Intenso Consejo de Ministros

Una de las semanas más intensas en lo informativo de lo que llevamos de año ha concluido con el que quizás ha sido el Consejo de Ministros que más medidas ha aprobado desde que el PP llegó al gobierno. Ayer se aprobaron los recortes en Sanidad y Educación, pero también las primeras medidas contra Argentina en respuesta a la expropiación de Repsol y un decreto ley a su medida para poder colocar al frente de RTVE a quien el PP desee. El recorte de 10.000 millones de euros en Sanidad y Educación lo conocíamos desde aquella nota de prensa del lunes posterior a la Semana Santa a través de la cual el gobierno nos informó del hachazo sin ofrecer más detalles. Luego los fue dando poco a poco y fuimos conociendo en qué consistían. Lo de RTVE estaba cantado, pero algunos creíamos que el gobierno iba a tener cierto decoro. Claramente, nos equivocábamos. Y sobre lo de Argentina, ¿soy el único al que le suenan mucho más contundentes y duras las palabras del gobierno que sus acciones?

Empecemos por Sanidad. Los jubilados tendrán que pagar por las recetas. Será una cantidad pequeña, sí, y estarán exentos de ello quienes cobren las pensiones mínimas y las pensiones no contributivas, pero indudablemente supone traspasar una de las fronteras que llevan establecidas décadas en nuestro país. Forma parte del cambio de sistema y de esa mentalidad que nos van inoculando de que el modelo es totalmente insostenible. Creo que esta medida está muy bien reflejada en la grandísima viñeta de Ricardo en El Mundo de ayer. Aparece una señora anciana en la farmacia y a su lado el presidente del gobierno rodeado de muchos asesores trajeados. Rajoy le dice a la señora: "todos estos señores me han recomendado que le cobre a usted mensualmente 18 euros por los medicamentos para que nos salgan las cuentas". Me parece brillante la viñeta porque expresa algo que podemos apreciar en muchas de las últimas medidas del gobierno: que van a lo sencillo, que no se estrujan mucho la cabeza y cargan una parte considerable del esfuerzo que tenemos que hacer sobre los más vulnerables y débiles. Subir lo que pagamos los ciudadanos por los medicamentos o aumentar brutalmente las tasas universitarias es una medida poco elaborada. Del gobierno uno espera que busque y rebusque medidas que puedan ayudar a salir de la actual situación sin dañar a los ciudadanos.

Además de la cuestión de los pensionistas, también cambia el gobierno otras cuestiones en el ámbito de la Sanidad. La ministra Ana Mato dijo ayer que quieren luchar contra el turismo sanitario. Para ello harán un cambio en la ley de extranjería y aumentarán las exigencias para poder recibir tratamientos médicos a los extranjeros no residentes en nuestro país. Creo que es razonable que el gobierno intente frenar los abusos que, al parecer, hacen algunas personas que sin excesivos problemas se hacen con una tarjeta sanitaria en España y vienen aquí a recibir tratamientos médicos o someterse a intervenciones que en su país les costarían más dinero. Lo que sucede es que, de tapadillo, y sin tener nada que ver con el turismo sanitario, el gobiero reduce también las prestaciones a los inmigrantes ilegales. Las personas sin papeles verán restricciones ante ciertos servicios y creo que esto es grave y erróneo por parte del gobierno. La asistencia sanitaria a estas personas debe seguir siendo la misma que hasta ahora.

