Romney y Santorum compiten en conservadurismo

Ayer se celebró un debate entre los aspirantes republicanos a ser candidatos a la presidencia en las elecciones de noviembre. Mitt Romney, que sigue siendo el gran favorito, y Rick Santorum, su gran rival, compitieron ayer por demostrar que son más conservadores que el otro. Romney es tenido como el candidato más moderado y ese centrismo es precisamente su principal hándicap en ciertos sectores del Partido Republicano. Tal vez por eso ayer entró a saco a defender lo muy conservador que es. Los métodos anticonceptivos o el aborto han vuelto a ser temas estrella en el debate de los candidatos republicanos, que ayer hablaron más, por lo que se cuenta en las crónicas, de valores y cuestiones doctrinales que de otras cuestiones realmente trascendentales para los norteamericanos. Todo sea por demostrar la pureza conservadora que parece ser requisito indispensable para ser elegido candidato en las elecciones, cuando lo más razonable tal vez sería intentar disputarle a Obama el voto del centro, que es donde suele estar la clave de las citas electorales.



La reforma sanitaria de Obama, y más concretamente el punto que obliga a las empresar a costear los métodos anticonceptivos en las pólizas de seguro de sus empleados, fue también centro de muchas críticas. Los candidatos tienen al menos esos dos puntos en cuestión: saben perfectamente que cuentan con un enemigo común (Obama) y también comparten el afán por demostrar que son la flor y nata del conservadurismo. La religión, para que no faltara de nada, también estuvo presente en el debate. Romney alardeó de haber colaborado con la Iglesia católica durante su mandato como gobernador de Massachusetts, aunque omitió su credo mormón, que al parecer no está del todo buen visto en algunos sectores republicanos. Por su parte, Santorum presumió de haber decidido no escolarizar a sus siete hijos, que educó junto a su esposa en casa para que no fueran adoctrinados y no se les contará, por ejemplo, que el ser humano viene del mono y ese tipo de peligrosas teorías que andan sueltas por ahí. Me da la sensación que si se trata de elegir a un candidato conservador cien por cien, Santorum será el elegido, pero no sé si los votantes buscarán un candidato que pueda resultar más peligrosa para Obama.



También coincidieron en alabar las leyes migratorias aprobadas en California. El debate de ayer, y tal vez toda la campaña republicana, se resume en la siguiente frase de Santorum: "mi campaña se basa en ideas, en aquello que es positivo para la ciudadanía americana, en principios y convicciones". Ahí parece estar la clave. Se están centrando en valores, ides, principios, no en propuestas o proyectos concretos. El próximo martes hay primarias en Michigan y Arizona. En el primer Estado, Romney y Santorum están empatados, mientras que en el segundo parte con ventaja Romney. Veremos qué sucede cuando se acerca el Supermartes, que será el 6 de marzo, día en el que votarán diez Estados y que puede resultar decisivo por la cantidad de delegados que están en juego.



De momento, según una encuesta de Associated Press, ninguno de los dos candidatos lograría ganar a Obama en las elecciones presidenciales. Obama obtendría el respaldo del 53% de los votantes y ni Romney ni Santorum subirían del 43%. Queda mucho por delante, pero parece que la imagen de excesiva división interna está haciendo daño al PartidoRepublicano y está siendo la mejor baza del presidente. En todo caso, falta mucha carrera. De momento los candidatos republicanos se están centrando en disputarse el voto conservador, aunque los dos saben que en noviembre tendrán que buscar convencer a toda la ciudadanía estadounidense, no sólo a los simpatizantes republicanos.

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