Aunque el régimen sirio ha aceptado ya el plan de paz de Kofi Annan, siguen sin cumplirlo y continúa la violencia y la represión en el país. Todos estamos pendientes de que Al Asad y sus secuaces cumplan su compromiso y dejen de atacar a su pueblo. Confiamos en que se consiga el ansiado alto el fuego que permita encontrar una salida pacífica a este conflicto que ha dejado ya 9.000 muertos. La salida debe alzancarse por vías pacíficas, pero eso no significa que Al Asad pueda seguir al frente del país ni que sea él o alguno de los suyos quien tutele el futuro proceso de transición hacia la democracia. En cualquier caso, tratándose de gente de esta calaña, lo primero ha de ser ver si cumplen efectivamente con el plan de paz. La ONU pone el 10 de abril como fecha tope para que el régimen sirio retire las tropas de los centros de población y posibilite así un alto el fuego de 48 horas.
Ayer el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas emitió un comunicado de consenso. Los representantes de Rusia y China también secundan la petición del órgano de la ONU al régimen sirio para que cumpla sus compromisos. Concretamente la declaración del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pide al régimen de Al Asad que reduzca los movimientos de tropas en los centros de población, acabe con el uso del armamento pesado en estos centros y comience la retirada de concentraciones militares en zonas de población y cumpla estos compromisos en su integridad no más tarde del 10 de abril. El próximo martes es por lo tanto un día importante en el conflicto sirio y ojalá se trate de un punto de inflexión que sirva para dejar atrás la pesadilla de las decenas de muertes diarias, la represión y la violencia en el país. Es sólo un paso pequeño, pero al menos ya estamos andando en la buena dirección. Con el régimen sirio cualquier confianza puede ser mortal y Al Asad y compañía inspiran cualquier cosa menos confianza, pero esperemos que esta vez sí cumpla con sus compromisos. No sería la primera vez que no lo hace, pero tengamos la esperanza de que así sea esta vez.
De momento está claro que algo sí ha cambiado. Rusia y China, aliados del régimen sirio, han dejado de bloquear todas las resoluciones contra Al Asad y su gente. Han vetado mucísimas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y esa actitud ha contribuido, sin duda, a que el régimen sirio haya seguido matando a inocentes de forma indiscriminada. Su comportamiento desde que comenzaron las revueltas ha sido vergonzoso y poco ético. Les ha preocupado mucho más sus intereses comerciales, económicos o estratégicos que la vida y los derechos humanos de los ciudadanos sirios. Su actitud será difícil de olvidar y de perdonar, pero al menos ahora Rusia y China parecen haber dado un paso adelante y han decidido no obstaculizar la acción diplomática para parar el conflicto. Espero que este cambio de los dos países que sostenían de algún modo al régimen sirio ayude también a poner punto final a la guerra.
El régimen sirio declaró ayer que ya se están retirando algunas tropas, pero la oposición asegura que no han cesado los ataques del ejército de Al Asad. No dice mucho de la buena voluntad del régimen que mientras retira tropas (o dice que lo hace) para cumplir su compromiso de un alto el fuego, continúe reprimiendo a su pueblo con violencia. Por otro lado, ayer también conocíamos que el Comité Internacional de la Cruz Roja llegó a un acuerdo con el régimen sirio para aumentar su presencia en el país. Esto significa que podrá ofrecer más ayuda humanitaria a más gente que lo necesita con urgencia. Se ven pequeños síntomas de cambio, pequeños motivos para la esperanza, pequeñas luces en Siria. Ojalá así sea y se puede avanzar hacia una solución real y efectiva. Han muerto muchas personas y la violencia debe quedar atrás. Eso es lo primero y más urgente, pero también, y por supuesto, atrás debe quedar el régimen que ha masacrado a su pueblo con su tirano y el resto de odiosos tipejos que han atacado a inocentes siendo juzgados por sus crímenes.
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