Manifestación contra la reforma laboral

Ayer acudí en Madrid a la más numerosa manifestación contra la reforma laboral de las muchas que se celebraron en España. No me exgtenderé mucho, pero sí quiero comentar alguna cosilla. Dos cuestiones previas para empezar. Ayer la frecuencia de los trenes de Renfe (todos ellos cortos) no parecía apropiada para una afluencia similar de gente. Lo dejaremos en una falta de previsión. Por otro lado, fue curioso ver el diferente enfoque dado a la manifestación en los distintos medios. Los organizadores dijeron que habían ido 500.000 personas, mientras que la delegación del gobierno aseguró que habían acudido 50.000. Bien, hasta ahí la guerra de cifras normal. Lo destacado de ayer fue el modo en el que se recogía la noticia en las ediciones digitales de los periódicos. En uno de ellos, el capítulo 500 de Los Simpson (serio excelente, dicho sea e paso) ocupaba un lugar más destacado que la manifestación sindical. De izquierda a derecha la cosa pasaba de clamor contra el decretazo a miles de personas, pasando por un decenas de miles. Lea usted todos y luego decida quién se ajusta más a la realidad.

La manifestación fue, cifras aparte, muy numerosa. Creo que la más numerosa organizada por los sindicatos desde hace años, tal vez desde que comenzó la crisis. Ayer se clamó contra la reforma y quedó también bastante claro que las bases de los sindicatos no comulgan del todo con la prudencia de Toxo y Méndez sobre la necesidad o no de convocar una huelga general. En todo caso, si ayer se tratada de medir fuerzas y de ver si CC.OO y UGT lograban movilizar a mucha gente, creo que la respuesta está clara (otra cosa es que el gobierno no la quiera ver tan nítida, que en su derecho está). No sé si servirá para cambiar algo esta reforma, pero los allí presentes consideran que no pueden quedarse sin reaccionar a este profundo cambio legal del mercado laboral. Lo más escuchado ayer es que se pierden derechos, que se va a poder despedir a los padres barato y contratar a los hijos precario y que el poder de los empresarios sobre los trabajadores será absoluto.

También ayer se escuchó hablar de la campaña de desprestigio contra los sindicatos. Yo creo esa campaña existe. Ciertos medios y el PP casi en bloque y con bastante fiereza están dándolo todo para que los sindicatos pierdan credibilidad y apoyo. Una reacción así no es la que se tiene contra alguien débil. ¿No será que tanto decir que nadie les apoya y que son una reliquia del pasado se debe a que temen que puedan articular una respuesta firme a sus reformas? Los sindicatoa han cometido muchos errores, pero resulta irónico que sean los políticos los que vengan ahora a echárselo en cara como si fueran CC.OO y UGT y no la clase política los que ocupan el tercer puesto en la lista de problemas de los españoles en todas las encuestas del CIS. Por lo tanto, con todos sus errores pasados y presentes, los sindicatos son necesarios y tienen un papel que jugar le pese a quien le pese.

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