Sesión de investidura
Antes de conocer la estructura y la composición del ejecutivo, la semana política comenzó el lunes al mediodía con el discurso de investidura de Mariano Rajoy como candidato a la presidencia. Rajoy dedicó gran parte de su discurso a la economía. Habló de las preocupantes cifras de desempleo y anunció su intención de llevar a cabo una nueva reforma laboral. Anunció que buscará el acuerdo con los agentes sociales, pero destacó que no hay tiempo que perder en este sentido. También dijo que se actualizarán las pensiones y que se combatirán las prejubilaciones a costa del estado. Rajoy afirmó que el gobierno intentará acercar la edad real de jubilación a la edad legal. Se recuperará la deducción por compra de vivienda habitual y habrá ayudas a la contratación de jóvenes y nuevos empleados. Por otro lado, Rajoy aseguró que su gobierno buscará una reestructuración más profunda del sector financiero con más fusiones. La educación ocupó parte de su discurso. El presidente del gobierno propone un bachillerato de tres años. Rajoy anunció otras medidas como la eliminación de los largos puentes festivos acercando las fiestas al lunes más próximo.
A partir de la tarde del lunes llegó el turno de los grupos de la oposición. Alfredo Pérez Rubalcaba, líder del grupo socialista en el Congreso hasta que en febrero el PSOE elija nuevo secretario general, criticó la falta de concreción del discurso de Rajoy y le acusó de dejar las malas noticias para otro día. No obstante, Rubalcaba tendió la mano a Rajoy y ofreció acuerdos y lealtad al gobierno. El propio Rajoy le agradeció su tono conciliador. CiU llevó al Congreso su reclamación de un nuevo pacto fiscal para Cataluña, propuesta que Rajoy no consideró prioritaria. Duran i Lleida anunció el voto en contra a la investidura de Rajoy por esta posición. El líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, pidió una salida social a la crisis y afirmó que las políticas de recortes sólo conducen a más desempleo. Rosa Díez, al igual que otras formaciones políticas, reclamó una reforma de la Ley Electoral que Rajoy descartó. UPyD también anunció su voto en contra. Rajoy se mostró algo más comprensivo con el PNV y acordó contar con ellos para abordar el nuevo escenario político en el País Vasco.
La intervención de Amaiur en el Congreso centró gran parte de la atención de la sesión del martes. Rajoy se mostró muy firme con el diputado Antigüedad y le dijo que ni él ni ningún español le deben nada. El diputado vasco dijo que estaban condenados a entenderse y pidió gestos al nuevo gobierno, a lo que Rajoy respondió que el único gesto que esperan todos los españoles es la disolución definitiva de ETA. El resto de grupos minoritarios como Geroa Bai, BNG o Coalición Canaria dedicaron su primera intervención en esta legislatura a exponer reclamaciones de sus distintas regiones. Especialmente tensa fue la respuesta de Rajoy al diputado de Compromis-Equo, con el que se enfrentó por la gestión del PP en Valencia. Finalmente, Rajoy recibió la confianza de la mayoría de la Cámara con los votos a favor de los diputados del PP y de UPN y Foro Asturias.
A partir de la tarde del lunes llegó el turno de los grupos de la oposición. Alfredo Pérez Rubalcaba, líder del grupo socialista en el Congreso hasta que en febrero el PSOE elija nuevo secretario general, criticó la falta de concreción del discurso de Rajoy y le acusó de dejar las malas noticias para otro día. No obstante, Rubalcaba tendió la mano a Rajoy y ofreció acuerdos y lealtad al gobierno. El propio Rajoy le agradeció su tono conciliador. CiU llevó al Congreso su reclamación de un nuevo pacto fiscal para Cataluña, propuesta que Rajoy no consideró prioritaria. Duran i Lleida anunció el voto en contra a la investidura de Rajoy por esta posición. El líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, pidió una salida social a la crisis y afirmó que las políticas de recortes sólo conducen a más desempleo. Rosa Díez, al igual que otras formaciones políticas, reclamó una reforma de la Ley Electoral que Rajoy descartó. UPyD también anunció su voto en contra. Rajoy se mostró algo más comprensivo con el PNV y acordó contar con ellos para abordar el nuevo escenario político en el País Vasco.
La intervención de Amaiur en el Congreso centró gran parte de la atención de la sesión del martes. Rajoy se mostró muy firme con el diputado Antigüedad y le dijo que ni él ni ningún español le deben nada. El diputado vasco dijo que estaban condenados a entenderse y pidió gestos al nuevo gobierno, a lo que Rajoy respondió que el único gesto que esperan todos los españoles es la disolución definitiva de ETA. El resto de grupos minoritarios como Geroa Bai, BNG o Coalición Canaria dedicaron su primera intervención en esta legislatura a exponer reclamaciones de sus distintas regiones. Especialmente tensa fue la respuesta de Rajoy al diputado de Compromis-Equo, con el que se enfrentó por la gestión del PP en Valencia. Finalmente, Rajoy recibió la confianza de la mayoría de la Cámara con los votos a favor de los diputados del PP y de UPN y Foro Asturias.
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