Los ritmos de la crisis

Se espera que este miércoles Mariano Rajoy anuncie nuevas medidas de ajuste. El presidente del gobierno lo confimó ayer en el campus de la FAES. Allí también habló de la importancia de que la UE acelere la puesta en marcha de las medidas acordadas en el último Consejo Europeo. Lo cierto es que, pese a que lo ocurrido en la cumbre de finales del mes pasado se interpretó como un paso en la buena dirección y como un balón de oxígeno para España e Italia, esta semana la presión sobre la deuda esañola ha vuelto a crecer y la prima de riesgo se ha vuelto a situar en niveles extremadamente altosy superiores a los días anteriores de la cumbre. ¿Por qué? Algunas declaraciones de países como Finlandia han echado un jarro de agua fría sobre ese optimismo inicial. Tampoco ayuda la bien conocida lentitud de la UE a la hora de ponerse en marcha y adoptar medidas.

Ayer el presidente del gobierno habló con claridad sobre lo que espera de la Unión Europea. Rajoy insistió en el mensaje de que España está haciendo sus deberes y que ahora le toca a Europa actuar y poner en marcha lo acordado en la última Cumbre Europea. "Europa debe cumplir los acuerdos a la mayor celeridad posible. Estamos en un momento decisivo. Espero que Europa esté a la altura de las circunstancias". Hay analistas que interpretan estas palabras como un grito de auxilio ante el temor de que el castigo a España en los mercados continúe. Parece claro que hemos llegado a una situación de la que no podemos salir solos y necesitamos a la UE. Por eso la prima de riesgo bajó cien puntos tras la Cumbre, porque se leyeron los acuerdos allí alcanzados como un compromiso común en defensa del euro y de solidaridad con los países en apuros.

La semana que mañana comienza volverá a ser crucial. En la reunión del Eurogrupo se acordarán, finalmente, las condiciones del rescate a la banca española. Sobre esto, Rajoy también expresó la necesidad de que se pise a fondo el acelerador: "hemos pedido un préstamo que espero que se sustancie a la mayor celeridad posible". El presidente del gobierno, a pesar de que sus palabras invitan a pensar que estamos en una situación límite, es optimista en relación al futuro del sector financiero. Rajoy entiende que "en poco tiempo el sistema financiero español no le va a generar ninguna duda a nadie".

La semana que entra también traerá un nuevo paquete de recortes. Mario Monti anunció nuevos ajustes el viernes y el gobierno español también tendrá que volver a anunciar nuevas medidas esta semana. La crisis económica, los mercados, el coste excesivo que tiene que pagar España para colocar su deuda, marcan los tiempos, los ritmos de las reformas y de las decisiones que toman los gobiernos. Rajoy podrá hacer creer que cada medida anunciada forma parte de un plan previamente establecido y no responde a reacciones casi de urgencia ante la constación de que lo recortado hasta ahora no calma a los mercados. Otra cosa es que resulte creíble. El presidente no para de decir que España ha hecho sus deberes. Parece como si estuviera preguntando de forma velada: ¿por qué demonios no baja la prima y el interés al bono a diez años sigue estando cerca del 7%? ¿Qué más quieren? ¿No se supone que hemos hecho lo que había que hacer?

Los nuevos recortes llegarán esta semana y serán aprobados en el Consejo de ministros del viernes, pero no sabemos en qué consistirán. El presidente explicó ayer el porqué de estas medidas: "cuando se toman decisiones, que llaman recortes, es porque hay que hacerlo. Lo haremos en las próximas fechas. En julio habrá reformas importantes. No queda más remedio". Eso a pesar de que, como dijo el propio Rajoy, sean medidas que no gustan ni a quien las tiene que tomar.

¿En qué consistirán los recortes? El gobierno no suelta prenda, pero las informaciones periodísticas sí señalan por dónde podrían ir las tijeras. Esta semana Reuters publicaba una información según la cual el gobierno estaría estudiand un plan de ajuste de 30.000 millones de euros: subida del IVA, nuevas tasas como el céntimo verde, reformas de las pensiones, cobro por el uso de autovías, recortes para los funcionarios... El ministerio de Economía desmintió esta cantidad y que hubiera un plan cerrado de ajustes. Veremos. A quién sí parece claro que el gobierno seguirá urgiendo para hacer más ajustes es a la Administración autonómica, buscando eliminar duplicidades y racionalizando el gasto. En todo caso, aunque nunca se puede predecir nada con los mercados de por medio, entramos mañana en una semana que se presenta, una más, de alta tensión y que traerá anuncios de nuevos recortes en la crisis que nunca para y marca los ritmos, mientras quienes deberían controlar el tempo están desbordados por los acontecimientos.


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