Berlusconi dimitirá

Italia respira algo más tranquila desde hoy. ¿La razón? Saben que su primer ministro, Silvio Berlusconi, dimitirá una vez aprobadas las reformas exigidas por la Unión Europea. Ayer fue el día clave para propiciar la despedida de quien es conocido como Il Cavaliere. Se votaba en el Parlamento el informe de cuentas del último ejercicio y Berlusconi perdió la mayoría en la Cámara italiana. La fuga de algunos de sus diputados sumada a los partidos de oposición hacía que el panorama cambiara definitivamente y que Berlusconi, ahora de verdad, quedara en una situación muy débil. Su marcha era cuestión de horas y el primer ministro ha reconocido su derrota y ha anunciado que dimitirá cuando se aprueben las reformas económicas pendientes y que no se presentará a las elecciones.

17 años de carrera política dirán adiós, quién sabe si de forma definitiva o no, cuando Berlusconi cumpla con esta promesa de dimisión. El populismo barato y la retórica hueca y absurda de Berlusconi, unidos a sus constantes requerimientos judiciales y a escándalos de todo tipo no eran la mejor forma de afrontar la crisis económica en Italia. Los líderes europeos no se toman en serio a Berlusconi. No es de extrañar. Estamos hablando de alguien profundamente machista, irresponsable, poco serio e incapaz de dirigir correctamente el país. Cuando mirábamos a Italia y vemos los muchos escándalos que salpican a su primer ministro, nos preguntábamos una y otra vez cómo era posible que los ciudadanos soportaran este permanente estado de excentricidad y falta total de ética y responsabilidad. Lo hacían de aquella manera, claro, y parece lógico pensar que ya han escarmentado y que nunca más darían su apoyo a Berlusconi.

La izquierda italiana no ha sabido o no ha podido formar una alternativa seria y sólida a Berlusconi. Como es obvio, la mejor campaña para los partidos de izquierdas es, precisamente, la labor del propio Berlusconi al frente del gobierno. En este caso, como en tantos otros, la oposición tiene como mejor aliado para sus aspiraciones electorales la pésima gestión del gobierno. El primer ministro ha hecho muchas cosas mal y su prepotencia y especial forma de ser no ha ayudado. Con todo, más allá de que extrañe mucho que un líder político de primer nivel actúe del modo en que lo hace Berlusconi, lo más importante que tiene que afrontar ahora Italia es si crítica situación económica.

La prima de riesgo del país se dispara hasta los 496 puntos y se teme un posible rescate a Italia. La situación económica es muy delicada y lo que tienen que procurar ahora todos los partidos políticos es ponerse a trabajar y dejar a un lado las guerras internas que han centrado la política italiana en los últimos años. Deben tirar todos del carrro, porque está en juego el futuro del país. Berlusconi será en breve un mal recuerdo, pero la crisis seguirá siendo una dura realidad a la hacer frente.

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