Cumbre decisiva (y van...)

El primer comentario sobre la Cumbre europea de hoy debe ser, necesariamente, que ya nos suena la cantinela de que es decisiva, determinante, clave para el futuro del euro y de la idea de Europa que tenemos actualmente. Con esto no digo que no lo sea, sólo que si después de tantas cumbres que han sido catalogadas como decisivas seguimos en las mismas (o peor), es que en la UE no se han hecho las cosas como se tenían que hacer. Ayer los dirigentes europeos comenzaron la cumbre en una cena que empezó a las siete de la tarde y terminó pasadas las cinco de la madrugada de hoy. ¿Buenas noticias? A medias. Parece que sí habrá un acuerdo, pero Reino Unido no estará en ese pacto y, por lo tanto, quedará bastante debilitado. Merkel dijo que habría acuerdos importantes en esta cumbre y Sarkozy que Europa no tendrá una segunda oportunidad si no se logran encontrar soluciones en la cita de hoy y que nunca antes la UE había estado tan cerca de explotar.

Sarkozy compareció ante la prensa al salir de la larga reunión y no pudo disimular su cabreo con la postura defendida por David Cameron. "No ha sido posible acordar una reforma del Tratado a 27 porque los amigos británicos no han querido". Por su parte, el primer ministro británico ha dicho que los términos del acuerdo son "inaceptables" para su país y, ya de paso, ha aprovechado para señalar que está contento de no estar en el euro y que Reino Unido no se unirá nunca a la moneda única. Además del Reino Unido, Hungría también se ha opuesto a sumarse a este acuerdo, mientras que Suecia y República Checa desean consultarlo antes con sus parlamentos. La postura británica es la clave. Si Reino Unido no se suma al acuerdo, y eso es lo que sucederá según parece, será realmente complicado vender los resultados de la cumbre de hoy como un gran acto de acción conjunta que sirva para refundar Europa.

A Sarkozy no le gustó nada que le preguntaran sobre si el acuerdo a 23, dejando fuera por lo tanto a cuatro países, suponía avanzar en el camino de una Europa de dos velocidades. "Sólo hemos intentado salvar nuestra moneda y nos acusan de ir a dos velocidades. David Cameron ha pedido una cosa inaceptable, un protocolo que le exonerara de regular sus servicios financieros", declaró el presidente francés. Merkel parece más dispuesta a vender el acuerdo como un gran avance, ya que para ella el pacto es un "muy buen resultado" y permitirá "recuperar la credibilidad" perdida ante los mercados. Veremos cómo concluye la cumbre hoy. De momento las Bolsas reciben con tibieza el acuerdo de ayer registrando ligeras bajadas a primera hora de la mañana, mientras que la prima de riesgo de España sube en relación al dato de ayer. Es pronto para saber cómo responderán los mercados ante esta cumbre, pero tanto decir que es decisiva y trascendental obliga a los líderes europeos a vender un gran acuerdo salvador, porque no casa que una cumbre clave se cierre con un acuerdo de mínimos como si en realidad no fuera tan importante.

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, es de los optimistas sobre el acuerdo alcanzado ayer. Cree que se acerca mucho a un buen pacto fiscal. El tiempo dirá. Es pronto para valorar esta cumbre, sobre todo porque para hoy se esperan reuniones tan maratonianas como la de ayer por la noche y esta madrugada, pero lo que se debe evitar es un nuevo fracaso o limitarse a poner parches que, con el tiempo, vuelven a dejar la herida al descubierto. Los líderes europeos deben evitar a toda costa dejar en los mercados y en los ciudadanos la sensación de que han vuelto a dejar los deberes para más adelante. Si un pacto unánime no es posible, si un acuerdo que suene a definitivo no se alcanza, al menos deben intentar que se acerque mucho. La oposición de Reino Unido es un palo en la rueda, pero no parece que vayan a lograr convencer a Cameron de que cambie de opinión. Más bien parece que ayer hicieron todo lo que pudieron y que prefieren ir contando ya con que los británicos no estarán en el acuerdo.

La situación interna de Cameron debe ser tenida en cuenta. En el Reino Unido hay muchos euroescépticos y ahora que Euopa pasa por graves problemas, aparecen como las setas los días de lluvia. El primer ministro sabe que no podría volver a casa con un acuerdo europeo bajo el brazo que exija más de la cuenta a los bancos británicos. Su postura, por lo tanto, es más de la de quien piensa en clave local que la de quien lo hace en clave europea. El Reino Unido nunca fue un firme defensor de la UE y ellos siempre han preferido ir por libre. Esto se acentúa cuando de la Unión Europea no vienen más que problemas. Las palabras de Cameron diciendo que se alegra de no estar en el euro son muy significativas, sobre todo teniendo en cuenta dónde y cuándo fueron dichas: al salir de una reunión de líderes europeos y tras haberse negado a unirse a un acuerdo propuesto por Merkel y Sarkozy. Sin el apoyo del Reino Unido, el pacto queda bastante cojo.

Hoy, por lo tanto, será un día decisivo para Europa. Ayer Mariano Rajoy, presidente electo, estuvo en la Cumbre del Partido Popular Europeo y se encontró con Sarkozy, Merkel y otros líderes europeos conservadores. Rajoy defendió las propuestas de los dos mandamases de la Unión sobre reformar los Tratados si es necesario y confirmó una vez más que España cumplirá con sus compromisos de déficit. Una de las personas con las que se reunió Rajoy fue Durao Barroso. A él le dijo, con las cámaras delante, que no tenía otra alternativa en relación a reducir el déficit público. Barroso le respondió con una frase potente y significativa: "estamos haciendo lo que debemos". Supongo que eso es lo que deben pensar, sólo faltaría, pero sonaba a frase de consuelo entre líderes políticos del tipo de "no nos queda otra" o "sabemos que nuestras medidas de ajuste están dañando a mucha gente, pero es lo único que podemos hacer". La frase en cuestión haría las delicias de los más críticos con las medidas que se están tomando en Europa. Veremos qué sale de la Cumbre de hoy. Tal vez la mejor demostración de que ha sido un éxito sería que después de ella consiguiéramos que pase mucho tiempo hasta que otra reunión de estas características sea tildada de "decisiva o crucial".

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