Cádiz, un año más, capital del ingenio

Estos días se celebra el Carnaval, una fiesta que a mí personalmente nunca me ha llamado excesivamente la atención, pero en la que además de disfraces y bailes podemos escuchar esas piezas llenas de arte, ingenio y sabiduría que son las chirigotas de Cádiz. Sólo por eso uno espera deseoso que lleguen estas fechas para poder volver a reír y admirar la chispa de las agrupaciones que dan casi siempre en el clavo. Este año miraremos a Cádiz dentro de un mes justamente, el 19 de marzo, para celebrar los 200 años de La Pepa, pero antes, como todos los años, hemos mirado hacia esa ciudad para escuchar las originales e ingeniosas letras de sus chirigotas, coros, comparsas y cuartetos. El viernes se celebró en el Gran Teatro Falla la final de agrupaciones que, como de costumbre, se alargó hasta muy entrada la madrugada. El jurado anunció el fallo con la clásica fórmula "en la ciudad de Cádiz, capital iberoamericana del Carnaval y ciudad constitucional..." El alto nivel de todas las agrupaciones puso muy difícil, imagino, el veredicto.




En la categoría de chirigotas ganaron Los puretas del Caribe, de forma muy merecida, al igual que el resto de vencedores en las otras categorías (El amanecer, en coros; Los duendes coloraos, en comparsas; y Los que hundieron el vaporcito; en cuartetos). Si de mí dependiera, habrían ganado casi todos, porque con todas las agrupaciones disfruté mucho y de todas admiré su puesta en escena, su ingenio, su originalidad y su buen rollo. Un año más lo viví desde casa a través de la excelente retransmisión de Canal Sur (que vi por Digital+), pero venía disfrutando de ello con las fases anteriores en la web del canal autonómico dedicada a este carnaval. Canal Sur se vuelca con los carnavales de Cádiz y hace muy bien, porque son algo único. Un año más nada ni nadie se ha escapado de las críticas en las letras. Se ha hablado del paro, de la crisis, de Merkel, del Papa, del Rey, de su yerno, de los políticos españoles, de la propia ciudad de Cádiz en términos elogiosos y de amor hacia su ciudad, pero también de crítica hacia lo que no marcha como debería, y un largo etcétera.




El mérito de las agrupaciones es enorme y no sólo hablo del repertorio. Me maravillan las letras tan punzantes y comprometidas, pero son sólo una parte de sus actuaciones. La puesta en escena, por ejemplo, también juega un papel destacado. Así como la idea que les lleva a llamarse Los puretas del Caribe o Qué viva la Pepi, ésta última de una agrupación que también estuvo a un gran nivel en la final y en las fases previas en la categoría de chirigotas. Todo rezuma originalidad e ingenio en el Carnaval de Cádiz. Me gusta especialmente también que sean capaces de empezar la crítica por ellos mismos, como en esa letra en la que aseguran que el capitán del Costa Concordia parecía gaditano por su comportamiento en el accidente del crucero o como en los muchos momentos en los que denuncian la falta de trabajo y oportunidades de la ciudad. Canal Sur, que antes dije que hace un trabajo excepcional en la cobertura del Carnava, tampoco se escapa de las críticas de las agrupaciones.




Estando en Andalucía, claro, el asunto de los ERE irregulares no podía quedar al margen, como tampoco la boda de la Duquesa de Alba, de quien se hicieron muchas bromas por su boda, pero a quien también se criticó bastante en alguna que otra letra. Me gustó mucho, por ser especialmente original y atrevida, la comparsa La sereníssima. Sus miembros aparecían vestidos de gondoleros, cantaban en italiano y derrochaban genialidad. Pero resulta muy complicado destacar una apuesta por encima de otra, porque todas las actuaciones tenían algo especial y compartían un gran nivel. Siempre he dicho, y creo que no es la primera vez que lo escribó aquí, que me encantaría ir al Falla algún año a presenciar la final, pero lo que he de remediar pronto, con final o sin ella, es visitar esta ciudad. El Carnaval sigue en la calle estos días con las agrupaciones llamadas ilegales que, según cantó también alguna agrupación en el Falla, mantienen la esencia de esta fiesta en Cádiz.




Excelente, como digo, un año más el nivel del Carnaval de Cádiz. Los ganadores en chirigotas, Los puretas del Caribe, gustaron especialmente y no es para menos. Se presentaron como un grupo de adultos en una discoteca llena de jóvenes que decide cambiar los temas actuales por clásicos como Nino Bravo o Joselito. Muy buena la forma en la que explican cómo bailan los puretas (meten barriga/mueven el culo/ y no sueltan nunca el vaso de tubo), pero también su visión del movimiento indignado en una letra llena de compromiso en la que critican la respuesta a estas protestas ciudadanas. Pero como digo es imposible quedarse con una sola letra o incluso con una sola agrupación. Desde la tele he vuelto a disfrutar mucho de su ingenio y originalidad y no quiero ni imaginar lo que será vivir estos días en Cádiz. Puro espectáculo y constantes ocasiones para reír y pasarlo en grande. El Carnaval de Cádiz no pierde la chispa, la crítica, el ingenio y, sobre todo, esa maravillosa y poco común capacidad de reírse hasta de su sombra que hace de esta ciudad y de sus carnavales algo incomparable.

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