Preocupante desviación del objetivo de déficit

Ayer el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, compareció ante la prensa para dar a concer el dato más esperado, el del déficit de España el pasado año. El compromiso con la Unión Europea era del 6% sobre el PIB y el dato ofrecido ayer por el gobierno es del 8,51%. Ninguna previsión, ni la más negra, auguraba un aumento de este calibre del déficit que se traducirá, más pronto que tarde, en muchos más recortes y, probablemente, mucho más severos. Montoro comenzó diciendo que el gobierno no había exagerado y que la situación es la que es. Todas las administraciones se pasaron sobre su compromiso, aunque por donde más nos desangramos, como de costumbre, es por la herida de las Comunidades Autónomas. El dato es nefasto y preocupante. El ejecutivo espera que Europa afloje algo en relación al compromiso para 2013, que está en el 4,4%, entre otras cosas porque si no lo hace esto estallará antes o después y lo que viene estaría entre dramático e insorportable.

Los datos, en efecto, son los que son, pero bien sabemos todos ya que e este país nos gusta mucho más enfrascarnos en discusiones políticas e ideológicas que analizar unas cifras. Mucho más ameno, dónde va a parar. Cada día me desagrada más esta tendencia enfermiza que tenemos en España de derivar todos los temas, todos, a un enfrentamiento ideológico. Así, unos destacarán lo mal que lo hizo todo Zapatero y otros recordarán que las Comunidades Autónomas están gobernadas en su mayoría por el PP. El caso es trasladarlo todo a un debate político. Así nos va, claro. Se echan en falta análisis serios y ecuánimos sobre lo que significa este dato y sobre los porqués del desvío tan grande sobre lo comprometido, pero aquí nos fascina discutirlo todo en términos de izquierda o derecha, PP o PSOE. Como si nos hubiera conducido a algo bueno vivir en este permanente enfrentamiento. Lo suyo sería analizar los datos objetivamente. Uno pensaba que los datos son de las pocas cosas que no se pueden discutir, pero aquí discutimos todo y lanzamos a la cara de nuestro adversario esta cifra o la otra.

Mucha gente se contenta con la simplona idea de que todo es culpa de Zapatero o de que el PP ha inflado las cifras y es máximo responsable de esto porque gobierna en la mayoría de las Comunidades Autónomas y ayuntamientos. Hoy, según a quién preguntes, escucharás de todo menos análisis rigurosos sobre este dato económico. Los datos son estos: el déficit de España en 2011 fue del 8,51% del PIB, y aunque todas las administraciones sobrepasaron lo previsto, son las Comunidades Autónomas las que se llevan el primer puesto de incumplidores al llegar al 2,94%. Precupante también es que la Seguridad Social haya registrado un déficit del 0,09% cuando se esperaba un 0,4% positivo. Por lo tanto, el gobierno central incumplió, los ayuntamientos incumplieron y las comunidades autónomas requete incumplieron. Nadie aprobó, vaya. Suspenso para todos. Los datos obligarán a un recorte amplísimo, muy superior al ya aprobado por el gobierno, y demuestra también que hay que intentar controlar de algún modo las cuentas de las Comunidades Autónomas. Hay que abrir el debate sobre el modelo autonómico actual. No es cuestión de descalificarlo y desacreditarlo, pero tampoco de defenderlo a pies juntillas cuando parece evidente que hay muchas cosas que mejorar.

La Comunidad Autónoma que más se saltó su compromiso fue Castilla La Mancha, que llegó al 7,30%, una auténtica locura. Le siguen, aunque sin opciones de arrebatarle el primer puesto del podio de la mala gestión, Extremadura (4,59%) y Murcia (4,33%). Sólo Madrid cumple con el objetivo y se queda en el 1,13% sobre el PIB. En cifras globales, de toda España, estamos hablando de 26.900 millones de desvío sobre l compromiso de déficit. Dos tercios proceden de las administraciones autónomicas. Algo no va como debería. Montoro estuvo comedido a la hora de buscar culpables, pero ya soltó a un periodista "si quiere a un responsable, mire hacia los que estaban en esta casa en 2011", mientras que De Guindos declaró que la desviación se debe a que "el año pasado no se hizo el esfuerzo que se debería haber realizado". El PSOE dice que el gobierno central sí cumplió (cumplir, lo que se dice cumplir, no cumplió) y señala a las comunidades autónomas, que están como todos sabemos en manos del PP desde mayo de 2011. El PP no tardará en decir que la responsabilidad total de esta desviación es de loa anteriores gobernantes socialistas. El ejemplo más claro lo tenemos en Castilla La Mancha, donde Barreda no se llevaría precisamente el premio a mejor gestor del año.

Podemos echarnos los datos a la cabeza, que es lo que harán los partidos políticos, o podemos buscar soluciones, intentar que si hay que hacer más ajustes dañen lo menos posible a los ciudadanos, que son los únicos que no tienen culpa de esta mala gestión de los políticos. ¿Qué haremos? Ya digo, volveremos a hablar de herencia recibida, de planes ocultos del actual gobierno y de otras cuestiones absolutamente intrascendentes. No sé dónde estará la solución, pero desde luego sé que no está en las batallas políticas e ideológicas que ahora no tocan. Así que en lugar de disparar a diestro y siniestro, según les interese a cada uno, bien podrían juntarse para reconocer que, en general, todos han cometido errores, que la situación es mala, pero que hay que trabajar juntos para salir adelante. A ver si nos sorprenden, para variar.

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