España espera rival en la final

Ayer sufrimos como hacía tiempo que no sufríamos con un partido de fútbol, pero valió la pena porque España certificó su pase a la final de la Eurocopa. Es su tercera final en cuatro años, es decir, en los tres últimos grandes torneos nuestra selección no se apea de la final. Volveremos a regresar a casa el último día de la competición y ojalá sea con el título bajo el brazo. Ayer tuvimos que esperar hasta la lotería de los penaltis para lograr el pase a la final. Antes habíamos visto a una selección portuguesa muy seria que logró poner en apuros a España al quitarle la pelota y no permitirle hacer su juego. Sobre todo en la primera parte, Portugal fue superior y España sufrió más de la cuenta. En la segunda la cosa se fue equilibrando más y en la prórroga nuestro equipo fue claramente superior y mereció marcar.

Salió Del Bosque con Negredo de nueve. Fue la gran sorpresa de la alineación de La Roja. Esperábamos a Cesc como falso nueve o a Fernando Torres, pero salió el delantero centro del Sevilla a intentar jugar el factor sorpresa y lograr hacer daño a la defensa lusa. El equipo entrenado por Paulo Bento hizo un grandísimo partido. Quizás no decimos nada extraño si afirmamos que cualquiera de los dos equipos se merecía el pase a la final. Comenzó Portugal presionando muy fuerte y muy arriba al combinado español, que no pudo hacer su juego hasta transcurridos muchos minutos. Acertó, como siempre, Del Bosque con los cambios. Metió a Cesc por Negredo y luego dio entrada a Navas (por Silva) y a Pedro (por Xavi Hernández). Ninguno de los dos equipos logró marcar en el tiempo reglamentario, por lo que nos fuimos a la prórroga.

El tiempo añadido nos trae gratos recuerdos, pues fue en una prórroga donde Andrés Iniesta marcó el histórico gol que nos dio el Mundial de Sudáfrica. En esa media hora de propina la selección mostró su mejor cara y nos volvió a ofrecer su mejor versión. Llevó peligro a la portería de los portugueses y tuvo varias ocasiones claras. No logramos marcar y llegamos a la temida tanda de penaltis. Allí vimos la grandeza del deporte, pues si bien los penaltis son una auténtica lotería, nos ofrecieron varios aspectos que hacen atractivo e interesante el deporte. Vimos cómo un jugador que fue clave en el partido de cuartos se llevó la decepción de fallar el primer penalti de España (Xabi Alonso), apreciamos también cómo un jugador marcado por un fallo en una tanda de penaltis con su club esta temporada en la Champions no sólo se atrevía a lanzar un penalti sino que lo marcaba con una clase y una sangre fría exquisita (Sergio Ramos). Y, por supuesto, volvimos a ver al mejor portero del mundo en acción parando un penalti (Casillas) y a Gerard Piqué anotando uno de los lanzamientos.

La gloria de lanzar el penalti decisivo volvió a quedar para Cesc Fábregas, como en aquella tanda de penaltis en cuartos de la Eurocopa 2008 ante Italia que cambió el rumbo de la historia del fútbol español. Allá que fue Cesc a reeditar ese momento inolvidable que abrió la senda para conseguir la Euro de hace cuatro años. Marcó y España entera fue una fiesta. Todo el equipo se abrazó para festejar el pase a la final y todo el país se echó a la calle a celebrar como merece la ocasión el triunfo de un equipo legendario que lleva cuatro años en lo más alto del fútbol, como rey indiscutible de este deporte en Europa. No creo que haga falta decirlo, pero es importante que seamos conscientes de que estamos viviendo algo muy especial y muy difícil de lograr, algo que tenemos que valorar como es debido porque no es sencillo que una selección aguante en el trono del fútbol continental durante cuatro años. De hecho nadie nunca jamás en la historia ha logrado encadenar tres grandes torneos en Europa (Eurocopa-Mundial-Eurocopa). España está a un paso de lograrlo. Esperamos rival en la final que saldrá del choque de esta noche entre Alemania e Italia. No tenemos miedo porque este equipo ha demostrado sobradamente que cuando es capaz de jugar al fútbol como él sabe es casi imparable y también que es un bloque serio y madura capaz de competir de forma ejemplar hasta el final. Pase lo que pase el domingo, gracias a los chicos de Del Bosque y al equipo técnico encabezado por el salmantino. Gracias por todos estos momentos de gran emoción y desbordante alegría. Sois grandes. 

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