Acuerdos en la Cumbre Europea

La Cumbre del crecimiento, la Cumbre Europea más decisiva de los últimos tiempos, la última oportunidad. La reunión de los gobernantes de los 27 países miembros de la UE celebrada ayer hasta altas horas de madrugada y que finaliza hoy había estado precedida por declaraciones de responsables políticos y analistas que destacaban que esta cita sería crucial para el futuro del euro y, por consiguiente, para el futuro del propio proyecto europeo tal y como lo conocemos hasta ahora. Las incertidumbres eran (y son) enormes y la presión sobre países como Italia y España  estaban en niveles insostenibles en el tiempo con la prima de riesga muy alta y obligando a la tercera y cuarta economía mundial a ofrecer interéses elevadísimos para colocar su deuda. Así, se llegó a esta Cumbre con varios frentes abiertos y con lo importante conviviendo con lo urgente en un clima tenso en el que todos los presentes sabían que estaban ante un momento decisivo para el futuro de la UE.

La Cumbre acaba con un acuerdo, lo cual ya es noticia porque en los últimos tiempos estamos acostumbrados a citas de los dirigentes europeos que concluían con generalidades y dejando los deberes para próximas reuniones. No parece el caso. Se han alcanzado acuerdos como la recapitalización directa para la banca sin necesidad de que pase por el Estado, y por lo tanto sin contar la ayuda recibida como deuda pública; el hecho de que el fondo de rescate deje de ser acreedor preferente; la flexibilización para la compra de deuda o el convertir al Banco Central Europeo (BCE) en supervisor único de las entidades financieras.

Más de cinco horas de reunión en una cumbre tensa que acabó a altas horas de la madrugada. Será necesario estudiar cada detalle del acuerdo alcanzado y estudiar cada claúsula, pero parece que Mario Monti y Mariano Rajoy, con la inestimable ayuda de François Hollande, lograron doblegar la mano a Angela Merkel y los países más próximos a sus planteamientos como Holanda. La canciller alemana se negaba a las ayudas directas a la banca, pero finalmente tuvo que aceptarlo a condición de que el BCE sea regulador de todas las entidades. Otros acuerdos alcanzados, como la flexibilización de las condiciones para que se compre deuda de los países en apuros con los fondos europeos o que el fondo de rescate deje de ser acreedor preferente, tampoco parecen muy del agrado de Merkel. Se diría que la otrora todopoderosa canciller alemana ha tenido que ceder más de lo que ha estado acostumbrada en los últimos años.

La reunión de ayer tuvo que ser muy tensa, a tenor de lo que cuentan todos los medios de comunicación en el día de hoy. Italia y España hicieron frente común y se plantaron: no aceptarían el plan  para el crecimiento de 120.000 millones de euros si no se tomaban decisiones para aflojar la presión sobre su deuda soberana. Monti y Rajoy fueron a la cumbre con el objetivo de lograr soluciones a esta situación, porque consideran que era urgente tomar medidas que auxiliaran a sus países (tercera y cuarta economía de Europa). A su lado estuvo el presidente francés, auténtica pieza clave en el cambio que está dando la UE en las últimas semanas. Hollande defendió la solidaridad con España e Italia y se sitúo frente a Merkel, que ayer añoraría especialmente a Sarkozy. Merkozy fue enterrado ayer definitivamente y quedó patente que el nuevo presidente francés ni está dispuesto a ser un aliado preferente de Merkel sin discutir sus recetas ni comparte su visión sobre la situación o las medidas que se deben tomar.

La discusión "dura y llena de momentos de tensión", tal y como la definió el primer ministro italiano, concluye con satisfacción en las delegaciones española e italiana y con dudas sobre detalles concretos especialmente relevantes. El rescate directo a los bancos, ¿supone que que no habrá ningún tipo de condicionalidad macroeconómica? Merkel y Mario Draghi, entre otros, afirman que "no hay ninguna prestación son contrapartidas" y que "para que el acuerdo sea creíble necesita de una estricta condicionalidad". Veremos.

Mariano Rajoy, visiblemente cansado al igual que el resto de líderes, se ha mostrado satisfecho tras la Cumbre. No es para menos. El pacto alcanzado incluye sus peticiones y supone un apoyo considerable a España. El presidente español sale reforzado de esta reunión, aunque en su comparecencia ante la prensa evitó mostrar triunfalismo. Negó cualquier tipo de presión y destacó lo positivo que será este acuerdo para el conjunto de la Unión Europea: "el acuerdo refuerza la posición del euro, que hoy es más fuerte y creíble que ayer". También afirmó que el rescate directo a la banca no incluye condiciones macroeconómicas. Misión cumplida, o eso parece. Claramente esta Cumbre Europea supone un espaldarazo para el presidente español, probablemente su mayor logro desde que llegó al poder. Hay que esperar, eso sí, a la letra pequeña y ver qué se incluye en el Memorándum de entendimiento del rescate a los bancos españoles.

El gran momento de esta Cumbre Europea se vivió ayer por la tarde cuando Monti y Rajoy amenazaron con vetar el plan de crecimiento de la UE por valor de 120.000 millones de euros y que habían pactado con Merkel y Hollande en la minicumbre de la semana pasada en Roma. El primer ministro italiano y el presidente español reclamaron con este órgago soluciones para estabilizar los mercados financieros a corto plazo. En relación al plan afirmó Rajoy a su llegada a la reunión del PP europeo que "todo esto no sirve para nada si no podemos financiarnos". Italia y España se plantaron porque necesitan medidas urgentes para aflojar la presión sobre sus deudas y las dudas sobre su economía. El plante salió bien y la prensa europea recoge la victoria de Italia y España ante Alemania y otros países del norte de Europa. El papel de Hollande fue decisivo en toda esta discusión. A la espera de conocer todos los detalles sobre el pacto alcanzado y cómo se concretarán los distintos acuerdos, esta Cumbre deja buenas noticias para la UE y en especial para Italia y España  Acudir a la ayuda de la tercera y la cuarta economía europea es reforzar los cimientos del proyecto europeo. Algo está cambiando en Europa.

Comentarios