Déficit del 8,9% en 2011

Ya sé que esto de la economía es así, que lleva su tiempo y, sobre todo, que esto de la política tiene sus cosas, es decir, que conlleva sus mentiras habituales, pero llama la atención que ayer (18 de mayo de 2012) el gobierno central tuviera que dar una nueva cifra de déficit público del año 2011: 8,9%. ¿Las razones? Que las comunidades de Madrid, Valencia y Castilla y León no dijeron la verdad y tenían más déficit del que vendieron en su momento. Las tres regiones están gobernadas por el PP, por lo que era de esperar que los socialistas no tardaran nada en salir a echar en cara a su rival esta desviación como preguntando ¿de quién es la culpa ahora? ¿quién miente ahora? Forma parte del juego político y las batallas estériles clásicas entre la clase política, pero comprende perfectamente que la tentación era muy grande porque quienes culpaban de todos los males, del desvío del déficit, también, a Zapatero ven ahora como deben mirar a Aguirre o Fabra.

La Comunidad de Madrid se colgó en su momento la medalla de campeona en cumplimiento del compromiso del déficit. Mientras todas las demás suspendían, Esperanza Aguirre podía levantar la cabeza orgullosa exhibiendo una cifra de déficit del 1,1%. En su momento dijeron desde el gobierno regional que esas cifras tendrían que ser revisadas al alza. Lo que sucede es que han sido revisadas muy al alza. Tanto que es casi el doble y se eleva a 2.000 millones (el 2,2% de su PIB). Eso sí, el gobierno de Aguirre ya ha dicho en el primer trimestre del 2012 ha obrado el milagro de los panes y los peces y se ha colocado en el déficit cero. Las razones de la desviación del año pasado, mil milloncejos de nada, fue explicada por Percival Manglano, consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, por la caída de los ingresos, el mantenimiento del gasto en servicios públicos prioritarios y el plan de pago a proveedores. Es decir, que cuando damos asistencia sanitaria a los ciudadanos y pagamos lo que debemos, no nos salen las cuentas. Pues vamos bien.

Valencia también se apunta a la desviación y tampoco es cosa de poco. En su momento presentó un déficit del 3,68% de su PIB pero ahora sube esa cifra hasta el 4,5%. En Castilla y León la desviación es menor y creo que es el único de los tres casos en los que sí se puede entender una variación respecto a los datos dados anteriormente, ya que su déficit pasa del 2,35% al 2,59%. Esto es lo que uno entiende por una revisión al alza por algún cambio en las circunstancias previstas. Lo de Madrid, con uan desviación de un punto, suena a otra cosa. Eso de ir por ahí presumiendo de hacer los deberes y ser la primera de España en cumplimiento de déficit mientras has colado una mentira, o un cálculo muy mal hecho al menos, está feo.

Cuando Zapatero dijo que España cumpliría su compromiso de déficit del 6,5% en 2011 y luego la cifra subió al 8,5% el gobierno y el PP en bloque le acusaron de mentir y le responsabilizaron de la desviación. De hecho este desfase del déficit es el argumento preferido por los ministros del gobierno actual para explicar sus recortes, vean si no al señor Wert, un hombre feliz siempre que pued recurrir a este dato para echar balones fuera mientras recorta 3.000 millones de euros en Educación. Ahora que son tres comunidades gobernadas por el PP desde hace años las que provocan una desviación del déficit, que pasa del 8,5% al 8,9%, ¿también dirán que es fruto de una mentira? ¿Señalarán a Esperanza Aguirre como responsable de los ajustes que están teniendo que hacer, pobres, en contra de su voluntad porque no les queda otra? O resultará que ahora esta desviación se podrá despachar con unas explicaciones técnicas como las que dio ayer el consejero de Economía de Madrid. Pongamos que es eso y no han querido mentir con las cifras, parece evidente que han hecho muy mal las cuentas.

Esta semana ha sido importante para la credibilidad de la reducción del gasto de las Comunidades Autónomas y su compromiso contra el déficit por el consenso entre las 17 autonomías y el Ministerio de Hacienda en el Consejo de Política Fiscal y Financiera donde presentaron sus planes financieros para cumplir este año con su compromiso de déficit del 1,5%. La vicepresidenta del gobierno destacó que se trataba de un pacto de Estado y de una gran noticia para la confianza de España. Pero como las alegrías duran poco en casa del pobre, el mensaje que lanzamos ayer al exterior volvió a ser el de unas Comunidades Autónomas que no cumplen con sus compromisos y gastan mucho más de lo que se puedne permitir. En la UE preocupan fundamentalmente dos cosas cuando miran a España: el estado de su sector financiero y el gasto de las Comunidades Autónomas. Es importante por ello aclarar cuanto antes que nuestras entidades financieras son solventes y que las administraciones autonómicas se han comprometido de verdad con la responsabilidad que toca en estos momentos delicados.


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