En Educación, el ministro José Ignacio Wert anunció ayer las medidas de recorta también conocidas. Se aumenta el máximo de alumnos por clase, se incrementa también la jornada lectiva de los profesores, no se cubrirán las bajas de los docentes que no superen los diez días, se retira la obligación a los institutos de ofrecer dos opciones de Bachillerato, se paralizan los nuevos cursos de formación y se aumentan las tasas universitarias. Como en Educación son las Comunidades Autónomas las que tienen las competencias, el gobierno central sólo hace estas recomedaciones, pero serán las autonomías las que decidan qué hacen. Por ejemplo, el País Vasco y La Rioja no aplicarán la tremenda subida de tasas que sugiere el gobierno, que puede llegar hasta el 66%. Lo de meter más niños por aula el ministro ha llegado incluso a justificarlo diciendo que así podrán socializarse más (sin comentarios). Estas medidas demuestran falta de visión de futuro, porque atacar la educación es una enorme torpeza. Una sociedad que recorta en Educación no tiene un gran futuro por delante. No puedes crecer si cortas la raíz.

El nivel de la enseñanza en España no es precisamente soberbio como para recortar más gastos. No entiendo que el ministro Wert diga que va a mejorar el servicio y lo primero que hace es aplicar este severo ajuste. Dijo que iba a mejorar la universidad y, antes que cualquier otra cosa, sube las tasas a los estudiantes. Dijeron que van a mejorar el servicio sanitario y subieron lo que pagamos por los medicamentos. Casi dan ganas de que dejen de solucionar cosas. Es un enorme error ver la Educación como una partida de gastos más donde podemos meter la tijera. En cuanto a la universidad, es una realidad que muchas personas no podrán permitirse estudiar una carrera. Es un terrible retroceso hacia los tiempos, que creíamos felizmente superados, en los que las personas con un bajo poder adquisitivo no podían acceder a la universidad. Esta subida bestial imposibilitará a muchas familias humildes para ofrecer a sus hijos una carrera, es decir, quitará a toda la sociedad la ilusión, las ganas y el talento de todos aquellos jóvenes que, por una cuestión meramente económica, no puedan permitirse entrar en la universidad. Es triste y lamentable y a esto se le puede llamar de muchas maneras, pero no se le puede tildar de mejora ni, mucho menos, de avance.

Para terminar de echar la tarde, el Consejo de Ministros decidió también cambiar la ley para elegir presidente de RTVE y poder colocar en el puesto a dedo a quien ellos quieran gracias a su mayoría absoluta. Los palmeros del gobierno y las personas a las que les ciega su fanatismo político podrán decir lo que quieran, pero este cambio legal se parece mucho a eso que hacen los gobiernos de lo que llamamos con frecuencia repúblicas bananeras, es decir, hacer leyes a su medida. Como con la actual ley que obliga el voto de dos tercios del Congreso para elegir al presidente de RTVE no les gusta, porque tienen que hacer eso tan molesto de negociar y pactar con otro partido un nombre de consenso, cambian la ley y aquí paz y después gloria. Hablan de un bloqueo del principal partido de la oposición y tienen la desfachatez de ofrecer diálogo después de cambiar las reglas del juego para poder decir: esto es lo que ofrezco. Si lo apoyas, bien Si no, puede ponerlo yo solito con mis votos. Triste y poco democrático. Tampoco tienen escrúpulos para echar mierda sobre los informativos de TVE.

Tal vez porque ellos son incapaces de reconocer las cosas bien hechas cuando ha sido idea de otros, tal vez porque la única forma de gestionar una televisión pública que conocen es la de manejarla como televisión de partido, tal vez porque están ciegos y no les importa cargarse algo que funciona y recibe premios internacionales por su rigor y profesionalidad. Es muy triste ver cómo desde el gobierno y sus afines han llevado a cabo una campaña nauseabunda contra RTVE. Pero es desolador ver cómo hay quien ha picado en el anzuelo y defienden con firmeza que RTVE manipula y todas esas patrañas que, precisamente, es lo que ha hecho la cadena pública durante muchos años hasta que hace algún tiempo alguien tuvo una buena idea y dignificó RTVE. Pero eso quizás no lo puedan entender algunos y prefieran ridiculizar la cadena pública, esa que ha alcanzado estos últimos años el mejor nivel y la mayor pluralidad y rigor de su historia.



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