Elecciones en Libia

Primeras elecciones en Libia en seis décadas. El país acude a las urnas ocho meses después de la caída y muerte de Gadafi. No son sin problemas, no sin escollos, no sin tensiones territoriales y no sin dudas. Pero Libia vuelve a votar de forma libre. No lo hace desde 1964. Tres millones de libios elegirán hoy a los 200 miembros de su Asamblea Constituyente. Los colegios electorales han abierto a las ocho de la mañana y, según leemos hoy en las crónicas, lo han hecho sin incidentes y con esperanza entre la población. Como dijimos en su momento con las elecciones egipcias, hoy sí que podemos decir con todo el sentido eso de que en Libia hoy se vivirá la fiesta de la democracia. Puede que sea un análisis simplista, pero es innegable que la primera noticia de estos comicios es que un país que llevaba seis décadas sin celebrar elecciones libres vuelve a decidir sobre su futuro.

La situación no es nada sencilla en Libia porque el país carece de instituciones y, sobre todo, por las tensiones entre los distintos territorios, las luchas tribales y las acciones descontroladas de las milicias armadas que controlan partes del país. Son entre 100  y 300 milicias con más de 120.000 hombres armados. Sobre las tensiones territoriales, el reparto de escaños será el siguiente: cien corresponderán a la región de Tripolitania (oeste), sesenta a Cirenaica (este) y cuarenta a Fezzun (sur). La región este, cuna de las protestas contra Gadafi, recela de este reparto y se amenazó incluso con boicotear las elecciones. Al final, el Consejo Nacional de Transición (CNT) ha prometido que habrá un reparto igualitario en la comisión parlamentaria que redactará la consitución o incluso que será elegida por elección directa.

El el este están muy disconformes y estas promesas no han calmado los ánimos. En estas tensiones encontramos, pues, la primera incertidumbre de estos comicios. Después están esas milicias que tienen el control de algunas partes del país. Son grupos armados que combatieron contra el dictador y, una vez derrocado Gadafi, no han depuesto las armas e imponen su control a la fuerza. Sin duda estamos ante otro de los grandes focos de preocupación para el futuro en democracia que se desea ver en Libia.

En cuanto a los candidatos, todos los expertos coinciden en señalar que no es sencillo hacer pronósticos en un país que lleva tanto tiempo sin celebrar elecciones y donde no hay encuestas fiables a las que poder agarrarse. De los 200 miembros de la Asamblea constituyente que se elegirán hoy, 120 serán ciudadanos independientes y 80 serán de partidos políticos. Entre las formaciones que concurren a las elecciones están el Partido de la Justicia y la Construcción (de los Hermanos Musulmanes), el Partido Nacional (de orientación salafista) y la alianza nacionalista Fuerza Nacional, liderada por el ex primer ministro Mahmud Jibril. Los elegidos deberán formar la asamblea parlamentaria que redactará la Constitución libia 120 días después de la formación de este órgano. Hoy Libia da un nuevo paso hacia la democracia. Sí, hay sombras como las comentadas o temores a que una doctrina fundamentalista del Islam cobre demasiado poder (se ha hablado mucho de religión en la campaña en un país muy conservador), pero también parece haber un deseo compartido de avanzar hacia una democracia y esperanzas en que así sea.


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