer acaba con un compromiso ambiguo e inconcreto que no cambiará nada la dramática situación en el país. La resistencia de China y Rusia sigue siendo un obstáculo en el camino a la resolución del conflicto que no podrá llegar de la mano de quienes siguen masacrando a su pueblo.
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