Tomás Gómez, reelegido secretario general de PSM

Tomás Gómez no le cae especialmente bien a Alfredo Pérez Rubalcaba. Una de las cosas que más le ha echado en cara en los últimos años es que ha exhibido como único gran logro haber vencido a José Luis Rodríguez Zapatero (a su candidato, Trinidad Jiménez), en unas primarias para decidir quién sería el candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid. Ayer Tomás Gómez venció en el congreso de los socialistas madrileños con un 59% de los votos. Un 41% de los delegados del congreso votaron por su rival, Pilar Sánchez Acera. De otra cosa, de momento, no podrá presumir, pero Tomás Gómez sí puede decir que ya ha ganado un pulso (éste último algo más light) a los dos últimos secretarios generales del PSOE. Al margen de si es capaz o no de devolver al PSM a un lugar de peso en la escena política madrileña, de momento sí ha demostrado que tiene apoyos internos y que más les vale tomar nota en Ferraz, porque no han logrado perderlo de vista pese a las muchas ganas que le tenían.


Tómas Gómez protagonizó una actuación que bien hubiera merecido una nominación a los Goya durante el congreso federal en el que el PSOE eligió a Alfredo Pérez Rubalcaba como nuevo secretario general. Gómez se reservó sus preferencias, al menos su declaración oficial de a quién apoyaría, hasta horas el día que comenzó el congreso. Lo hizo como si su decisión fuera a cambiar el curso del congreso o como si los delegados socialistas del congreso de Sevilla en bloque estuvieran esperando a que el líder madrileño les iluminara y así votar por Rubalcaba o Chacón. Gómez se decantó por Chacón y, como es sabido, ganó Rubalcaba. Por lo que hemos de deducir que la persona a la que más le importaba saber a quién iba a votar Tomás Gómez era el propio Tomás Gómez. La afición a las cámaras y a la constante presencia mediática del recién reelegido secretario general del PSM es de sobra conocida y está más que acreditada. Lo que en adelante deberá intentar demostrar es que es capaz de levantar el partido, algo que de momento no ha sido capaz de hacer. Sánchez Acera, rival de Gómez en el congreso de ayer, le recordó en el debate que organizó la Ser esta semana que el PSM había perdido estrepitosamente las últimas elecciones.


So el objetivo del secretario general de un partido en una comunidad es que la formación gane elecciones, parece claro que Gómez no lo ha cumplido desde que llegó al poder. Si es dar titulares y aparecer en los medios, la cosa cambia bastante. Tomás Gómez tiene muy claro quién es el responsable (no le gusta la palabra culpable) de las últimas derrotas del PSOE en Madrid: José Luis Rodríguez Zapatero. Echar la culpa a otros de lo que, al menos en parte, es responsablidad suya, es la mejor forma que ha encontrado Gómez de eludir ese ejercicio tan extraño en política que es la autocrítica. Digo yo que algo habrá tenido que ver Gómez en la caída del PSM, en la pérdida de ayuntamientos y en la derrota contundente en la Comunidad de Madrid ante Esperanza Aguirre. En este último caso, si acaso por el pequeño detalle de que él encabezaba la lista del PSM a la Asamblea de Madrid. Es cierto que el contexto no favorecía a Gómez, porque la marca socialista estaba (y está) muy dañada por la gestión en el gobierno central del PSOE, pero esquivar de este modo su parte de responsabilidad parece, valga la redundancia, poco responsable.


Pilar Sánchez Acera ha pedido a Gómez que la ejecutiva del PSM sea integradora e incluya a todas las corrientes del partido, es decir, que haga todo lo contrario que hizo Rubalcaba con quienes apoyaron a Chacón en Sevilla. Sería lo más inteligente y una buena forma de demostrar que, en efecto, el secretario general del PSM es un convencido del debate interno, de la democracia dentro de su partido y de escuchar todas las visiones y opiniones, no sólo las que coinciden con las suyas. Gómez no debería olvidar que un 41% de los delegados del partido con derecho a voto optaron por otra candidatura que era una enmienda a la totalidad de su gestión estos últimos años. Debe tender la mano a los críticos y juntos han de emprender un camino que tenga como horizonte volver a conectar con los madrileños y contruir una alternativa sólida y real al PP de Madrid. Porque tan innegable como que en Madrid el PP tiene un gran apoyo es que el PSM no ha sabido llegar a los ciudadanos correctamente. Veremos si Góme relanza ese objetivo de devolver al PSM la Comunidad de Madrid. El primer paso es hacer que vuelva a ser un actor importante en la escena madrileña, algo que de momento no ha conseguido.

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