Sarkozy recoge el Toisón de Oro

Ayer el presidente francés, Nicolás Sarkozy, recibió el Toisón de Oro, una importante distinción que concede el Rey de España y que sirvió de reconocimiento a la labor de Francia en la lucha contra el terrorismo. Ese acto fue muy destacado y nos dejó también una imagen interesante: la de Felipe Gonzáles, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy juntos. Por primera vez Zapatero posaba en una foto de este tipo como expresidente junto a sus dos antecesores en el cargo. También quedó de manifiesto la cordialidad entre Don Juan Carlos y Sarkozy, y se habló mucho del final del terrorismo y la lucha contra ETA con el apoyo y el reconocimiento a las víctimas siempre presente. Dio mucho de sí este acto, pero antes quiero hacer un breve comentario sobre la gran noticia del día de ayer: las muestras de cariño y respeto a la familia de Manuel Fraga en su casa de Madrid. Hoy será enterrado en Galicia el político que dedicó 60 años a esta profesión.


La mayoría de los políticos que hablaron ayer estuvieron a la altura. Los más próximos ideológicamente a Fraga elevaron su figura a la de uno de los más importantes políticos españoles del siglo XX. Aznar dijo que una parte muy importante de su vida no se entendería sin Fraga, y ciertamente no exagera en absoluto. Los que estaban más lejos que él en posturas políticas también quisieron ayer reconocer su papel en la Transición. Rubalcaba destacó que Fraga fue uno de los padres de la Constitución y también que supo arrastrar a la democracia a una parte de la derecha de España en un momento importante. Hasta Carrillo, aunque a él lo costó algo más y se mostró muy comedido en los elogios, sacó algún punto positivo de Fraga. La despedida otorgada a Fraga va en consonancia con la importancia que ha tenido en su dilatada carrera política en nuestro país. Por cierto, especialmente elegante estuvo ayer José Blanco que, como gallego, reconoció que Fraga había hecho mucho por esta tierra.


Como no todo el mundo puede (o sabe) estar a la altura, siempre hay personas que van a lo suyo. Es el caso de Cayo Lara. El líder de Izquierda Unida dijo ayer que Fraga se moría sin que su partido condenara el franquismo. Coincido con Lara en que al PP parece costarle demasiado hacer ciertas cosas, como apoyar la memoria histórica o la reparación de algunas víctimas de la Guerra Civil y el franquismo, que debería hacer con total naturalidad. Ayer, sin ir más lejos, el artículo con el que Rajoy despidió a Fraga en la prensa no incluía ni una sola vez la palabra dictadura cuando habló del tiempo en el que Fraga tuvo responsabilidades antes de 1975. Sólo hablaba de tiempos difíciles y demás. Hasta ahí vale, de acuerdo. Pero escuchando ayer a Cayo Lara me surgieron dos dudas existenciales que quiero compartir.


En primer lugar, Cayo Lara habló ayer de condenar el franquismo. Me pregunto si este Cayo Lara es el mismo Cayo Lara que criticó la Ley de Partidos que, entre otras cosas, obliga a la izquierda abertzale (y a todos los partidos políticos) condenar el terrorismo. ¿Es la misma Izquierda Unida la que en unos casos pide la condena para un régimen indudablemente odioso y en otros parece discrepar de la Ley de Partidos? Por otro lado, puestos a condenar regímenes totalitarios, Cayo Lara podría condenar las atrocidades (pasadas y presentes) cometidas en distintos lugares del mundo bajo una ideología que empieza por comu- y acaba por -nismo de cuyo nombre ahora no me acuerdo bien. Supongo que también habrá todo el mundo de condenar enérgicamente la dictadura de los Castro en Cuba. ¿O me he perdido algo? Aunque, bien visto, en eso de mirar a Fidel Castro con simpatía Cayo Lara y Manuel Fraga tenían bastante en común, dicho sea de paso.


Sobre el Toisón de Oro a Sarkozy, el acto de ayer fue, en efecto, importante. Tuvo más valor simbólico que político, pero nos sirvió para ver a Zapatero como expresidente junto a González, Aznar y Rajoy. Los cuatro muy sonrientes posando ante las cámaras junto al Rey. No es muy frecuente ver este tipo de escenas, pero la ocasión lo merecía. El acto estuvo presidido por el Rey Don Juan Carlos y a él también acudieron la Reino Doña Sofía y los Príncipes de Asturias. El Rey se mostró muy cariñoso con Sarkozy. Ha sido un gran acierto conceder este galardón al presidente francés. La colaboración de los vecinos franceses en la lucha contra el terrorismo ha sido ejemplar y siempre deberemos reconocerla y agradecerla como es debido. Sus fuerzas de seguridad también se han jugado la vida y, por desgracia, también la han perdido en ocasiones. Sarkozy podrá tener muchos defectos políticos, pero su colaboración con España en este aspecto ha sido excepcional.


El presidente francés merece, por lo tanto, el Toisón de Oro, me atrevería a decir incluso que lo merece mucho más que la inmensa mayoría de los otros líderes que lo recibieron antes que él. La entrega llega en un momento especialmente importante en la lucha contra ETA. La banda declaró el cese de su actividad armada, pero hay dudas e incertidumbres sobre la situación. La detención de tres presuntos etarras que iban armados y con material explosivo ha encendido algunas alarmas. Como dijo el ministro de Interior, la gente de bien no va con armas por la calle, y mucho menos con material para fabricar bombas. Ojalá no nos hayamos precipitado al tomar ciertas medidas confiados en que esto es el final definitivo de ETA. Aunque la situación está en un especie de stand by, los próximos meses será decisivos. La banda y su entorno seguirá haciendo reivindicaciones y el gobierno sabe que, a la lucha contra la crisis y el resto de prioridades, debe sumar este asunto igualmente trascendental.


El gesto de ayer del Rey con Sarkozy fue, como digo, muy acertado. Ayer se pudo comprobar a la perfección que las relaciones entre los dos países pasan por un muy buen momento y eso es muy positivo y no sólo por la lucha contra ETA. Llevarnos bien con nuestros vecinos del norte nos puede dar muchos beneficios, sobre todo teniendo en cuenta que Francia tiene mucho peso en la Unión Europea (el Estado que más después de Alemania, que está fuera de concurso en este sentido). Rajoy y Sarkozy se reunieron ayer por la tarde en La Moncloa y parece que hubo buena sintonía. El presidente del gobierno apoyó la tasa a las transacciones bancariar que propone Sarkozy. La semana próxima el presidente español se reunirá con Merkel también, por lo que los dos líderes europeos con mayor poder de decisión conocerán ya de primera mano los planes de Rajoy. Eso si el presidente es más claro con ellos que con los ciudadanos.

Comentarios