Rescate de hasta 100.000 millones para la banca española

Todo transcurrió ayer según lo anunciado por la mayoría de los medios de comunicación. No, la información de la agencia Reuters sobre una petición de rescate para la banca este fin de semana no era una intoxicación contra España. Era una noticia cierta que se ha cumplido al pie de la letra. Toda esta semana se ha estado debatiendo día sí y día también sobre cómo sería el rescate al sector bancario en España y cuál sería la cifra necesaria. El portavoz del PP europeo habló de 100.000 millones y por poco se lo comen desde la Comisión Europea y desde Moncloa, pero resulta que este hombre fue quien dio la cifra exacta del montante de esta ayuda/préstamos/línea de crédito. Cualquier eufemismo parece bueno para evitar la palabra rescate. Por lo tanto, si esto fuera el precio justo el premio sería para el señor Istúniz y si fuera algún programa de esos que tienen polígrafos la máquina que detecta las mentiras habría estallado hace mucho tiempo.

Primero, la pura información. Ayer se celebró una reunión por videoconferencia del eurogrupo en la que los ministros de Economía de la UE hablaron sobre la situación del sector financiero español y su posible rescate. La versión oficial es que España, ella solita y por propia voluntad sin recibir presiones de ningún tipo, solicitó ayuda a los Estados miembros. Ellos, siempre solidarios, le ofrecieron un préstamo cuyo volumen "debe cubrir los requisitos de capital aproximados con un margen de seguridad adicional, calculado en una suma total de 100.000 millones de euros". La ayuda llegará a las entidades que lo necesiten a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Las obligaciones derivadas de este rescate serán exigidas sólo a las entidades y no al Estado. "El Eurogrupo considera que las condiciones de la ayuda financiera deben centrarse en reformas específicas en el sector financiero, incluidos, entre otras cosas, planes de reestructuración acordes con las normas de ayuda a los Estados de la UE y reformas estructurales horizontales del sector financiero nacional". Eso sí, el Eurogrupo "vigilará de cerca y de forma periódica" el cumplimiento de los compromisos de España en relación al déficit y las reformas estructurales". El papel del FMI en este rescate será sólo de supervisión. Estos entrecomillados son extractos del comunicado del Eurogrupo donde se anunció este rescate y se dio la cifra de la ayuda que el ministro De Guindos se guardó hasta que los Ipad de los periodistas que asistían a la rueda de prensa mostraron esta nota oficial donde se confirmaba la cifra de 100.000 millones de euros de la que se venía hablando toda la tarde.

El ministro de Economía compareció ante la prensa para explicar la petición del rescate. A mí no me quedó del todo claro cómo se gestó este repetino y brutal cambio de postura del gobierno. Hemos pasado de no querer dar cifras sobre el rescate porque eran meras especulaciones y de afirmar una y mil veces que los bancos españoles no iban a ser rescatados de la noche a la mañana. La publicación de un informe del FMI 48 horas antes de lo previsto y las presiones obvias de Alemania y otros actores de la UE para que España pidiera ayuda han obrado el milagro. De Guindos salió con la idea de expresar un mensaje claro y sencillo y por eso repitió algunas frases hasta la saciedad y escondió una palabra maldita en todo momento. La palabra que sólo pronunció una vez, y para negar que estuviéramos hablando de eso, es "rescate" y las ideas que repitió machaconamento fueron básicamente dos: que las obligaciones se exigirán a los bancos y sólo a los bancos, no al Estado español y que este rescate, perdón, este préstamo en condiciones muy beneficiosas, servirá para dar estabilidad al sistema financiero (con 100.000 millones se estabiliza cualquiera) y para devolver la confianza a España, a la UE, reducir la presión sobre nuestra deuda y hacer fluir el crédito. Vamos, un chollo esto del rescate.

Ayer salió a dar la cara el ministro De Guindos que no estuvo mal en su comparecencia. Dijo lo que tenía de decir por poco creíble que sonaran algunas cosas. Quien no estuvo a la altura fue el presidente del gobierno. Mariano Rajoy tiene alergia a la prensa y fobia a dar la cara en momentos delicados. Ayer volvió a actuar como acostumbra y no le vimos el pelo. La explicación oficial es que De Guindos fue quien asistió a la reunión del eurogrupo, elemental, pues ahí se dan cita los ministros de Economía de los países miembros de la UE. Pero no termino de entender por qué no pudo salir Rajoy junto a De Guindos. ¿Hubiera pasado algo si el presidente, que además es responsable máximo de los asuntos económicos del gobierno porque así lo decidió él hubiera salido a dar la cara y explicar lo ocurrido? Recuerdo que este gobierno no tiene vicepresidente económico porque Rajoy quiso hacerse cargo de la coordinación de las políticas económicas del ejecutivo. Fue lamentable que el presidente no compareciera ayer y sonó patético cómo De Guindos le elogió de forma pastelosa e inapropiada en plan "sin ti no soy nada y sin el presidente nunca hubieramos logrado este maravilloso préstamos que devolverá la confianza sobre España y dará tranquilidad a la UE". Sin comentarios.

