Mercados laborales del mundo

El título de la entrada es una propuesta a alguna cadena de televisión para hacer una versión de sus programas de compatriotas por el mundo, pero adaptada a las legislaciones del mercado laboral en esos países en los que viven y trabajan. Lo digo porque sería muy instructivo ahora que en todas partes escuchamos lo ejemplar y envidiable que es este u otro marco laboral. En los últimos días hemos oído proponer que el parado que no acepte un trabajo, "aunque sea en Laponia", pierda su prestación, que tenemos que trabajar como los chinos (¿casi esclavizados?) o que hemos de trabajar más horas, como hoy propone María Dolores de Cospedal (ella sabe de lo que habla, pues tiene más de un trabajo con sus respectivos sueldos). En fin, que no paramos últimamente de mirar al exterior para conocer modelos de trabajo que funcionen y podamos traer a España. Puede ser algo útil, pero también se presta a demagogias y discursos poco pegados a la realidad. Porque, como bien dice la frase hecha, las comparaciones son odiosas y poco tienen que ver esos países con los nuestros.


Tal vez un buen primer paso sería reconocer todos que eso de buscar modelos en el extranjero es una buena idea, pero que habrá que quedarse con lo bueno de ellos, no con lo malo. Una noticia que me ha llamado mucho la atención es el referéndum por medio del cual los trabajadores suizos han rechazado ampliar sus vacaciones anuales de cuatro a seis semanas. Y realmente no sé si tomarles como modelo o no, si sentir admiración por su responsabilidad y su compromiso con el trabajo, o sentir lástima. Lo cierto es que huelga decir que una iniciativa de ese tipo en España no tendría los mismos resultados. Allí más del 66% de los votantes rechazaron ampliar sus vacacionesLos sindicatos suizos propusieron esta votación y cosecharon un sonoro fracaso, mientras que los empresarios de aquel país han elogiado la responsabilidad de los trabajadores y su reflexión sobre los efectos negativo que esta ampliación de las vacaciones podrían traer a la economía del país. Pues no, España no es Suiza. Insisto, no sé si admirarles o pensar que están actuando irracionalmente y están renunciando a ampliar sus derechos. En este caso concreto, tengo bastantes dudas sobre qué pensar, aunque no puedo negar que la actitud de los suizos es en cierto sentido admirable y quizás podríamos tomar algunos nota de ella.


Sobre el resto de propuestas, lo tengo todo más claro. No deberíamos tolerar que un parado tuviera que dejar de percibir su prestación por desempleo, que es un derecho que tienen todos los trabajadores y para el que todos han contribuido; así como no creo que en España debamos abrir un debate sobre si debemos trabajar más. En todo caso, mejor, para ser más productivos. Pero no más. María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla La Mancha y secretaria general del PP, ha defendido en una entrevista en el diario El País que debemos trabajar más y ha puesto como ejemplo a las empresas alemanas que han optado por trabajar más horas manteniendo el sueldo. O sea, trabajar más por lo mismo (o por menos, ahora que la reforma laboral abre la puerta a modificaciones salariales y de otro tipo en cuanto las cosas le vayan un poco peor de lo esperado a las empresas). No sé cómo ha de ser el cambio que necesita el mercado laboral español, pero tengo claro que no es el que propone la política del PP.


La respuesta de De Cospedal llegó, precisamente, cuando fue preguntada por las palabras del presidente de Mercadona, Juan Roig, en las que decía que teníamos que trabajar como los chinos. Estoy convencido, o quiero estarlo, de que lo que él defendía no era exactamente que las condiciones laborales de los trabajadores españoles se equiparen a la semi esclavitud que existe en China. Él habló de la cultura del esfuerzo de los trabajadores chinos de sus bazares, abiertos casi todo el día y casi todos los días. Tampoco creo que ese sea un ejemplo válido, un espejo en el que mirarnos. Porque además de trabajar existen otras cosas y porque es muy demagógico tratar de vender la imagen de que los trabajadores españoles en su conjunto no tienen la más mínima cultura del esfuerzo. ¿Realmente es el chino un modelo aceptable? ¿Un ejemplo que seguir? Lo veníamos temiendo hace bastante tiempo, pero si hay muchos empresarios y responsables políticos que piensan como él y empiezan a adoptar la doctrina Roig, mal vamos. Peor todavía de lo que vamos ahora mismo.


Como con todo, las palabras de Roig tenían su parte de razón, como la tendrán los que defiendan que tendríamos que tomar nota de los suizos y su rechazo a más vacaciones pagadas, y como lo tendrá De Cospedal. Pero sólo en parte. Porque es verdad que en España de dejaron de españoles en ciertos trabajos mal pagados y muy duros, como en el campo. Es cierto que esos trabajos direcamente la mayoría de los españoles no los querían hacer y los realizaron personas inmigrantes. Y son trabajos que se deben hacer. La discrepancia llega cuando nos planteamos si el cambio debe ir destinado a generalizar unas condiciones laborales bastante lamentables, como se podía intuir de las palabras de Roig, o si deberíamos tratar de adquirir esa cultura del esfuerzo, pero no permitir jornadas laborales interminables, mal pagadas y casi sin derechos como en China. Ahí está el meollo de la cuestión. Demos por buena su teoría de que, en cierto sentido, nos hemos acomododa y no tenemos la suficiente cultura del esfuerzo (con muchos matices). De acuerdo. Pero no tengamos la tentación de copiar ese modelo cercano a la esclavitud y que nos llevaría a tirar por la borda derechos adquiridos por los trabajadores después de muchos años de luchas.


Mirar afuera siempre es enriquecedor y nos ayudará a buscar ejemplos, pero tenemos que hacerlo con reservas, conociendo muy bien todos los aspectos diferentes y las particularidades de esos países. Y, sobre todo, debemos intentar imitar lo que de verdad valga la pena. Por ejemplo, en el caso de Alemania. ¿No tendrá el país germano más ideas buenas que podríamos copiar en España que los minijbos? ¿De China lo tenemos que imitar todo o podemos conservar cierta humanidad y ciertos derechos en los puestos de trabajo? Exploremos e importemos modelos si llega el caso, pero no nos quedemos con lo malo, con lo que supondría un retroceso, sino con lo que realmente nos podría ayudar a mejorar. Pagando la mitad por el trabajo que ahora se hace y obligando a trabajar muchas más horas los empresarios se ahorrarían dinero en salarios de los empleados, pero todo el país perdería muchísimo más.

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