Condena unánime del Consejo de Seguridad a la matanza de Hula

La terrible matanza de Hula sigue conmocionando al mundo y las imágenes que proceden de esta ciudad siria no dejan de horrorizarnos. Ayer, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, reunido de urgencia para abordar esta situación, condenó por unanimidad la brutal masacre. Esto quiere decir que Rusia y China, los dos países con asiento permanente en este órgano de la ONU que hasta habían sido de forma más o menos clara los protectores internacionales del régimen sirio, también se sumaron a la condena de la matanza y mostraron que el aislamiento de Al Asad y los suyos es cada vez mayor. En todo caso, hay algún aspecto que nos inquieta y nos lleva a mirar con cuatela este paso adelante contra el régimen sirio dado ayer por el Consejo de Seguridad. El primero es que no se trata de una resolución, por lo que no incluye efectos vinculantes para sus miembros, y el segundo es que algunas voces del gobierno ruso siembran dudas sobre la autoría de la matanza, por lo que parece que en cierto sentido continúan baliando el agua a Al Asad o, al menos, siguiéndole su mácabro y odioso juego.

En todo caso, la decisión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acordada ayer puede marcar un punto de inflexión en el papel que la comunidad internacional debe jugar para acabar con esta terrible situación de violencia, muerte y destrucción en Siria. La declaración condena el uso de tanques de artillería pesada contra la población civil y pide que los culpables de la matanza respondan ante la justicia. De momento el Consejo de Seguridad no ha ido más allá y a los representantes de Rusia ante la ONU les sigue costando más de la cuenta condenar acciones del régimen sirio. Rusia es la gran aliada internacional de Siria y ayer hasta última hora el representante de Rusia ante el Consejo de Seguridad pidió más pruebas de que había sido el régimen de Al Asad y no los opositores quien causó la matanza. No parecen muy dispuestos a aceptar que su aliado viola repetidamente los Derechos Humanos.

Hoy viaja al país Kofi Annan, enviado especial d ela ONU y la Liga Árabe al conflicto sirio. No sé hasta qué punto la visita será útil, pero tengo muchísimas dudas que un régimen que ha perpetrado una matanza como la de la ciudad de Hula vaya a dialogar con Annan sobre el alto el fuego o un futuro plan de paz y, sobre todo, no será creíble nada de lo que digan o se comprometan a hacer, ya que han incumplido el alto el fuego que, en teoría, entró en vigor en el país con su aceptación el día 10 de abril. Ni un solo día ha pasado sin acciones de violancia por parte del régimen de Al Asad. La ONU sigue optando por la vía diplomática que, hasta la fecha, no ha dado resultados. Hoy por hoy nadie osa si quiera proponer una acción militar para derrocar a Al Asad o una intervención que dé soporte a la oposición como sí se hizo en Libia contra Gadafi.

Según publica el diario The New York Times y leo en El País, Obama estaría trabajando en un plan de transición en Siria como el que se ha puesto en práctica en Yemen. Así, el presidente estadounidense buscaría que la oposición siria acepte firmar un acuerdo que incluya la salida de Al Asad del poder, pero la permanencia de fuerzas del régimen al frente del país, como sucedió en Yemen con el vicepresidente de Saleh. Al parecer, Obama negociaría el plan con Rusia, principal soporte internacional del régimen sirio. En este plan que esboza el diario estadounidense veo, al menos, dos grandes obstáculos que diría que son inslavables. El primero, recogido por el periódico, es que en Siria no hay vicepresidente tan fuerte como en Yemen para reemplazar a Al Asad. De hecho en este país el dictador y su familia y personas más cercanas lo controlan todo y no parece factible una transición de este tipo en Siria. El segundo gran obstáculo a este plan es que, como parece lógico, la oposición siria no va a aceptar que quienes han sido corresponsables de las matanzas de civiles y los bombardeos a ciudades controladas por los rebeldes vayan a seguir en el poder.

Lo cierto es que el régimen sirio no tiene la más mínima intención de cumplir el alto el fuego ni de parar sus ataques. Hoy mismo la oposición denuncia bombardeos en la ciudad de Hama que han dejado 40 muertos. El viaje de Kofi Annan a Damasco no puede llegar en un momento más comlejo ni en un escenario peor. Al Asad ha demostrado ya claramente hasta dónde está dispuesto a llegar para mantener el poder. Ahora es el turno de que la comunidad internacional muestre de una vez por todas, y hoy mejor que mañana, su fortaleza y su determinación contra la barbarie y la sinrazón del régimen sirio.

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