La fiesta de un justo campeón de Liga

Por aclamación popular y porque es de justicia reconocerlo, dedico hoy la entrada al título de Liga cosechado por el Real Madrid que ayer se celebró por todo lo alto en la fuente de Cibeles. La diosa volvió a acoger la fiesta del madridismo por la consecución de una Liga en la que los blancos han brillado, han pulverizado todo tipo de récords y han cantado el alirón con todo merecimiento. Siempre se dice que la Liga la gana el mejor, que es la competición de la regularidad, la que te exige dar lo máximo durante toda la temporada. En otras competiciones tener un mal día en semifinales, por ejemplo, te puede costar el título, pero la Liga no la puedes ganar rindiendo a medio gas. Tienes que dar lo mejor de ti desde septiembre hasta mayo. Y quien ha hecho eso en el campeonato de este año ha sido el Real Madrid.


Ha batido el récord de goles, puede alcanzar los cien puntos en la Liga, sólo ha perdido un partido fuera de casa, ha ganado en todos los grandes estadios de la competición y ha ofrecido un rendimiento estratosférico. Ha sido el mejor. Sencillamente. Es así de simple. José Mourinho llegó al Real Madrid para ganar títulos y para romper la hegemonía del Barcelona. En su primer año ganó la Copa del Rey, título que los madridistas llevaban 17 años sin conquistas, llegó a semifinales de la Champions, donde cayó ante el Barça y disputó la Liga española hasta el final. Esta temporada ha conseguido la Liga y ha caído en semis en Champions y en Copa. A los blancos les ha dolido verse fuera de la final de Champions, porque sentían que se encontraban ante una ocasión única para buscar la décima Copa de Europa. No pudo ser, pero el sinsabor que dejó la eliminación en la tanda de penaltis ante el Bayern no puede deslucir lo más mínimo el título de Liga conseguido en una temporada durísima en la que el equipo blanco ha dominado sin discusión y con todo merecimiento el campeonato.

Lo de conseguir títulos, por lo tanto, sí lo ha conseguido el técnico portugués. ¿Y lo de romper con la hegemonía del Barcelona? Antes de entrar en ese posible fin de ciclo, quiero hacer un comentario sbre la figura del técnico luso. Mourinho es un extraordinario entrenador que ha ganado las cuatro grandes ligas europeas y ha conquista la Champios con varios equipos. Allá donde ha ido ha logrado títulos y, aunque esto puede doler a algunos, ha dejado también un gran recuerdo (basta preguntar a los seguidores y jugadores del Inter, por ejemplo). Claro que el portugués tiene una faceta mucho menos simpática. Ha cometido errores y lo que él llama sinceridad a veces suena demasiado borde y atipático. El entrenado luso mantiene una hostilidad notable con la prensa y en esa batalla cada uno tendrá sus razones, pero conviene destacar algo obvio: Mourinho ha cautivado a la afición blanca. Los seguidores del Madrid, en su gran mayoría, le adoran y le han cogido un gran cariño. A Mourinho hay que aceptarlo con todo lo que trae consigo, con su indudable maestría profesional y con sus declaraciones ofensivas y su parte menos amable. El Real Madrid se ha enfrentado a este dilema y han optado por abrazar al entrenador portugués con lo bueno y con lo malo. Lo han aceptado tal cual es sabedores de que garantiza lucha, esfuerzo, trabajo y títulos.

No sé si Real Madrid de Mourinho ha roto la hegemonía del Barcelona. Pep Guardiola anunció la semana pasada su marcha del equipo porque, según dijo, se había vaciado y necesitaba descansar. Tomará un año sabático y pone así punto final a una epoca gloriosa para su equipo, tal vez una de las mejores de su historia. Lo ha ganado todo, ha enamorado a todo el mundo con su estilo de juego y ha escrito con letras de oro su nombre y el de esta generación de futbolistas en el libro de la historia del Fútbol Club Barcelona y del fútbol mundial. Se queda en su lugar el segundo entrenador de Guardiola, Tito Vilanova, quien también ha aportado como es lógico en esta racha triunfal. No tengo dudas sobre su capacidad, aunque creo que quizás el Barça podría haber aprovechado para, puesto que el tiempo desgasta todo como bien dijo Guardiola, cambiar de entrenador y dar paso a alguien nuevo. Es respetable y entendible su argumento de adoptar una línea continuista vistos los muchos triunfos de esta última etapa, pero las rencillas que puedan existir en el vestuario continuarán, imagino, con Tito Vilanova al frente. Veremos. Está claro que el Barcelona ha bajado este año y se ha visto superado por el Madrid. Sólo podrá ganar la Copa del Rey, después de perder la Liga y la Champions (además de la Supercopa, que queda muy lejos y es más mérito de la temporada pasada que de la actual).

Lo que hemos visto este año en la Liga ha sido un duelo de altísimo nivel entre dos maravilloso equipos que ha ganado el Real Madrid. El Barça tiene un estilo precioso, unos jugadores de leyenda y un gran entrenador, pero se ha visto las caras con un Madrid poderoso repleto también de estrellas y con un gran técnico al frente. Ha ganado el pulso el Real Madrid. Esto es deporte. Las palabras de Guardiola diciendo que en la Liga han pasado muchas cosas, insinuando una conspiración contra su equipo para que el Madrid ganara la Liga, han resultado patéticas, pobres y mediocres. A Pep Guardiola le hemos conocido en la victoria, con todo a favor durante los últimos años. Hemos visto en esas circunstancis a alguien señorial y caballeroso. No entiende que ahora salga cuando ve ya la Liga perdida para pretender sembrar dudas sobre la victoria del Madrid y deslucir su merecido triunfo. Eso se llama mal perder y, como digo, es propio de mediocres, no de genios revolucionarios que pasarán a la historia del fútbol como la octava maravilla del mundo. Preciso que respeto y valoro mucho la labor de Guardiola todos estos años, pero sus palabras del otro día fueron lamentables. Le dejaron en mal lugar a él y a la larga lista de aduladores que cayeron rendidos a sus pies y pidieron su canonización cuando anunció su marcha.

En resumen, el Madrid es el justo vencedor de la Liga. Tiene un equipo temible con una delantera potentísima, tal vez la mejor del mundo en estos momentos, y con una plantilla que hace soñar a los seguidores madridistas con más triunfos en el futuro. Otra cuestión, que dejo para otro día, es la creciente desigualdad entre los dos grandes equipos y el resto, que juegan otra Liga. Creo que debe ser un motivo de reflexión, porque si el duelo entre Barcelona y Madrid ha sido de primer nivel, este desequilibrio en el campeonato no es propio de la mejor Liga del mundo. Si se sigue así, la diferencia entre los dos grandes con respecto a los demás será tan abismal que perderá mucho la competición. Es una desigualdad de plantillas que se debe a la desigualdad presupuestaria. Quizás se debería estudir un nuevo modelo de reparto de derechos televisivos, porque sino la Liga seguirá perdiendo nivel.

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