No habrá paz para los malvados, triunfadora de los Goya 2012

Un año se celebró la fiesta del cine español. La alfombra fue roja, esperemos que dejando atrás de forma definitiva los cambios sobre el color clásico por exigencias del guión (del patrocinador, quiero decir). La presentación de la gala corrió a cargo de Eva Hache. Estuvo muy bien. La presentación fue muy ingeniosa y después sus intervenciones estuvieron llenas de chispa y humor. Hizo un papel muy digno y no lo tenía fácil, porque Buenafuente había presentado brillantemente las galas anteriores. Aprobó con nota. La presentadora, como digo, lo puso todo de su parte para que la ceremonia fuera, ante todo, un espectáculo entretenido y ameno (todo lo amena que puede ser una gala en la que se entregan 29 premios con sus correspondientes discursos y dedicatorias). El glamour tampoco faltó a su cita y, lo más importante de todo, creó que se puso el caramelo en la boca del espectador para intentar ver alguna de las películas que destacaron ayer y que hasya hoy no estaban en su lista.

No habrá paz para los malvados ganó su duelo con La piel que habito. Realmente la gala estuvo muy bien, pero no deparó precisamente muchas sorpresas. En esta ocasión marchó más o menos por donde la mayoría esperábamos. La cinta de Urbizu se llevó seis Goyas: sonido, montaje, guión original, actor protagonista, dirección y película. Con cuatro se quedó La piel que habito, con tres La voz dormida, Eva y Balckthorn. Es decir, no pasó eso tan frecuente en este tipo de ceremonias de que una cinta que parte con muchas candidaturas se marcha de vacío, o casi (no hay que irse muy lejos para ver algo así, que se lo pregunten si no a Álex de la Iglesia con su Balada triste de trompeta). En ese sentido, la noche acabó con una gran vencedora, la película de Urbizu sobre un policía corrupto y despreciable que borda José Coronado según aseguran los críticos (tengo pendiente corroborrarlo viendo la película); pero nadie se fue con las manos vacías ni se puede dar por derrotado o perdedor. No por ese tópico de que sólo por estar nominado te consideras ya premiado, sino porque realmente todas las cintas con aspiraciones en la gala de ayer se llevaron algún cabezón a su casa.

El premio a mejor actor, como digo, fue para José Coronado, muy ilusionada al recoger su primer Goya. El Goya a la mejor actriz lo consiguió Elena Anaya, que agradeció el premio a mucha gente, pero en especial a Pedro Almodóvar a quien volvió a demostrar su admiración. Le faltó decir "gracias por haber nacido", algo que, por otro parte, muchos también afirmaríamos. El mejor actor revelación fue Jan Cornet, el joven actor catalán compañero de Anaya en en La piel que habito, quien también se deshizo en elogios al diretor manchego. El personaje de Vicente dio alegrías a pares ayer al equipo de la película. María León era la gran favorita a llevarse el Goya a mejor actriz revelación por su papel de Pepita en La voz dormida. Hizo buenos los pronósticos y se acordó de la persona real, que aún vive, en cuya piel se metió en esta dura película que tantas satisfacciones ha dado a esta prometedora actriz.

Los llamados premios gordos (dirección y película), algo que siempre me ha parecido algo injusto con el resto de categorías, pero que siguen siéndolo, se los llevó No habrá paz para los malvados. Urbizu estaba radiante porque esta película también ha funcionado a la perfección. Muy destacable el doble logro de la película de animación Arrugas, que no sólo ganó el Goya en su categoría, sino que también se llevó el premio al mejor guión adaptado (frente a La piel que habito y La voz dormida, casi nada). Un hito que habla de la ternua y calidad de esta cinta y también del gran nivel de la animación en España. The Artist ganó el Goya a la mejor película europea, como era de esperar también, y Un cuento chino venció en la categoría de mejor película iberoamericana. Es imposible destacar todos los premios como merecen sus ganadores, pero creo que hay que resaltar un nuevo Goya de Alberto Iglesias por hacer siempre maravillas con la música, en este caso de La piel que habito. Mucha suerte en los Oscar con la banda sonora de El topo.

Volviendo a la gala, otros momentos graciosos fueron el rap de El Langui con Javier Gutiérrez, Juan Diego y Antonio Resines; así como el genial monólogo de Santiago Segura. La parte más institucional de la gala, ésa que Eva Hache se grabó para ver en bucle toda la semana porque le encantó su ritmo, correspondió al discurso del presidente de la Academia y las dos vicepresidentas en el que quedó claro el cambio de rumbo de la institución con respecto a la postura del anterior presidente. Internet volvió a estar presente en ese discurso, pero para Gonzáles Macho todavía "no forma parte de la actividad económica del cine". Son formar de verlo, pero todos coinciden en que habrá que contar con ello, porque obviar esta revolución sería un suicidio. Lo dicho, una gala correcta y divertida que cosechó un 23,3% de share y fue líder del día con 4.156.000 espectadores.

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