Rajoy tiene pensado acudir esta tarde al partido de la Eurocopa España-Italia. Debe de ser que quiere ver a España ganar a Italia en algo, porque es evidente que en lo que se refiere a la situación económica hace unos meses, no tantos, era el país transalpino el que estaba señalado como el próximo en ser rescatado o necesitar ayuda. Es indudable que Monti ha logrado ceder a España su puesto en el centro de la diana. Al menos de momento. Espero que Rajoy rectifique y no acuda al fútbol esta tarde. Es cierto que lo más importante en estos momentos no es la imagen, pero los gobernantes han de estare en su lugar y han de comportarse como se espera de ellos. Si resulta que un sábado se anuncia un rescate de 100.000 millones de euros para los bancos españoles y no le vemos la cara al presidente del gobierno ni escuchamos sus obligaciones y un domingo debuta España en la Eurocopa de naciones y el señor Rajoy asiste al estadio de fútbol en Polonia, entonces la imagen del presidente quedará por los suelos y con razón. Para mím y supongo que a muchos les parecerá exagerado, este viaje a pasar una tarde de fútbol me parecería muy similar en gravedad e inopotunidad a la cacería del Rey en Botsuana. Por encima de todo lo demás, lo que reproché al Rey en ese momento fue no estar a la altura y no guardar las formas en una semana dura para nuestro país. Ya sé que Rajoy va a ir a animar al equipo nacional y no es exactamente igual, pero el señor presidente puede estar tranquilo porque los chicos de Del Bosque jugarán igual de bien sin él en el palco.

Sabemos que el periódico de referencia de Rajoy es el Marca, por lo que tendríamos que pedir a este diario deportivo que incluya información económica y artículos de opinión para que el señor presidente observe lo atónitos que se quedan los ciudadanos cuando ven que tiene pensado ir a ver un partido de fútbol el día después del rescate a la banca y sin haber dicho esta boca es mía. Siempre nos puede dar esta situación un momento de gloria cuando, en un hipotético caso, algún periodista pregunte a Rajoy por la situación en España y él responda que no tiene duda de que estamos en condiciones de revalidad el título de campeones de Europa. De chiste... malo. Nos lo tomaremos con humor. Un momento estelar de la rueda de prensa de De Guindos ayer fue cuando un periodista le preguntó por qué no se había pedido el rescate antes y el ministro respondió: "a usted no le toca preguntar ahora". Brutal.

Las reacciones de distintos dirigentes internacionales a este rescate son positivas. Desde Europa se valora este paso y creen que dará estabilidad y tranquilidad a la UE, al menos servirá para no tener otro frente abierto dentro de una semana cuando se abran las urnas en Grecia como se abren los huevos Kinder esperando la sorpresa que llevan dentro. En España el PSOE muestra su apoyo al PP y las voces más críticas llegan desde otras formaciones como IU. Los socialistas sí pedirán la comparecencia de Rajoy en el Congreso aunque, visto lo visto, igual les salen con un "no es el momento".

Dos cuestiones breves para terminar. Primera, si el sector financiero española necesita esta cantidad brutal de dinero para recapitalizarse sólo había dos opciones: o intentar buscar el dinero en el mercado por nuestra cuenta, pagando unos intereses bestiales, o pedir este rescate "blando" como lo llaman algunos porque no impone obligaciones al Estado sino a las entidades financieras. No tenímos muchas más alternativas y, desde el punto de vista del país, no creo que sea una mala salida a esta cuestión. Las mentiras constantes, la nefasta gestión de estas entidades y de la crisis y el lógico malestar por pasar a ser un país rescatado, o con su sector bancario pidiendo un rescate, quedan a un lado. Pero en lo que se refiere a tapar este agujero e intentar sanear nuesto sistema financiero la única salida viable, o una de las pocas, era la que se va a adoptar finalmente.

La última cuestión que quiero comentar es sobre la valoración que se hace en Europa de este rescate. Me pregunto qué pensaríamos nosotros si el sector financiero que va a recibir un rescate tan enorme fuera de otro país de la UE. Supongamos que parte de las dudas, las presiones en los mercados y la falta de confianza en el proyecyo comunitario procedieran de esos bancos de un país miembro de la UE. ¿No habríamos celebrado como una buena noticia que la Unión Europea responda rápido y de forma contundente a este problema? ¿No nos alegraría ver que al fin los Estados miembros toman decisiones tendentes a ir saliendo del pozo y defender el proyecto común? ¿No nos aliviría pensar que uno de los pozos de problemas de la UE empieza a estar cubierto? Quizás sí. Eso no quita para que desde España sintamos, yo al menos así lo siento, una sensación extraña al saber que hemos tenido que pedir un rescate para nuestros bancos y que, tristemente y aunque no sean situaciones comparables, ya estamos en una lista de países señalados junto a Irlanda, Portugal y Grecia.

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