Guardiola se despide con la Copa del Rey

Aunque hay muchas noticias de gran relieve e interés en el ámbito político y económico, como la exorbitante e inabarcable cantidad de dinero público que requerirá Bankia para salir adelante, hoy voy a escribir sobre la final de Copa del Rey vista ayer en el estado Vicente Calderón y que sirvió para poner punto final a la exitosa trayectoria de Guardiola al frente de Fútbol Club Barcelona. El equipo blaugrana ganó con autoridad por cero goles a tres al Athletic de Bilbao, un equipo que ha deslumbrado con su fúltbol esta temporada en España y en Europa pero que ha perdido las dos finales a las que ha llegado esta temporada (la de la Europa League ante el Atlético de Madrid y la de Copa ayer ante el Barça). Creo que el conjunto vasco no merecía un castigo tan severo y hubiera sido precioso para su gran afición y para el excelente bloque de futbolistas jóvenes y talentosos que esta temporada de ensueño hubiera terminado con uno de los dos títulos, pero no ha podido ser y lo importante es que el conjunto bilbaíno mire hacia adelante porque el futuro es suyo y tiene un bloque envidiable de jugadores.

El Barcelona ganó sin despeinarse ayer. Mostró en el terreno de juego una abismal diferencia de juego con el Athletic y volvió a ser el Barça que juega al fútbol a las mil maravillas y deslumbra a todo el mundo. Para muchos el equipo culé, este brillante grupo de futbolistas que ha mandado desde el banquillo de forma excelente Pep Guardiola, es el mejor de todos los tiempos. No sé si será así o no, aunque creo que hacer comparaciones entre épocas dispares y alejadas en el tiempo es poco práctico y nada riguroso. En todo caso, está claro que el Barcelona ha sido un referente, un ejemplo en el que mirarse y con el que admirar el buen fútbol.

Guardiola se marcha ganando un título, el número 14. Es un final merecido para alguien que ha logrado éxitos descomunales con su equipo de toda la vida. Ha ganado seis títulos en un año, ha conseguido brillar en la Champions durante varias campañas consecutivas, ha dominado el fúrbol español y europeo durante estos últimos tiempos y, además, ha logrado el reconocimiento unánime a su concepto del fútbol y al carácter que ha logrado imprimir a sus jugadores. Sí, son jugadores brillantísimo y enormes, pero el entrenador también ha tenido mucho que ver en esta exitosa trayectoria. Se va Guardiola porque, según sus propias palabras, se ha vaciado. Es entendible. Además, ha logrado ya todo lo que podía lograr, ha ganado todo lo que un entrenador puede conseguir con un equipo. Se va con la cabeza alta y dejando al equipo en un momento de gran nivel también por lo visto ayer en la final de Copa. Para el Barça empieza otra época y veremos si empieza otro ciclo en el fútbol español, porque el Madrid ha ganado la Liga este año batiendo récords estratosféricos y jugando también de forma demoledora. El duelo Madrid-Barcelona continuará la próxima temporada con Tito Villanova al frente de los culés y con Mourinho comprometido con el equipo blanco hasta 2016. Primera cita, Eurocopa de España en agosto. Eso será otra historia. De momento, Pep Guardiola merece el reconocimiento a su labor. Ojalá le vaya bonito. Lo que ha aportado al fútbol es algo que siempre se le agradecerá.



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