Merkel

Ya sé que tampoco es muy original el título de la entrada de hoy, pero sencillamente voy a hablar de Ángela Merkel, canciller alemana. Basta con decir Merkel, esas seis letras de nada, para decir muchas cosas. Probablemente hace décadas que un dirigente europeo no tiene tanto poder como el que posee ella, poder de influencia sobre el resto de países de la UE, quiero decir. Es cierto que Alemania es la gran potencia económica de Europa, lo era mucho antes de la llegada de Merkel al poder, pero en pocos periodos ha estado tan claro como en este que absolutamente todas las decisiones que se tomen en la UE han de tener el visto bueno de la canciller. Es de un gran interés conocer algo más a Merkel teniendo en cuenta, como digo, que su poder es inmenso. Lo que nadie había logrado en 33 años en España, cambiar la Constitución, lo forzó ella en un muy corto espacio de tiempo.

Todo gira en torno a Merkel. En España sabemos bien de que hablamos cuando decimos que ella manda y los demás obedecen, pero no sólo en nuestro país tenemos esa sensación. La oposición en Francia, por ejemplo, acusa de Sarkozy de ceder soberanía a Merkel. El presidente francés intenta dar la imagen de que las decisiones en Europa se toman entre la canciller alemana y él, pero todo lo que hace el líder francés es salir en la foto. Ya es algo, pero sabe perfectamente que en todas las partidas gana Merkel. Los líderes de Francia y Alemania se reúnen muy a menudo y de esas reuniones salen las decisiones que luego se toman en la UE, pero la única explicación que encuentro al hecho de Merkel se junte con Sarkozy es que no le gusta hablar sola y necesita que alguien le diga "ja", porque nadie cree realmente que en esas reuniones haya mucha discusión.

Ayer, hablando en casa sobre esta cuestión, decía mi hermano mayor que tendría su gracia que Merkel perdiera el poder en Alemania. Defendía por ello que las decisiones importantes en relación a Europa de los países miembros, en especial de los más importantes, deberían ser consensuadas por los grandes partidos para evitar que, en caso de Merkel fuera desalojada en unas elecciones, en partido rival no tuviera que hacer borrón y cuenta nueva con todas las medidas adoptadas en la Unión Europea por mandato de Merkel. El comentario es acertado, pero sabemos que hay pocas cosas que les gusten más a los políticos que gobernar sintiéndose poderosos y, si es llevando la contraria a la oposición, mucho mejor. El caso es que la situación de fortaleza y poder de Merkel en el exterior no se corresponde con su situación política en casa. Los socialdemócratas alemanes reprochan a Merkel que dé lecciones fuera y que no sea capaz de poner orden en casa.

Según parece, a la canciller la acusan a la vez de ser muy prepotente y de tener poca iniciativa y liderazgo. Su comparecencia de ayer en el Parlamento alemán era muy importante y toda Europa estaba pendiente de sus palabras. Sarkozy había anunciado la víspera que él y Merkel iban a refundar Europa. Debe de ser que le parece una misión más sencilla que la que anunció hace un tiempo de refundar el capitalismo, ¿se acuerdan? El presidente francés hizo de telonero de la canciller alemana una vez más. Merkel realizó un discurso muy europeísta y dijo que Alemania no quiere dominar Europa. Su rechazo clásico a los eurobonos y su idea de que habrá luz al final del túnel, pero que costará mucho tiempo y esfuerzo llegar a la meta completaron un discurso que no convenció a la oposición alemana. Es curioso, como digo, que Merkel tenga tanto poder en el exterior y que, al tiempo, reciba una seria oposición interna. ¿Es posible que Merkel, después de tanto como ha dominado Europa, también caiga en las próximas elecciones como el resto de gobierno europeos por la crisis?

Frank-Walter Steinmeier, líder parlamentario del SPD, el partido socialdemócrata, criticó con dureza el discurso de Merkel. Generalmente nos quedamos con los discursos que la canciller lanza al exterior, con su influencia sobre el resto de países de la UE y con los mensajes que tienen mucho que ver con España u otros países en problemas. Por eso es interesante conocer la otra parte, es decir, la política doméstica en Alemania. Resulta que el líder socialdemócrata echó en cara a Merkel que ella no aplica la disciplina fiscal que impone a los socios europeos y que está haciendo teatro en lugar de política mientras la casa europea "arde hasta el tejado". El líder de la oposición vino a decir que Merkel estaba pidiendo responsabilidades fuera, cuando ella también tiene que responder adecuadamente a la crisis. Es más, señaló que no les ha contado la verdad a los alemanes en relación al rescate de Grecia o Portugal. Salvando a esos países "hemos tratado de salvarnos a nosotros mismos, nuestras finanzas y nuestros puestos de trabajo".

Como digo es necesario ver cómo Merkel, al igual que el resto de líderes europeos, tiene también una oposición interna. De este modo, hablamos de que Alemania exige esto o lo otro, y así es porque Merkel y su gobierno son los representantes legítimos del pueblo alemán, pero en ocasiones olvidamos que hasta la todopoderosa canciller tiene que enfrentarse en casa a un partido que le discute sus acciones y sus decisiones. Vista desde fuera, si la canciller fuera miembro de una casa real se llamaría Ángela I de Europa y V de Alemania. Pero la emperatriz que domina todo el continente también recibe críticas desde dentro de su país y también tendrá que hacer frente en el futuro a unas elecciones en las que todo puede pasar.

De todos modos, ya que hoy por hoy ella es la mandamás de la Unión Europea, espero al menos que las próximas citas con Sarkozy y las próximas cumbres sirvan de verdad para dar confianza y para poner cimientos sólidos sobre los que cimentar la recuperación económica de Europa. Muchos expertos dicen que estos próximos días erán vitales para el euro, y eso es tanto como decir que serán vitales para la idea de Europa, para la propia UE. La verdad es que ya hemos perdido la cuenta de los días, las semanas y los meses que llevan siendo vitales para el futuro de la UE, pero si desde que oímos por primera vez eso hasta hoy no se ha logrado resolver el problema, es razonable pensar que se habrá ido agravando. No sé si los líderes europeos, con Merkel a la cabeza, quieren protagonizar una escena de cine de acción salvando a la desvalida Europa en el último segundo antes de la explosión. Todos agradeceríamos que la película de la UE tuviera algo menos de suspense, hasta admitiríamos ciertos toques de comedia. Pero esta mezcla de terror, drama y acción no termina de convencernos.

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